ONG acusan presión de conservadores hacia la SEP


El Consejo Nacional de Población (Conapo) publicó en días recientes un descenso en la tasa de fecundidad entre adolescentes en México: pasó de 77 a 70 nacimientos por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años. Sin embargo, la meta de reducir el embarazo en menores de 18 años y erradicarlo en menores de 15 todavía parece difícil de alcanzar, pues la autoridad responsable de la educación sexual en el país es omisa para enfrentarse a los grupos conservadores, advierten organizaciones defensoras de los derechos reproductivos.
En el marco del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planeado en Adolescentes, que se celebra este 26 de septiembre, miembros del Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GIPEA) denunciaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha sido omisa en reforzar la educación sexual para llegar a la meta 2030; no tiene planes específicos y aunque forma parte de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), su participación es insuficiente.
“La SEP no ha estado realmente metida en este tema, como que va y viene, está pero no dice nada. Procura no tener broncas con el tema, sobretodo porque las fuerzas de la ultraderecha están presionando para que no avance el tema de la sexualidad”, dijo Alexis Sorel, coordinador de la organización Democracia y Sexualidad (Demysex).
En agosto pasado, el Frente Nacional por la Familia pidió que los padres de niños y adolescentes sean considerados en la toma de decisiones sobre nuevos contenidos en los libros de texto gratuitos, ya que no están de acuerdo en algunos de los temas recientemente incluidos, específicamente sobre sexualidad. Frente a esta polémica y otras suscitadas por los conservadores (como su rechazo a la despenalización del aborto), la SEP ha mantenido un bajo perfil en la educación sexual a adolescentes para evitar embarazos no planeados, advirtieron los activistas por los derechos reproductivos.
Por su parte, Arie Hoekman, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) para México, Cuba y y República Dominicana criticó que los defensores de la familia tradicional -a quienes llamó “grupos antiderechos”- busquen tener injerencia en la educación sexual de los jóvenes, ya que lo que ellos buscan es prohibir su actividad sexual y eso sólo consigue el mismo resultado: embarazos no deseados que ponen en riesgo a las adolescentes y limitan su desarrollo.
“Enseñar educación sexual no es enseñar a un niño a tener sexo. Es enseñarle lo que está pasando con su cuerpo, lo que está sintiendo y por qué. Sé que tenemos resistencias y creo que en gran parte son mal informadas, simplemente porque confunden educación integrada a la sexualidad con educación para tener sexo”, dijo el funcionario de la ONU a Animal Político.
Los expertos del GIPEA manifestaron su preocupación por el avance de los sectores conservadores en las instituciones tomadoras de decisiones, como el hecho de que Morena, partido mayoritario en el nuevo Congreso federal, haya asignado la Comisión de Salud al Partido Encuentro Social (PES), abiertamente conservador y relacionado con grupos religiosos.
“Desde IPAS vamos a estar vigilantes de que la Comisión de Salud cumpla su objetivo, de los dictámenes y las posturas que tenga esta comisión”, adelantó Fernanda Díaz de León, asesora de IPAS, organización internacional defensora de los derechos reproductivos y sexuales.
Sin decisión sobre su propio cuerpo
Los expertos advirtieron que la ENAPEA tiene poco efecto al contacto directo con los adolescentes, ya que en las unidades de salud e información que les deben dar orientación sexual, así como en las escuelas, se siguen reproduciendo estereotipos de género que impiden a las jóvenes ejercer sus derechos sexuales, como el precepto de que el rol primordial de una mujer es la maternidad.
“Hemos encontrado promotoras de salud que les niegan anticoncepción de emergencia ‘porque van a querer usarla a cada rato’”, dijo Alexis Sorel. “Cuando van a pedir métodos anticonceptivos la disponibilidad se sujeta a que alguien más vaya con ellas y valide su decisión”, agregó Díaz de León.
En eventos separados sobre la conmemoración del 26 de septiembre, los defensores de los derechos reproductivos coincidieron en que los gobiernos en México y el mundo deben poner la prevención del embarazo adolescente como prioridad en la agenda social.
Arie Hoekman precisó que, al combatirlo, se resuelven varios problemas a la vez: pobreza, desigualdad de género, deserción escolar, entre otros. “Además el costo es sumamente bajo, no son grandes obras sino políticas de largo plazo”, apuntó.
Precisamente la falta de continuidad de las políticas es otro de los problemas que enfrenta la Estrategia Nacional, según las organizaciones, ya que las medidas que aplican los gobiernos se pierden cuando entra uno nuevo, además de que no hay coordinación entre la federación y los estados, lo que deriva en desperdicio de recursos y que muchos de los planes ni siquiera lleguen a algunas comunidades.
“El llamado es a que no se desaprovechen los diagnósticos, las estrategias y las acciones ya identificadas como necesarias, y volver a empezar: a tratar de descubrir las causas cuando ya está bien mapeado, bien diagnosticado. El llamado es a continuar este camino recorrido, que no se desconozca porque se va a perder tiempo muy valioso”, advirtió Fernanda Díaz.
En el evento realizado en conjunto entre el UNFPA y Conapo, la directora general de Estudios Sociodemográficos de este último, Maricruz Muradás mencionó algunas cifras de embarazo en adolescentes en México:
Hay 22.2 millones de adolescentes en el país; 37.3% de las jóvenes entre 15 y 19 años no van a la escuela y, de ellas, 19% dejó de estudiar por un embarazo o matrimonio. De las adolescentes que tienen al menos un hijo, 71% se dedican a los quehaceres del hogar, lo que “trunca su educación y amenaza sus perspectivas económicas al restarles capacidad para obtener mayores niveles de bienestar”, puntualizó la funcionaria.
Sin embargo, precisó que las cifras más exactas se darán a conocer a mediados de 2019, tras la realización de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) cuya última edición fue en 2014.
 



Source link

Related Posts