La ciudad de Rosario amaneció cubierta de carteles en contra de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) bajo la campaña de #ConMisHijosNoTeMetas.
Los afiches buscan detener el proyecto que obligaría a todas las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, a dar Educación Sexual en todos los niveles.
Rosario amaneció cubierto de carteles contra la ESI | Foto: Twitter
Con el rosa y el celeste como bandera, los grupos conservadores y religiosos sostienen que la ESI tiene que estar exenta de la “ideología de género” pero, ¿a qué se refieren?
Para entender, en FILO hablamos con Danila Suarez Tomé, coordinadora de ecofeminita, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y cofundadora de la Red Argentina de Mujeres en Filosofía.
“Es interesante cómo nombran a la Educación Sexual Integral feminista y diversa, ellos dicen que es ideología de género pero habría que tratar de entender qué es lo que entienden ellos por ideología”, indica.
“Evidentemente eso tiene una carga negativa, porque ellos creen que es una suerte de programa ideológico cultural, que lo que quiere es llenarte la cabeza para desviarte del orden social”, agrega.
Pero quienes se proclaman en contra de la supuesta ideología de género, ¿desde qué lugar lo dicen? “Lo que ellos no ven es que lo que llevan adelante, también es una ideología. O sea, un conjunto de representaciones del cual deriva un cierto programa social”, dice.
Otro de los pilares de “los celestes”, está relacionado con el “orden natural” y es desde ahí que se pronuncian en contra de los distintos colectivos diversos y sus derechos. “Su ideología cree que el orden natural de las cosas existe. Y su orden natural está directamente relacionado con el sexismo. Es el conjunto de creencias, de normas, de instituciones y practicas, que se basan en la idea de que existe un sexo devaluado que es el de la mujer frente a otro sexo devaluado que es el varón”, detalla Suarez Tomé.
La Educación Sexual Integral busca, entre otras cosas, enseñarle a los y las estudiantes que los roles de género, que ser varón, que ser mujer no están dados sino que son conceptos culturales y que los derechos y libertades deben ser los mismos para todos y todas.
Por otro lado, la ESI también intenta abarcar de manera integral a la sexualidad, el placer y los cuidados que se tienen que tener a la hora de vincularse con la otra persona.
Pero para estos grupos, la heterosexualidad es obligatoria y los roles no se discuten: la mujer está hecha para parir y criar y el varón está hecho para proveer. “Ellos están tan adentro de esa ideología que no la ven, porque el pretexto de lo natural es muy funcional para ocultar las características de esa forma política de pensar los derechos”, finaliza la filósofa.
