Caos centralista: empresas ricas, regiones pobres


El Ministro de Hacienda no se inmuta en congelar los escuálidos fondos regionales, pero da cátedra contra el federalismo fiscal. En el sur la pobreza sigue siendo grave, mientras las celulosas duplican sus plantas y triplican utilidades. Las zonas mineras, industriales y portuarias reciben todo el daño ambiental pero no reciben tributos territoriales relevantes. Se aprueba la elección de gobernadores regionales pero se teme a una ley de rentas regionales. En regiones duermen varios megaproyectos de integración y transporte, no hay tren ni corredores de buses, pero el Gobierno retrasa la creación de áreas metropolitanas y las nuevas divisiones para empujar la movilidad, la economía y el desarrollo sostenible. 
No hay dinero en este caos centralista cooptado por el gran capital y se niega el mínimo empoderamiento fiscal; lo que hace que Chile (junto a Turquía) sea lo más rezagado y centralista de la OCDE. China y Ponce Lerou se quedan con el litio ante la aberración de CORFO y la inopia de los entes estatales. Tenemos Regiones desnudas de poder y de recursos por el centralismo neoliberal tributario.

La UDI lleva la batuta de “perdonazos”  a quienes no se justifican y las exenciones populistas que tienen en la bancarrota a los municipios con el 80% de las viviendas exentas; además de mantener el tope a las mega- empresas para pagar las patentes comerciales. Eso es la verdadera irresponsabilidad fiscal histórica del centralismo chileno. Dan cátedra y tienen un sistema centralizado de transporte en Santiago con un 30% de evasión en el pasaje, mientras los provincianos pagamos y les subvencionamos. 
Los Regionalistas Verdes hemos estado abiertos a que el Gobierno modifique su reforma tributaria pasando de favorecer a los grandes conglomerados a un foco de apoyo a la PYME y a las rentas regionales, en base al consenso de la Comisión Presidencial del 2014: rentas por ley para evitar lo que ocurre hoy en que el Ejecutivo puede rebajar los Fondos de inversión, co-participación en recaudación nacional. Necesitamos tributos territoriales por recursos naturales y la posibilidad de un moderado endeudamiento para mega-proyectos de infraestructura.
Este esquema es de verdadera co-responsabilidad en base a mejores servicios y cuidado de los recursos. La irresponsabilidad es seguir con el poder de la caja negra de la burguesía fiscal central, los privilegios militares y la baja tributación de las mega-empresas que acumulan a costa de desfavorecimiento de las regiones. 
 

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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