Mes del corazón: los diferentes síntomas de un infarto cardíaco en hombres y mujeres


Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en Chile y en el mundo. De hecho, según la última Encuesta Nacional de Salud (ENS), un 25% de las personas mayores de 20 años tienen un alto riesgo de desarrollar estas patologías. “Estamos viendo cada vez más pacientes jóvenes y niños con obesidad, síndromes metabólicos, problemas de colesterol, entre otros factores de riesgo, por lo cual tenemos cada vez más casos de infartos cardíacos”, explica el cardiólogo de Clínica Vespucio, Dr. Diego Godoy.
Un infarto agudo al miocardio se produce debido a la obstrucción de una arteria coronaria, que es el vaso sanguíneo responsable de llevar sangre al músculo cardíaco. Históricamente, la descripción de sus síntomas se empezó a detallar en hombres, en quienes estos cuadros eran más frecuentes y presentan un dolor opresivo al pecho, con irradiaciones a la mandíbula, el cuello, el brazo, sudoración y náuseas. “Las mujeres tienen una presentación que puede ser más atípica y tiene otra caracterización. A veces el dolor no es característicamente opresivo, no se asocia a las irradiaciones mencionadas y tiene escasa sintomatología neurovegetativa, es decir, sin náuseas y vómitos”, detalla el especialista.
Existen múltiples factores que pueden interferir en la manifestación de los síntomas de un ataque cardíaco. Mientras que algunos aún no se pueden explicar con certeza, una variable importante es el umbral del dolor, que suele ser menor en hombres. El cardiólogo agrega que “la mujer tiene algunos factores protectores en edad fértil, principalmente hormonales. Con el paso de los años estos se pierden y aumenta el riesgo de sufrir algún evento cardiovascular”.
Otro ejemplo son  los pacientes diabéticos, en los cuales un infarto puede generar muy poco dolor, falta de aire o incluso ser asintomático. Existen casos en que la persona no se da cuenta y el episodio sólo se pesquisa años después cuando se encuentra la cicatriz. “La presentación de los síntomas es bastante heterogénea pero lo importante es que, ante cualquier sospecha, hay que consultar inmediatamente, porque lo más relevante para el buen pronóstico del paciente es tratar de abrir la arteria lo antes posible”, advierte el Dr. Godoy.
Factores de riesgo
Cuando se trata de distinguir los factores de riesgo de un infarto cardíaco, hay que considerar dos grupos:
– No modificables: tener antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, la edad y ser hombre.
– Modificables: sedentarismo, obesidad, el colesterol, diabetes o los estados pre diabéticos, fumar, hipertensión arterial.
“Si logramos controlar estos factores de riesgo o suspenderlos, con un tratamiento adecuado, disminuimos el peligro de tener un evento cardiovascular”, afirma el especialista.
Los resultados de un diagnóstico precoz
Ante cualquier malestar intenso en el pecho, los pacientes deben consultar en un servicio de urgencia. Existe un protocolo de estudio del dolor torácico que permite descartar patologías, desde las posibilidades más graves hasta las menos relevantes en relación al pronóstico. “Una vez que se determina que el paciente tiene un infarto agudo al miocardio, el tiempo en el que se abre la arteria es determinante”, indica el médico.
Si el paciente consulta cuando el infarto lleva 30-60 minutos y se abre la arteria ocluida antes de las dos horas desde que empezó el evento, la probabilidad de que termine con alguna cicatriz es más baja. Por lo tanto, la función de bomba global del corazón queda menos afectada y eso le permite a la persona llevar una vida más normal. Por el contrario, si el paciente tiene una arteria ocluida y demora 8 horas en consultar, la cicatriz del corazón podría ser significativa y su capacidad funcional se verá disminuida.



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