Adiós a los cómplices pasivos de Piñera: “Nuestra democracia no terminó por muerte súbita ese 11 de septiembre de 1973”


A través de una columna en El Mercurio, el Presidente Sebastián Piñera fijó su posición en materia de democracia y derechos humanos al cumplirse los 45 años del Golpe Militar. Y a diferencia de su gobierno anterior, cuando desplegó una postura de frontal condena reflejada en el concepto de los cómplices pasivos, esta vez el Piñera del segundo mandato terminó sucumbiendo al discurso de la derecha más dura.
En efecto, en la previa desde la UDI le pidieron a Piñera más “contexto” y olvidarse de los cómplices pasivos”, y el Mandatario se ajustó completamente al guión que le encargaron desde el gremialismo. Sin embargo, llegó al extremo de olvidarse de ocupar la palabra dictadura en el texto y utilizar en su reemplazo el eufemístico “Régimen Militar”.
La columna en El Mercurio luego fue leída casi íntegra por el Mandatario en el discurso que dio en La Moneda, tras la ceremonia ecuménica con la que el Gobierno conmemoró en el más bajo perfil los 45 años de la asonada cívic0-militar que derrocó al Gobierno de Salvador Allende y dio inicio a 17 años de dictadura.
Lea además: El tenso Once de Piñera
“Más temprano que tarde”
El artículo “11 de septiembre: memoria e historia” parte señalando que “hoy conmemoramos 45 años del 11 de septiembre de 1973. Una fecha que tiene significados y vivencias diferentes para distintos grupos de chilenos. Para algunos significa dolor, enfrentamiento, división y muerte. Para otros, el desenlace previsible, aunque no inevitable, de un gobierno que quiso llevar a Chile por un camino resistido por la mayoría de los chilenos. Para todos, el lamentable quiebre de nuestra democracia y el advenimiento de un gobierno militar y no democrático”.
Luego, Piñera apela al contexto. “Sin embargo, -sostiene- es bueno y necesario recordar que nuestra democracia no terminó por muerte súbita ese 11 de septiembre de 1973. Venía gravemente enferma desde mucho antes y por distintas razones (…) desde fines de la década de los 60 comenzaron a erosionarse los valores y pilares básicos de nuestra convivencia y democracia, como el valor de la unidad, la amistad cívica, el diálogo, el Estado de Derecho, el espíritu republicano y el sentido de misión compartida”.
“A ello contribuyeron actitudes intolerantes, dogmáticas y confrontacionales, proyectos ideológicos fundacionales y excluyentes. La validación de la violencia política como instrumento legítimo de lucha. El desprecio por la democracia representativa, calificada despectivamente por algunos como democracia burguesa. El clima de odiosidad y enfrentamiento que llevó a tratar a quienes pensaban distinto no como adversarios a convencer, sino como enemigos a eliminar. La proliferación de consignas y descalificaciones. Y sin duda, la grave crisis política, económica y social a la que nos condujo el gobierno de la Unidad Popular”, agrega el Mandatario.
“Y así llegó el 11 de septiembre de 1973, que puso fin al gobierno de la Unidad Popular en crisis, terminó por derrumbar nuestra enferma democracia y dio origen a un Régimen Militar, no democrático y que no respetó las libertades ni los Derechos Humanos”, agrega.
En materia de violaciones de derechos humanos, señala que “muchas” de ellas fueron cometidas por agentes del Estado, relativizando el número. “Una vez más, quiero expresar en forma clara y categórica que nada, ninguna circunstancia o contexto justifica las graves, crueles, sistemáticas e inaceptables violaciones a los Derechos Humanos ocurridas durante el Régimen Militar. El hecho de que muchas de estas violaciones fueran cometidas por agentes del Estado solo incrementa su gravedad y el rechazo que merecen”, señala.
Según el Mandatario, a 45 años del golpe, “todos, o casi todos, hemos aprendido de nuestra historia. La izquierda ha aprendido a condenar toda violencia en política y a respetar la democracia. La derecha ha aprendido a condenar todo atentado a los Derechos Humanos y a respetar nuestra democracia”.
Y al finalizar, emula el “más temprano” que tarde del último discurso de Salvador Allende en La Moneda el día del golpe, al escribir que “algún día, más temprano que tarde, nuestros hijos, nietos y los que vendrán nos pedirán cuenta por nuestros actos y resultados en el cumplimiento de esta misión”.



Source link

Related Posts