“Laura y los Hawker Hunter”: el libro para hablar con los niños sobre el golpe militar


Un libro infantil sobre el golpe militar acaba de lanzar la editorial Quimantú. Se trata de “Laura y los Hawker Hunter”, escrito por Manuel Paredes y Paola Carrasco, que cuenta con ilustraciones de Marcelo Escobar.
La publicación cuenta la historia de una niña que, gracias a la Unidad Popular, pasa de vivir en un campamento a a un departamento, y cuyo padre desaparece tras el golpe militar.
“El libro me parece necesario, sobre todo en estos tiempos cuando la memoria parece estar perdiendo espacios”, dice Escobar. “Es la mirada de una niña para describir un periodo difícil de nuestra vida, la ilusión, el fin de una vida republicana, el horror y la esperanza narrados a través de los ojos de Laura”, acota.
La obra será lanzada este martes a las 17:00 horas en la plaza Salvador Allende (Pedro Alarcón 359) de la población La Legua, y el viernes 14 de septiembre en la Sociedad de Escritores de Chile (Almirante Simpson 7, Metro Baquedano, Providencia), a las 19:00 horas.

La historia de Laura
El libro cuenta la historia de Laura, una pequeña niña que viven en un campamento con sus padres. “Cuando ganó Allende los grandes hicieron una fogata y nos pusimos a cantar”.
Con la Unidad Popular, por primera vez vive en un departamento y su padre consigue un trabajo formal. Le gusta jugar con el interruptor de su habitación, y ver cómo se prende y apaga la ampolleta.
La Unidad Popular es un periodo de mucha felicidad. Recuerda que en la escuela “nos empezaron a dar desayuno con leche y unas galletas bien duras, pero a mí me gustaban”.

El día del golpe, Laura ve en el cielo los aviones Hawker Hunter y soldados en las calles. “¡Nunca había visto un tanque de verdad!”, se lee en el texto.
“De noche, mi mamá no quiso comer. Le preguntaba por el papá y no contestaba. Nos dormimos vestidas (…) me pareció verla llorar”.
Laura y su madre buscarán al papá en el trabajo, en el Estadio… incluso en el río Mapocho. Sin resultado.

Pasarán los años.
“Hace tiempo no sabemos nada de mi papá. Ayer mi mamá salió vestida de negro, con una foto de él en el pecho. (…) Todos los años, en la placita del barrio, celebramos su cumpleaños con la familia, los vecinos y mi grupo musical. La villa se llena de colores con el canto, el baile y la poesía. Los niños jugando me traen de regreso la risa de mi padre”.
Hiroshima como ejemplo
Este cuento es fruto de una conversación entre Paola Carrasco y Manuel Paredes.
“Cuando mi sobrina era pequeña, vivíamos juntas y llegó a sus manos un libro de cuentos con grandes dibujos, un libro acerca de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en Japón”, cuenta Carrasco. Ese libro se llamaba “El destello de Hiroshima”.
“Debo confesar que me sorprendió tener en mis manos un libro de esta naturaleza, ¿por qué los japoneses le contarían a sus niños un hecho tan monstruoso como ese? Hace poco tiempo conversando con Manuel le conté esta experiencia y nos preguntamos, ¿qué pasa con nosotros, por qué los adultos no le contamos a los niños el golpe de estado en Chile de 1973?”, cuenta.
Entonces, dice Paredes, “nos dimos a la tarea de conciliar el lenguaje infantil, el lenguaje de la época y el actual, para hacer entendible y creíble la historia, tanto a quienes vivieron la época como a quienes nacieron muchos años después”.
“Evitamos o eliminamos, en cuanto nos fue posible, alusiones a fechas, personajes, lugares y otros, en busca de que el mayor número de personas, niños y adultos, se sintieran identificados con el relato”, dice.

Una ilustración precisa
“Luego vino la búsqueda de quien ilustrara conforme a nuestras expectativas y tuvimos la fortuna de encontrarnos con Marcelo Escobar, quien realizó un trabajo preciso y bello”, remata Paredes.
“Paola y Manuel me invitaron, me contaron la idea y acepté de inmediato”, señala el ilustrador. “Me pareció una manera hermosa de acercar una época convulsionada a los niños. La posibilidad de recrear en imágenes el rico imaginario gráfico de esos años, la generosa libertad creativa que obtuve de los escritores me permitieron reinterpretar en colores una época que siempre parecemos ver en grises”.
“El porqué hicimos de Laura un relato infantil obedece al vacío que existe en obras para niños que aborden esta temática”, explica Paredes. “Creemos, o queremos, colaborar en el fortalecimiento de la memoria histórica, poniendo nuestro pequeño aporte para comenzar a llenar este vacío”.

Para Carrasco, la obra “pretende ser un aporte desde la sociedad civil y la cultura a la recuperación de la memoria histórica, queremos llegar a los más pequeños con el fin de reflexionar con ellos acerca del pasado y el presente, acerca de los valores de justicia, libertad, de respeto a los derechos humanos, a la vida, a la paz y finalmente acerca de la democracia”.
“La memoria de un país está constituida por los recuerdos: las derrotas y los éxitos, los dolores y alegrías”, concluye el ilustrador.
“Registrar nuestra memoria como un libro para niños es un desafío que integra las miradas de los escritores y del ilustrador, para provocar en el lector una respuesta emotiva, generar conciencia sobre una debacle que no debemos repetir nunca más. Esa es la función de un libro para niños, señalar los errores y educar para el futuro. Ese es el gran logro de nuestro libro”.



Source link

Related Posts