La hipocresía “moralizadora” del Senado argentino


Resumen: En un mundo ideal la interrupción voluntaria del embarazo NO sería necesaria. Pero, no vivimos en ese mundo ideal. En la vida real, millones de mujeres mueren víctimas de abortos clandestinos y de la hipocresía social y del estado
Morelia, Michoacán.- Los 38 senadores argentinos que rechazaron la ley que estipula el uso gratuito del aborto (IVG) hasta la decimocuarta semana de gestación, aprobada por la cámara baja, NO votaron a favor de la vida. Votaron, tal como tajantemente lo expuso Alejandra Flechner, a favor del aborto ilegal. Votaron, por   obligar a las mujeres a continuar su embarazo.
Ahora bien, tal como lo enunció Margaret Atwood, autora entre otras obras de “ Handmaid’s Tale”[1] , en su llamando directo a la vicepresidenta y senadora argentina, Gabriela Michetti, publicado en Twitter, eso es el “ equivalente a reducirlas a la esclavitud”[2], ya que , “las mujeres que no pueden tomar la decisión sobre si tener o no bebés son esclavas, porque el Estado reclama como propiedad a sus cuerpos y al derecho a dictar el uso al que deben someterse sus cuerpos”.
Los senadores argentinos fallaron, después del histórico voto de los diputados. a favor de la ley el 14 de junio, su encuentro con la sociedad argentina. Fallaron a los millones de mujeres que necesitan la protección del estado. Las 500 ONG’s de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que redactaron el proyecto de ley han obtenido una victoria: la despenalización social del aborto.
La hipocresía “moralizadora” del Senado argentino es la hipocresía “moralizadora” de los nuevos talibanes defensores del “huevo primordial”. Para los millones de mujeres que cada año se ven obligadas, por diversas circunstancias, a sujetarse a un procedimiento clandestino de interrupción del embarazo, el fracaso de las iniciativas legislativas para su legalización (o para su despenalización) no es la única opción. Siempre les resta morir desangradas porque la doble moral de los grandes defensores “provida” encuentra que es más importante defender a una célula fecundada y, al concepto teórico de la “potencia de vida”, que defender la vida de una mujer.
En un mundo ideal la interrupción voluntaria del embarazo NO sería necesaria. La mujer tendría el control sobre su cuerpo, sobre el momento en que desearía ser madre y el acceso real, sin restricciones financieras, presiones familiares, censura social, límites ideológicos, barreras psicológicas, etc para una vida sexual plena y protegida.
Pero, no vivimos en ese mundo ideal. En la vida real, para allá de todos los frenos arriba descritos, la marginalización de las clases menos favorecidas se acentúa en el campo del ejercicio de los derechos reproductivos: las mujeres pobres mueren en condiciones atroces, sea como consecuencia de los procedimientos clandestinos, sea como un número más de las frías estadísticas de la mortalidad materna.
Las que tienen los ingresos suficientes (incluyendo las esposas y las amantes de los que votan contra las leyes de despenalización) siempre tienen (y lo usan) el recurso de volar a otro país donde no existen las leyes criminalizantes del inicio del siglo pasado o bien, encontrar una clínica y un especialista locales con mucho apetito económico y poca preocupación por la cuestión legaloide,
Los pseudo defensores de la “vida ” pretenden imponer el MISMO RANGO DE PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL[3] A LA “POTENCIA DE VIDA” , O SEA AL CIGOTO HUMANO (que en la realidad sólo es una célula- huevo y que hasta el momento de la anidación, que sólo ocurre después del 14o día, tiene más del 70% de posibilidades de ser destruido por procesos biológicos naturales y de no sobrevivir) QUE A UNA “VIDA REAL”, O SEA A UNA PERSONA TOTALMENTE FORMADA Y CON PERSONALIDAD, HISTORIA, DESEOS, PASADO,PRESENTE y FUTURO , UNA MUJER[4].
Bajo de un punto de vista jurídico tal es un absurdo, ya que el primer (la célula -huevo) es un bien jurídicamente tutelado y la mujer es una PERSONA sujeto de derechos. O sea, los legisladores están decidiendo, no a partir de los principios generales del derecho, sino en función de opciones ideológicas y/o de dogmas[5]. Que además en el debate social abierto, tal no sea considerado éticamente escandaloso, me parece de una hipocresía “moralizadora” de los nuevos talibanes defensores del huevo primordial.

Talibanes defensores de la protección plena del huevo primordial pero que en la realidad simulan la defensa de la “vida” para conquistar espacios políticos y mantener el control sobre lo femenino y sobre la sociedad.  Hipócritas que se escudan en el dogma y en la fe, apoyados por una Iglesia que no se conmovió cuando la dictadura torturaba a las mujeres embarazadas, pero que hoy se rasgan la vestidura por la reivindicación de la personalidad jurídica de un cigoto.
NOTAS
[1] Novela poderosa sobre un mundo totalitario futuro, una distopía, que cuenta la historia de algunas mujeres a quienes les quitan su historia y su nombre. Ellas se convierten en criadas, y su labor es ser esclavas sexuales, cuya única función es tener hijos para volver a poblar el mundo. Esta novela de Atwood está inspirada en el escándalo de los bebés robados durante la dictadura argentina, entre finales de los años setenta y principios de los 80. Durante varios años, los hijos de opositores políticos nacidos en cautiverio fueron secuestrados y adoptados bajo una identidad diferente. Se estima que quinientos niños están involucrados en este asunto estatal y la búsqueda de los niños robados continua gracias a la acción del grupo conocido como las “Madres de Mayo”.  La obra de Atwood ha sido trasladada a una serie televisiva que, en México, pueden ver en Megacable Canal 405
[2] Esta polémica afirmación de Margaret Atwood fue explicada por la autora en una columna de opinión, «A Slave State?» (« ¿Un Estado esclavista ? »), escrita para el periódico UNO Santa Fe, ver dirección web https://www.unosantafe.com.ar/politica/margaret-atwood-le-responde-michetti-un-estado-esclavista-n1638536.html
[3] Ver acción de inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007 https://www.sitios.scjn.gob.mx/codhap/sites/default/files/engrosepdf_sentenciarelevante/DESPENALIZACION%20ABORTO%20DF%20AI%20146-2007_0.pdf
[4] Da Cunha Lopes, Teresa.   “Aborto: acción de inconstitucionalidad y guerras culturales”,  in Radiar noticias, 28 de septiembre 2011, http://radiarnoticiasmichoacan.blogspot.com/2011/09/aborto-accion-de-inconstitucionalidad-y.html, y conferencia  del 4 de mayo 2017, “Aborto, criterios jurisprudenciales y guerras culturales”, Casa de Cultura Jurídica Morelia , SCJN , ver https://grupocronicasrevista.org/2017/05/06/a-10-anos-de-la-despenalizacion-del-aborto-en-la-cdmx/
[5] Para el caso mexicano, la muy sinuosa historia de decisiones jurisprudenciales de la SCJN  sobre las cuestiones concernientes a los derechos reproductivos de las mujeres puede ser, rápidamente, consultada en el resume de las sentencias de los últimos 15 años en el artículo “ La Corte lo hizo de nuevo” , de la responsabilidad del grupo GIRE , publicado en la edición electrónica del 23 de abril del 2018 de “Animal político”, https://www.animalpolitico.com/blogueros-punto-gire/2018/04/23/la-corte-lo-hizo-de-nuevo/
 
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