Ya lo sabes, la leche materna es el alimento ideal y el único que deben recibir los bebés durante los primeros seis meses de vida. Esto les garantiza un sano desarrollo físico, mental y emocional, aunque muchas madres lo han entendido pocas saben qué hacer cuando es el bebé quien rechaza el pecho. Es importante que sepas que la culpable no eres tú. Los rechazos pueden deberse a razones variadas y se dan en los primeros ocho meses de vida.
De acuerdo a Alba Pradó, blogger lactapp.es, estas son las razones por las que el bebé podría dejar de mamar: Dolor en un oído o en ambos: el movimiento que debe hacer el para succionar le puede resultar tremendamente doloroso y que deje de mamar para no sentir este dolor.
Malestar en la garganta o aftas en la boca: cualquier lesión en la boca resulta dolorosa cuando la leche materna, llena de componentes antibacerianos, cae sobre las heridas. El bebé siente una molesta picazón que hace que rechace el pecho.
Mocos / congestión nasal: cuando un bebé mama respira a la vez. Si tiene la nariz tapada no puede hacerlo y no puede mamar con facilidad, lo que hace que se desespere y pueda rechazar el pecho.
También podría tratarse de una pausa, es decir n momento en el que el bebé no quiere mamar, pero no necesariamente se trate de alguna enfermedad o malestar.
Los expertos recomiendan en estos casos a las madres tener paciencia y ofrecer el pecho hasta que el bebé lo quiera de nuevo.
También los bebés suelen preferir más un pecho sobre otro, esto se debe a que no son iguales en cuanto a tamaño y textura. Algunos bebés realizan el destete por ellos mismos sin que la madre lo desee, esto suele ocurrir en pocas veces antes del primer año de vida. Expertos recomiendan que mientras dure el rechazo, las madres deberán vaciar las mamas para no tenerlas congestionadas y no disminuir la producción de leche.
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