¿Si escatimas la vara, arruinas al chico? Castigo físico y disciplina en el Caribe



 
Por Laurence Telson*
¡Escatima la vara y arruinas al chico! ¿Quién en el Caribe no ha escuchado este críptico proverbio bíblico que, de por sí, alguna vez trajo un castigo a su postrero por un crimen ya olvidado?
El Caribe alberga a algunos de los países más ricos per cápita de la región. En términos de desarrollo humano, Bahamas y Barbados se encuentran entre los países con un nivel de desarrollo humano calificado como “muy alto” y otros seis países se encuentran en el nivel “medio”. Asimismo, los países anglófonos del Caribe se encuentran entre los menos corruptos del mundo. Esto en gran parte se debe al desarrollo social tradicional para todos y al fuerte estado de derecho.
Más allá de estos macro datos y de la visión idílica del Caribe como lugar de surf y diversión, el Caribe también es un lugar donde la violencia es parte del tejido social, comenzando en el hogar. El castigo corporal (nalgadas, azotes y otras agresiones físicas) en el hogar es un método antiguo y legal para mantener a los niños en línea en 12 países del Caribe sobre los cuales hay datos.
Y no hay límite de edad o espacio seguro para escapar del látigo. Tanto los niños de edades tempranas como los adolescentes son vulnerables en sus hogares y, en todos los países, exceptuando Jamaica, Trinidad y Tobago y Haití, los azotes son permitidos incluso en entornos de cuidado alternativo. Solo las islas caribeñas de los Países Bajos—Aruba, Curazao y San Martín—han prohibido por completo todas las formas de castigo físico a los niños, incluso en el hogar.
A pesar de la creencia de que el castigo físico es una opción parental aceptable y transferible para la disciplina, se ha demostrado repetidamente que la violencia engendra violencia. Existe fuerte evidencia que demuestra que los niños que a menudo son víctimas de violencia física y sexual corren un mayor riesgo de repetir este comportamiento como adultos. La violencia también afecta el desarrollo cognitivo: los niños víctimas de la violencia y el castigo corporal tienen más probabilidades de obtener puntajes más bajos en los exámenes nacionales.
Quiero dejar claro que esta forma de violencia infantil no se limita al Caribe. En términos porcentuales, el castigo físico es igualmente aceptable en América Latina, donde alcanza un 37%, que en el Caribe es un 35%. De igual modo, contrario a la creencia popular, en Canadá la nalgada es legal en los hogares, bajo estipulaciones precisas y en los Estados Unidos es legal además en los colegios de 19 estados.
La mayoría de las naciones del Caribe han logrado grandes avances en desarrollo económico y social, pero la violencia sigue siendo una plaga histórica que afecta a estas islas hasta hoy. Debemos abolir todos los tipos de castigo corporal. Hasta que esto se haga, no podemos esperar que disminuya la violencia en nuestros países.
 
Laurence Telson es ciudadana de los Estados Unidos y nativa de Haití. Actualmente trabaja en la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo.



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