“Falta de optimismo”: Así interpreta la delegación boliviana la ausencia de Ampuero en La Haya


“Lo que nos ha sorprendido es el hecho que el ministro de Relaciones Exteriores de Chile dijo que venía y luego dijo que no venía, lo cual parece dar una señal de no mucho optimismo”, aseveró Carlos Mesa, vocero de la demanda marítima boliviana este domingo en la famosa ciudad del este de los Países Bajos. “Es una decisión que yo respeto. Lo que hoy es importante mañana será una anécdota, lo importante mañana será el fallo”.
Expertos en el mundo de las relaciones internacionales coinciden en que las señales políticas que se dan en el campo internacional son más importantes que las declaraciones. Por esto, es que la ausencia de Ampuero en La Haya motiva todo tipo de interpretaciones. Más allá de que nadie ponga en duda las capacidades técnicas del agente Claudio Grossman, fuentes con conocimiento de litigios internacionales aseguran que la falta de experiencia política de Grossman y la ausencia de Roberto Ampuero en la instancia más importante de esta contienda judicial, deja a la delegación chilena en una posición de menor fuerza -en términos de señales políticas- al compararla con la delegación boliviana que encabeza el propio Evo Morales.
Aunque en principio Ampuero afirmó que asistiría a la lectura del fallo, luego modificó su agenda a solicitud de La Moneda, con el argumento de que “consideramos que es más importante estar con el pueblo de Chile, con Chile, con nuestras ciudades”, dijo el ministro a los periodistas que cubrieron la semana pasada la visita presidencial a Estados Unidos.
De acuerdo al diseño de La Moneda para este lunes, tanto el Mandatario como el Gobierno en pleno, seguirán la lectura desde Palacio, instancia a la que además fueron invitados los presidentes del Senado, Carlos Montes, y de la Cámara de Diputados, Maya Fernández, mientras que los integrantes de las comisiones de Relaciones Exteriores de ambas cámaras se reunirán en la sede del Congreso en Santiago, en el Salón de Los Presidentes.
Pacto de Bogotá
La opinión mayoritaria en Chile, o por lo menos en el Gobierno, es clara. Tras el fallo que dictará la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la demanda marítima de Bolivia, se tendrá que determinar, además de lo que diga la Corte, es si nuestro país sigue en el Pacto de Bogotá.
Dicho pacto, que es un Tratado Americano de Soluciones Pacíficas de 1948, estuvo en mente de Sebastián Piñera durante los últimos meses, incluso fue una alternativa salirse ante un escenario adverso el lunes.
Salirse o no del Pacto de Bogotá ha generado reacciones diversas, desde el mismo país y desde el extranjero. Una de ellas es la del senador de Evópoli, Felipe Kast, quien, en entrevista con el diario La Tercera, señaló que “el Pacto de Bogotá es algo que ha traído costos para Chile”.
El parlamentario, que es partidario de evaluar la salida de Chile del Pacto de Bogotá, agregó que “eso se debe evaluar después del fallo, con calma, no es lo relevante hoy día. Lo relevante es que Chile tiene un tratado limítrofe completamente vigente con Bolivia y sin temas pendientes en materia de límites y fronteras”.
“No veo muchos beneficios hoy día en el Pacto de Bogotá, me gustaría ver también qué es lo que pasa con el caso del fallo del lunes, porque desgraciadamente los mismos jueces son designados con criterios políticos y yo siempre he sido muy contrario a organismos que finalmente terminen siendo cooptados por otros intereses. Una alternativa es salirse del Pacto de Bogotá, otra es poder plantearla a la comunidad internacional modificaciones a cómo funciona la corte, pero son todos elementos completamente discutibles y razonables”, sentenció.
Uno que mira con cierta mesura salirse del tratado es Nelson Haddad, miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien indica que “la prudencia aconseja que dicho debate tenga lugar después de conocida la sentencia, sus contenidos y las implicancias jurídicas que conlleva su parte resolutiva. Su denuncia hoy podría dar margen a una percepción de una derrota anticipada y un mensaje de desconfianza hacia la Corte que constituye el principal órgano judicial de Naciones Unidas”.
En Sudamérica ya se ha vivido una salida del Pacto de Bogotá: la que hizo Colombia tras un fallo de la CIJ que determinaba quitarle decenas de miles de kilómetros cuadrados a Colombia a favor de Nicaragua. El ex presidente Juan Manuel Santos, al respecto fue enfático. “Costo para Colombia desde el punto de vista de la comunidad internacional no hubo ninguno. Todo lo contrario”, aseguró.



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