translated from Spanish: La soberbia de la Corte Suprema: juez Carlos Künsemüller aseguró que “no tengo por qué aceptar que un parlamentario me revise las sentencias”

El pasado jueves se puso fin a la acusación constitucional en contra de los ministros de la Corte Suprema Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y Manuel Valderrama, cerrando así el caso, a pesar de que la oposición logró pasar “raspando” la cuestión previa, pero no consiguió que la acusación fuera aprobada en el hemiciclo, siendo rechazada con votos de la DC y radicales.
Esto a pesar de que partidarios de la acusación constitucional calificaran a la “jugada de la Moneda”, la reunión que sostuvo el presidente Sebastián Piñera con el máximo timonel del tribunal Haroldo Brito, como intromisión indebida, indicando que era un movimiento de “presión indebida”, como señaló en su momento la diputada Carmen Hertz.
Tras zafarse de la acusación, los ministros que estaban siendo apuntados comenzaron a cuestionar el hecho de que se criticara su actuar. Tal es el caso del juez Carlos Künsemüller, quien, en entrevista con el diario La Tercera, compartió su soberbia opinión de la acusación constitucional: “yo no tengo por qué aceptar que un parlamentario que no tiene la más mínima idea de los temas jurídicos involucrados, que a la Constitución a lo mejor le ha leído solo la tapa, me venga a revisar las sentencias que yo dicte”.
El ministro apuntó sus dardos a los diputados que lo acusaron: “si lo que se ha querido por estos parlamentarios es tener jueces dóciles y temerosos, y que vayan a preguntar al Congreso cómo tienen que fallar, se han equivocado. Los jueces chilenos no van a hacer eso”.
Un hecho que lo sorprendió fue la barra que tuvo a favor la acusación constitucional. Para Künsemüller, fue una imagen desconcertante: “muchas de ellas tuvieron que haber sido personas que nosotros, con nuestras sentencias, favorecimos. No me cabe la menor duda. Entonces, la única explicación es que quienes patrocinaron esta infamia manipulan a estas señoras y a estos caballeros, y se aprovecha de esta situación de dolor para sustentar este tipo de agresiones”.
“En lo que a mí respecta, como ministro acusado, se rechazó una infamia en lo personal. En lo que concierne al Poder Judicial, se rechazó una agresión al estado de derecho y a la convivencia democrática del país”, concluyó.
Una “humilde” visión
Un poco más calmado se mostró otro de los acusados, Hugo Dolmestch, quien indicó que la situación le generó solamente malestar: “Tuve la experiencia de estar en un verdadero juicio. Y el resultado del juicio es que uno gana y el otro pierde. En este caso me corresponde a mí sentir la alegría y la felicidad de que se me ha dado la razón. No guardo el más mínimo rencor respecto de la acusación. Esto ya terminó. Los triunfos y las derrotas hay que olvidarlas lo más pronto posible”, comentó en entrevista con el diario El Mercurio.
“Nunca hubo ni siquiera la más mínima duda de que íbamos a salir bien de esto. Mi familia me decía que, pase lo que pase, no va a ocurrir nada que nos pueda avergonzar”, agregó.
Aunque, al igual que su colega Künsemüller, calificó de injusta la acusación: “En un juicio, todos los ganadores dicen que esto es injusto y se hizo justicia. Estoy contento. Yo no sé quién ganó y quién perdió. Yo creo y espero que quien haya ganado sea el país, porque se necesita que exista un poco de respeto por las distintas instituciones y, sobre todo, exista de parte de todas las autoridades el reconocimiento y el respeto a los diversos poderes del Estado”.
“Fue duro, pero no me causa ni rencor ni malestar. Sigo siendo igual”, sentenció.

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