translated from Spanish: Fotografías que se sienten | Animal Político

El día que Naivi Luis fue invitada a tomar un taller de fotografía sensorial lo único que se le ocurrió decirle a su amigo fue “¿Estás loco? Yo no veo”.
“Yo llegué a Ojos que Sienten en febrero de 2014, cuando un amigo con el que tomaba un curso de braille en Tehuacán, Puebla, me contó del proyecto, pero entonces no yo estaba segura de entrar a aprender fotografía, porque como persona ciega no sabía que podía hacer algo así”, cuenta Naivi.
Cuatro años después, sus fotografías, al igual que las de otros cuatro fotógrafos, se encuentran expuestas en el hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México.
La fotógrafa de 39 años cuenta que “lo más complicado fue entender que, a pesar de que tengo baja visión, que todavía logro ver un poco, tenía que aprender a tomar la fotografía sin utilizar la vista, solo con los otros sentidos”.
Con su cámara al hombro, Navi sale a recorrer las calles, “y si de repente siento algo, como una energía o algo que me llama, prendo mi equipo y tomo la foto”.
Desde 2006, la organización Ojos que Sienten se dedica a brindar talleres para que personas con discapacidad visual puedan capacitarse en diferentes actividades que les permitan generar fuentes de trabajo, como la fotografía sensorial y las catas de cerveza y vino.

Además de ser fotógrafa y comerciante, como parte del apoyo que brinda Ojos que Sienten, Naivi pudo certificarse como someliere y forma parte de un equipo de corredores con discapacidad visual.
“Simplemente me imagino y tomo las fotos”
Marco Antonio Martínez es otro de los fotógrafos que se encuentran exponiendo en el hotel Presidente Intercontinental.
En 2006, año en que se fundó Ojos que Sienten, él formó parte de la primera generación del taller de fotografía sensorial.
“Antes del taller, mi única experiencia en la fotografía era que, cuando todavía podía ver, tomaba algunas capturas en eventos como bodas o fiestas. Siendo ciego, alguna vez un tío me pidió tomar una foto de mi abuelo, pero francamente no supe ni cómo salió”, explica.
Sin embargo, el momento en el que la fotografía lo atrapó fue la primera vez que imprimieron sus fotos y las analizaron.
“Mi maestro me dijo ¿qué querías fotografiar?’ yo le expliqué y ella me empezó a describir cómo habían salido las imágenes que tomé. Así fue como comencé a adentrarme. Después de ese día, cuando tomaba una foto me ponía ansioso de que llegara el momento de la descripción, para saber si lo que quería retratar aparecía”, cuenta.
Marco Antonio explica que, para una persona con discapacidad visual, tomar una foto implica un proceso creativo complejo, que pasa porque el fotógrafo debe imaginar en su mente la imagen que quiere plasmar.

“Cuando se toman fotografías construidas se pueden acomodar los diferentes elementos de acuerdo a lo que el fotógrafo quiere lograr, así también pueden modificarse los encuadres y ángulos al gusto”, dice.
Para realizar retratos “me guío por su voz, y si es algo relacionado con la naturaleza utilizo el tacto y con mi mano voy sintiendo las formas y las texturas”.
En el caso de los objetos grandes, cuenta, utilizan descripciones realizadas por la persona “normovisual” que les acompaña. “Yo hago preguntas sobre cómo es el objeto, dónde está y qué tan lejos, y así puedo imaginar las dimensiones de lo que hay frente a mí”.
“Cuando no hay descripción, simplemente me imagino y tomo las fotos al ahí se va, aunque a veces no salen como a mí me gustaría, pero siempre salen cosas interesantes”, afirma.
Sus fotografías han sido reconocidas: una de ellas, en la que retrató un sueño en el que aparece un pegaso, fue elegida como la portada del ejemplar número 79 de la revista Cuartoscuro, y otra titulada “Empatía” fue premiada por la organización ABC de la discapacidad.
Marco, quien además de ser fotógrafo hace actuación, da consultorías en temas de discapacidad y trabaja en coaching para personas ciegas, cuenta que su próximo proyecto es llevar la imaginación y las imágenes más allá de la foto, pues piensa aprender video.
Fotografías con causa
De acuerdo con Gregorio Rivera, encargado de comunicación y fotografía en Ojos que Sienten, la exposición que actualmente tienen en el Hotel Presidente Intercontinental es una muestra de 28 imágenes tomada por cinco fotógrafos de la organización.
“La curaduría está ordenada por colores, está montada en un espacio cuadrado y comienza el recorrido con imágenes en blanco y negro, y de ahí va jugando con los tonos azules, amarillos, verdes y finalmente llega al rojo, que es el color que representa a nuestra organización”, explica.
Rivera señala que la exposición tiene como objetivo “que la gente tenga un acercamiento a la fotografía sensorial, y que con ese interés se vayan motivando para involucrarse más con la organización”.
Las 28 fotografías expuestas se encuentran a la venta, y el dinero obtenido de ellas se encuentra destinado a financiar los talleres de los expositores y personas que decidan iniciarse en la foto sensorial.
En los 12 años que tiene Ojos que Sienten realizando proyectos para apoyar a personas con discapacidad visual han realizado 13 exposiciones fotográficas, han dado más de 2 mil 600 capacitaciones en materia laboral y han generado 60 oportunidades de empleo.
Ante la pregunta de si invitaría a otras personas con discapacidad visual a adentrarse en la fotografía, Marco finaliza diciendo que “más que invitarlos quisiera retarlos a que se demuestren que son capaces de hacer muchas cosas, y si son capaces de tomar una fotografía que transmita emociones, entonces pueden hacer lo que quieran”.
Para conocer el catálogo completo de las fotografías de Ojos que Sienten y adquirir alguna de las imágenes, visita su página de internet. (http://www.ojosquesienten.com/galerias/)
La exposición temporal de fotografías estará en el Bar Epicentro del Hotel Presidente Intercontinental hasta el próximo 21 de octubre.

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