Unos 80 venezolanos vivían como refugiados en Roraima, en la frontera norte de Brasil, y se vieron obligados a regresar a su país por la tensión que generó el linchamiento de un inmigrante acusado de apuñalar a un brasilero.
La crisis económica, social y política en Venezuela hace que sus habitantes abandonen el país y busquen comenzar una vida mejor en algún país cercano. Brasil es uno de los destinos que eligen los venezolanos para escapar de la situación que día a día empeora en su país.
El retorno de los inmigrantes fue coordinado por autoridades consulares de Venezuela en Brasil, que ofrecieron los colectivos a quienes quisiesen regresar por voluntad propia a su país y algunos aceptaron la propuesta.
Los inmigrantes que regresaron a su país habitaban viviendas improvisadas con maderas y plásticos en una barriada pobre de Boa Vista, la capital del estado de Roraima, lugar que se convirtió en el principal destino de los venezolanos que ingresan a Brasil.
Los refugiados que viven ahí manifestaron su miedo de sufrir represalias después del linchamiento sufrido por un venezolano acusado de haber asesinado a un brasileño que lo perseguía tras supuestamente haberle robado.
La víctima del linchamiento, identificada como José Rodríguez, de 21 años, fue acusada por sus agresores, unos seis hombres, de haber asesinado a puñaladas a un brasileño en Jardín Floresta y fue golpeado en la cabeza hasta la muerte con objetos contundentes.
El hecho ocurrió en la noche del jueves a pocos metros de la barriada en la que viven en precarias condiciones cerca de 250 refugiados venezolanos.
De acuerdo con las autoridades, el incidente agravó el clima de tensión y de hostilidad hacia los venezolanos de parte de la población de Boa Vista.
