El gran Kofi Annan | DEBATE

Se ha dicho, que  a momentos la Organización de las Naciones Unidas ha perdido fuerza y autoridad y que sólo retoma su nivel cuando lo encabeza un personaje prestigiado, lúcido, ético y valiente. 
Y Justo, un prototipo de esos elevados valores fue Kofi Annan, quien por ejemplo se pronunció en contra de la invasión a Irak cometida por Estados Unidos, no obstante que este país incidió favorablemente en su elección para que el presidiera la ONU.
Así también, durante momentos críticos ocasionados por la belicosidad y los grandes poderes e intereses económicos enfrentados en los días actuales de la globalidad, siempre fue un defensor comprometido con los derechos humanos y la búsqueda de la paz.
Un hombre que nace en África, concretamente en Ghana, lo cual le imprime sensibilidad y conciencia social en torno a problemas que todavía subsisten en nuestro tiempo, como la pobreza, la discriminación, el analfabetismo, la falta de oportunidades para estudiar y trabajar, y otros tristes saldos propios del subdesarrollo.
Pudo eso sí, tener una educación sólida en su tierra natal, que luego completó en prestigiadas instituciones del extranjero e ingresar con el tiempo a ese gran organismo mundial, del que quizá nunca imaginó llegaría a presidir.
A la vez, era conocedor de la actividad turística pues estuvo al frente de este rubro en su propio país, y por igual con resultados económicos muy positivos, convencido además de la necesidad de que nos conozcamos e interactuemos más y mejor a través del turismo, con beneficios recíprocos en material cultural y social y de una mayor comprensión entre todos nosotros.
Su vida, representó una tarea permanente y loable. De ahí nuestra tristeza de su reciente perdida, a los 80 años de edad. 
Un hombre de gran estatura humana y moral, que nos deja a la vez un legado imperecedero y sólidos e inalterables cimientos en ese sendero tan complicado de la  paz, y la solidaridad entre los hombres y los pueblos, cada día más urgentes..
Un gran ejemplo para las nuevas generaciones, en el sentido de que es deseable y factible luchar por un mundo humanizado, libertario, equitativo, pacífico y con prosperidad común.
Te recordaremos y agradeceremos siempre, querido y gran Kofi.

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