Joyas porteñas: el día que Buenos Aires se confundió con Nueva York


Hace 85 años, los porteños elevaron la mirada a la altura del 400 de Avenida Corrientes y creyeron estar en Nueva York. Es que en la todavía calle angosta con sueños de Broadway aparecía el rascacielos más alto de Sudamérica: Edificio Safico.

Por ser esbelto como una aguja refulgente y con un remate escalonado, fue inevitable la comparación con el Empire State Building. Es que Buenos Aires y “la ciudad de los rascacielos” tuvieron un desarrollo simultáneo.

Edificio Safico fue levantado por G.E.O.P.E, la misma constructora que hizo el Obelisco (en 1936), el primer subterráneo, el Correo Central, el Colegio Nacional de Buenos Aires y el estadio de Boca Juniors.

Edificio SaficoRacionalista y viva expresión de Art Decó no se parecía en nada a los palacios de estilo francés que predominaban en esa época.

Fue el edificio más alto hasta la llegada del Kavanagh y demoró solo 10 meses en estar terminado

Así, en esa escisión que se produce dentro del acervo patrimonial, Buenos Aires vuelve a exhibir sus caprichos arquitectónicos. Una vez más, la ciudad busca en la mezcla un estilo absolutamente propio.

Edificio SaficoAún se habla por los pasillos del paso de Pablo Neruda cuando fue vicecónsul de Chile en Argentina. Todavía se exhibe con orgullo la mesa de trabajo y la máquina de escribir con la que se presume que el poeta creó algunos de sus mejores versos desde la máxima altura de aquella Corrientes con ínfulas de avenida.

Edificio Safico

Pablo Neruda



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