Estados Unidos.- El cáncer le arrebató la vida al pequeño Garret quien partió de este mundo el 6 de julio.Fue en septiembre del 2017 cuando los padres de Garret recibieron la terrible noticia de que su hijo padecía un extraño tipo de cáncer. Pese a esta mala noticia, el pequeño y sus padres lucharon durante nueve meses para vencer a esta terrible enfermedad que al final terminó arrebatándole la vida a Garret.Lee también: La tarea de una maestra a sus alumnos que sorprendió a sus padresFue hace un mes que Des Moines y Lowa, padres del menor, fueron informados de una lamentable noticia, la batalla se había perdido, el cáncer ya estaba en etapa terminal.En medio de la tristeza, Des Moines y Lowa decidieron decirle a su hijo lo que ocurría. Momento que su hijo lo tomó con tranquilidad, aún cuando sus padres le preguntaron qué iba a hacer cuando muriera.
“Voy a convertirme en gorila y le voy a tirar popó a mi papá”, les respondió el menor graciosamente.
Garret no quiso marcharse de este mundo sin que sus padres conocieran sus deseos y pensamientos finales, por lo que Des Moines y Lowa escribieron un obituario antes de que su hijo muriera.Lee también: ‘Golpe’ de suerte: estudiante latino se gana un millón de pesos “Los funerales son tristes […] Quiero ser cremado (como cuando murió la mamá de Thor) y convertido en un árbol donde pueda vivir cuando sea un gorila. Quiero cinco casas inflables, un Batman y raspados en forma de cono”, fue el conmovedor fragmento del obituario de Garret antes de morir, y que fue publicado en Internet.El menor también les dejó claro a sus padres que es lo que más odiaba. “Los pantalones, el estúpido cáncer, cuando llegan a mi conexión intravenosa, las agujas (…)“, dijo.Garret era fanático de los superhéroes (Batman, Thor, Ironman y Hulk). Se hacía llamar ‘The Great Garrett Underpants’ o ‘Los canzoncillos del ‘Gran Garrett’ ”.Tras la muerte del pequeño los padres se preguntan cómo convertirán sus cenizas en un árbol. Lo que si estan seguros es que sus restos estarán en una reserva natural.“La realidad que vivió Garrett y viven muchos otros niños es que el cáncer pediátrico es una bestia fea y repugnante que deja un camino de destrucción”, escribieron Emilie and Ryan Matthia en el obituario.En esta nota:
