Vestido con su uniforme escolar, dentro de un canal pluvial que cruza por el fraccionamiento Alturas del Sur, en Culiacán, fue como familiares hallaron el cuerpo del menor Jorge N., quien apenas tenía 12 años de edad.Él fue víctima de las sorpresivas lluvias que cayeron a temprana hora en la capital sinaloense, que obligó a que se suspendieran las clases en todos los niveles educativos en la capital sinaloense.Con su muerte, durante este año, la temporada de lluvias ha cobrado la vida de cinco personas: cuatro ahogadas y una electrocutada. Además, dos mujeres aún están desaparecidas desde el pasado 20 de septiembre.
Vecinos miran atónitos el hecho que conmocionó a la ciudad. Foto: El Debate
Los hechosEran cerca de las 10:20 horas cuando los vecinos de Alturas del Sur recorrían el bulevar principal de dicho complejo habitacional. De pronto, las actividades en los comercios cercanos se detuvieron al escuchar una trágica noticia que dio un giro inesperado y los llenó de asombro y pesar, pues el pequeño cuerpo vestido con pantalón tinto y camisa blanca yacía dentro de un canal pluvial sin vida.Apenas lo cubría un poco de agua que quedó tras el fuerte aguacero que azotó no solo el fraccionamiento, sino toda la ciudad. Decenas de personas se iban acercando, no sin antes dar parte a los cuerpos de seguridad mediante los números de emergencias.Eran lamentos sobre lamentos, pues nadie podría creer lo que se veía.El hallazgo del cadáver llegó a oídos de sus familiares, quienes tenían rato buscándolo, pero no lo encontraban.Por momentos, nadie decía nada. El silencio era la muestra evidente de la situación que en esos instantes la familia de Jorge estaba viviendo.
Peritos realizan labor de campo en el lugar donde murió Jorge. Foto: El Debate
Los minutos pasaban. Policías y cuerpos de rescates comenzaban a delimitar el área para que ninguna persona se atreviera a cruzar la delgada línea amarilla.Hubo quien lo hizo: su papá, quien, a pesar de que policías custodiaban el perímetro, ingresó y pedía de favor que lo dejaran ver a su hijo.Detrás de él llegó la mamá del menor, y los profundos gritos de dolor estremecieron a todos los presentes.Jorge, de 12 años —a versión de las autoridades—, salió de su casa rumbo a la escuela, pero al enterarse de que se habían suspendido las clases porque estaba lloviendo ya no regresó a casa, por lo que sus seres queridos duraron horas buscándolo por todas partes, y en el lugar menos indicado lo fueron a hallar.Ante tales circunstancias se requirió el apoyo de las autoridades correspondientes, como la Fiscalía General de Justicia del Estado, pues serían ellos los que ingresarían hasta el lugar donde estaban los restos del adolescente.
Foto: El Debate
Una vez que llegaron, tomaron sus herramientas, y vistiendo de blanco atravesaron la cinta amarilla para iniciar primero a realizar fotografías panorámicas, captando el cuerpo de Jorge y su entorno.Los especialistas estuvieron trabajando por espacio de más de una hora recolectando todo tipo de evidencias.Cuando finalizaron, subieron los restos de menor a una camilla rígida, y ante la mirada de decenas de personas lo subían a un vehículo de la Dirección de Servicios Periciales, donde posteriormente lo llevarían al anfiteatro para realizarle la autopsia como parte de los trámites de ley.Entré lágrimas, familiares y amigos despiden a JorgeUn ambiente de tristeza y de silencio se vivía la noche de ayer en una funeraria de la localidad, pues ahí velaban los restos de Jorge N., quien murió a consecuencia de la torrencial lluvia registrada la madrugada de ayer.Llena se hallaba la sala Jericó, donde se encontraba el féretro color gris, que estaba cubierto con un arreglo floral de rosas blancas a sus pies y una cachucha negra en la parte del cristal. Tal vez era esa la gorra que siempre traía puesta y que no dejaba, solo cuando iba a la escuela.
Anoche le dieron el último adiós. Descanza en paz, Jorge. Foto: El Debate
La mayoría de las personas eran niños, algunos compañeros de la secundaria, quienes a las 22:30 horas todavía portaban el uniforme de la ETI, ese uniforme que él portaba la mañana en que se dirigía a su escuela, pero que la lluvia le impidió llegar.Miguel Erasmo, amigo y compañero de salón de clases de Jorge, estaba ahí, pensativo, junto a sus demás compañeros, tal vez recordando los momentos que pasaron jugando a las “tentadas”, como dijo cuando habló cabizbajo.
“A él le gustaba la soldadura, es lo que a él le gustaba”, comentó con tristeza al preguntarle sobre su amistad con Jorge. Sonriendo por un momento, aseguró que tenía muchos amigos en la escuela.Narra que se enteró de su muerte como a las diez de la mañana, cuando estaba en la escuela. Al momento, otro amiguito señaló que él no fue por la fuerte lluvia.Los demás compañeritos guardaban silencio, como todos los otros niños y adultos que acompañaban a la familia, que se encontraba destrozada por la muerte de Jorgito.En esta nota:
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