Adolescentes muestran a Juchitán en fotos tras sismo


Detrás de ellos estaba el albergue donde dormían en el suelo. Habían perdido sus casas, todas sus cosas. Pero seguían jugando igual. Por eso, Manuel Ramírez, de 13 años, quiso tomarles una fotografía. “Eran varios niños, enfoqué a la niña de la imagen porque era la más alegre. Jugaba y parecía que ya se había olvidado del sismo. Seguro no lo había olvidado, pero todos estábamos haciendo lo posible por salir adelante”.
Tres meses después del terremoto del 7 de septiembre de 2017 en Juchitán, Oaxaca, la ciudad más afectada, Manuel llegó hasta el albergue de la colonia Víctor Yodo. Iba con sus compañeros y su profesor del taller de fotografía que Save The Children organizó para ayudar a los niños de la zona a transitar por el trauma de la tragedia en sus comunidades.
Este 6 de enero se inauguró la muestra fotográfica “Desde mi mirada”, en la que los tres participantes más destacados de ese taller expondrán sus fotografías hasta el 29 de septiembre en la Alianza Francesa, en Polanco. Además de las de Manuel, en la muestra también están las imágenes tomadas por Abil Valdivieso Cruz, de 14 años, y Valeria Villalobos Ruiz, de 13 años.
Abil quiso tomar la foto de un señor que iba pasando frente a una casa derrumbada, para demostrar que la vida seguía pese a todo allá en Juchitán. No le salió como quería. Un auto se atravesó justo en el momento en el que disparó la cámara y ahí está el vehículo en medio de la foto.
“No me gustó del todo cuando la vi por primera vez, por el auto, pero fue de las que seleccionaron para estar aquí en la muestra, porque al final plasma lo que quería, la vida sigue en Juchitán”, dice la adolescente.
Valeria muestra la foto que le tomó a una vecina de 104 años. “La vi desde afuera cuando íbamos pasando por su casa. Estaba en la hamaca, tranquila, pese a la emergencia. Pensé que es una mujer muy valiente, por eso quise tomarla”.
Hay otra persona de la tercera edad a la que Valeria le tomó una foto, su abuelo, de 79 años. Es una imagen en blanco y negro que no está dentro de la exhibición, pero que la adolescente muestra en su teléfono cuando se le pregunta cuál es su fotografía favorita entre las que ha tomado.
“La de mi abuelo, dice, no la seleccionaron para mostrarla aquí, pero a mí me gusta porque él es nuestro ejemplo. Nos ha enseñado que tenemos que seguir. Su casa tiene muchos recuerdos para toda la familia. Él vive ahí desde hace 59 años y ahora por las afectaciones de todos los sismos y porque sigue temblando, lo más seguro es que vayan a derrumbarla. Con esa casa se irán muchas cosas, muchos recuerdos y nos da tristeza, a él le da tristeza. Pero seguimos, por eso le puse hombre valiente”.

El taller ayudó a los adolescentes a reconocer no solo las pérdidas más cercanas. “Yo no había salido al centro después del sismo del 7 de septiembre. A mi casa se le afectó una barda, todo el repellado, y en las paredes del interior había también afectaciones. Nos daba miedo dormir ahí por las replicas. Junto con dos familias de vecinos nos fuimos a un terreno vacío. Ni salíamos de la comunidad por el miedo. Hasta que del taller nos llevaron a tomar fotos al centro y vimos todo destruido. Juchitán ya no era como lo recordábamos. Había cambiado todo”.
En el centro, en las comunidades de alrededor, los adolescentes se pusieron a retratar los daños, pero sobre todo a la gente y su empuje para recuperarse. “Vivimos algo muy feo. Pero vimos que las personas estaban en pie, dispuestas a seguir. Las fotografías nos ayudaron a ver eso”, dice Manuel. Esa era la intención.

Save The Children impartió talleres de fotos por primera vez después del sismo de 2016 en Ecuador. El objetivo era desarrollar resiliencia en los adolescentes a través del arte. Ahora, la organización replicó la iniciativa en México.
En los talleres, los adolescentes de Juchitán aprendieron conceptos básicos de fotografía: encuadres, luz, momento decisivo.  De los 47 que participaron en la primera fase, los nueve mejores iniciaron una segunda. Les prestaron cámaras profesionales para tomar las imágenes.  De entre esos nueve salieron los tres expositores de la muestra.
Un jurado conformado por la fotógrafa Elsa Medina, la poeta Natalia Toledo y María Josefina Menéndez, directora general de Save the Children en México, seleccionó a los tres ganadores y 21 fotografías para la exposición.

“Buena parte de las imágenes –comenta Menéndez– retratan a la comunidad juchiteca de manera muy sensible y esperanzadora, a pesar de un contexto que a la fecha sigue muy adverso. Este fue un importante ejercicio de participación, que permitió a las niñas y niños de Oaxaca recoger en imágenes su sentir y compartirlo con toda la comunidad, dando congruencia al trabajo y al mismo nombre del proyecto: Desde mi Mirada”.

En las imágenes los tres jóvenes evitaron presentar una ciudad en ruinas. Las fotografías muestran a los habitantes de un lugar que está trabajando para resurgir. “Retrataron a su comunidad de forma digna y sensible”, dice Menéndez.
 
Esta publicación fue posible gracias al apoyo de Fundación Kellogg. 



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