translated from Spanish: La prueba de fuego de la ministra Cubillos, la protegida de Chadwick

El criticado proyecto de Aula Segura –que busca agilizar el proceso de expulsión de estudiantes que protagonizan actos violentos, portan elementos incendiarios o armas– ha cooptado la atención mediática y ha conseguido el apoyo de la opinión pública, luego que el Gobierno desplegara una fuerte maniobra comunicacional que logró poner en el tapete la discusión sobre la extrema violencia en los colegios.
Un éxito no menor, si se considera que La Moneda transformó en un tema país una situación acotada a siete recintos en Santiago, según ha afirmado el director de la Escuela de Publicidad de la UDP, Cristián Leporati. Un despliegue que tuvo su golpe de gracia con la difusión –por parte del alcalde de Santiago, Felipe Alessandri– de un video a través de Twitter en que algunos estudiantes del INBA golpeaban en el suelo a un carabinero, justo antes de que se iniciara la tramitación del proyecto en la Comisión de Educación del Senado.
Aula Segura ha permitido al Gobierno –según reconocen– mostrar un oficialismo “coordinado, cuadrado y organizado” tras la iniciativa,  con parlamentarios, asesores y ministros desplegando en público y en privado un mismo discurso, algo poco usual en el sector. Un acierto y estrategia que, en todo caso, no tiene su origen en la conducción que ha hecho del tema la ministra de Educación, Marcela Cubillos, sino que en el corazón de La Moneda, puntualmente por la supervisión, monitoreo y directrices que define el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
En el Ejecutivo explicaron que Chadwick lleva meses al tanto de una investigación coordinada por el departamento de Inteligencia de Carabineros, que intenta desbaratar algunos grupos “violentistas que tienen expresión entre los estudiantes”.
Desde el Mineduc afirman que el titular de Interior se habría “tomado” el ministerio desde que se comenzó a trabajar la idea Aula Segura, que ha sido clave en su impulso y tramitación en el Congreso, aunque no todos en dicha cartera consideran la iniciativa como “una gran política educacional”, sino más bien la reconocen como un proyecto “acotado de seguridad civil”. Pero desde Palacio afirman que este proyecto “une a la seguridad y a la educación, dos centralidades del Gobierno”.
La mano dura de Interior
Sin embargo, esta injerencia de Interior en el Mineduc se incrementó con la llegada de Cubillos a la cartera. Para nadie es un secreto que la ministra es parte de grupo más cercano de Chadwick, son amigos hace años y han compartido una misma línea al interior de la UDI. Es esa cercanía una de las credenciales que habría llevado al Presidente Sebastián Piñera a sacarla de Medio Ambiente e instalarla a la cabeza del Ministerio de Educación.

Cubillos con Chadwick mantendrían una “colaboración activa”, tanto que desde el oficialismo destacan que la ministra de Educación no hace nada sin consultarle al jefe del Ministerio del Interior, lo llama las veces que sea necesario cada día. Eso, aparte del hecho de que la jefa de gabinete del Mineduc es precisamente la hija del ministro, Camila Chadwick.
La ministra Cubillos tiene un “fugaz pero intenso paso por el mundo de la educación”, afirman en la derecha. Mientras fue diputada de la UDI integró la Comisión de Educación, tiempo en el que compartió labores con el entonces senador Chadwick, incluso legislaron juntos en la comisión mixta que hubo por la Ley General de Educación durante el primer Gobierno de Michelle Bachelet.
Cubillos, además, fue quien lideró la acusación constitucional contra la entonces ministra de Educación, Yasna Provoste, libelo que fue aprobado en la Cámara Baja y el Senado, razón por la que la actual senadora DC tuvo que dejar su cargo. Un hecho que, a juicio de la derecha, no está del todo olvidado, ya que aseguran que la fuerte resistencia al proyecto de Aula Segura que hay en la comisión y especialmente de Provoste –quien la preside– responde precisamente a este episodio, a “asperezas políticas del pasado”.
El blindaje y protección política de Chadwick no ha evitado que las últimas dos semanas quedara en evidencia en el Congreso la “falta de maniobra de la ministra”. En el propio oficialismo reconocen que en dos oportunidades Cubillos ha tenido que pedir ayuda para destrabar la discusión del proyecto, una el martes 9 de octubre, en que antes de anunciar el cambio de urgencia llamó al subsecretario de la Segpres, Claudio Alvarado, para que negociara con la oposición, y la otra este martes 16 –agregaron en el oficialismo–, cuando Cubillos “sacó la artillería pesada”, ya que pidió que se citara a Chadwick como invitado a la comisión.
La idea surgió después que en una de las sesiones la ministra fue consultada por las cifras de violencia al interior de los colegios, el detalle de las denuncias realizadas por el Ministerio Público y el recuento de Carabineros. Fue ahí cuando la jefa del Mineduc respondió que no tenía dichas cifras, pero que se citara al ministro del Interior para conocerlas.
En la sesión, Chadwick golpeó la mesa y recalcó que el proyecto cumplía con el debido proceso. También dio a conocer las cifras y dijo que “este año llevamos 78 ataques incendiarios”, a la vez que recalcó que, de acuerdo a Carabineros, “se han lanzado 759 bombas molotov”. Llevó consigo un compilado de imágenes de lo que denominó “actos de extrema violencia, provocados por delincuentes, ellos no son estudiantes”, una performance que tuvo su climax cuando afirmó que existen antecedentes, “todos lo sabemos”, de que operan grupos anarquistas “que tienen conexiones internacionales y que podrían conectarse con estos grupos de los overoles blancos, no lo sé”.
Para el doctor en educación de la Usach, Jaime Retamal, en el proyecto de Aula Segura es evidente la política de seguridad que tiene el Ministerio del Interior, destaca que “no predomina el ethos educacional ni pedagógico, predomina el ethos del miedo, disciplinamiento y de la seguridad”. Agregó que “claramente el Ministerio del Interior está detrás de esta política y quién sabe qué otras intenciones hay detrás, quizás ampliar esta política a las universidades”.
Para la académica de la Facultad de Psicología de la UDP, María Isabel Toledo, esta política educacional basada en la seguridad es propia de la impulsada en la dictadura. “Después del Golpe de Estado, hay información documentada que muestra que, una vez que se atendió el sentido de la urgencia de las Naciones Unidas, se concibió a la educación como un problema de seguridad nacional y seguridad pública, el mismo Hernán Larraín lo relata en su libro”, señaló.
La académica agregó que en el año 2005, a partir del Gobierno de Ricardo Lagos, “se empiezan a hacer las mediciones de violencia y fueron situados como un problema de seguridad ciudadana, fueron definidas desde el Ministerio del Interior y el Mineduc, desde ahí se ha ido desplazando el discurso hacia un tema de seguridad ciudadana”.
Para Cristián Leporati, la estrategia de impulsar el proyecto de Aula Segura responde directamente a la bajada material del discurso de “Chilezuela”, que tomó fuerza durante la segunda vuelta presidencial.
El peso de la familia
El rol de la periodista Camila Chadwick como jefa de gabinete de Cubillos ha generado ruido al interior de los equipos que ha manejado la ministra. Desde el Mineduc afirmaron que la hija del ministro del Interior llegó desde Medio Ambiente junto a Cubillos a “borrar con la anterior administración, no en un ámbito técnico, pero sí a nivel comunicacional, ella y su equipo de periodistas llevan las riendas”. Un sello que ha sido bien recibido no solo en La Moneda, sino que en el oficialismo donde consideran que el Mineduc está mucho “más ordenado con la política del gobierno”.
Pero su estilo genera igual ronchas y críticas. No por nada la bullada salida de Rodrigo Benítez de la subsecretaría de Medio Ambiente estuvo marcada, precisamente, por el rol de Camila Chadwick, uno de las asesoras mejor pagadas en esa cartera, quien tendría una política de “lote, le encanta arrebatar de gente cercana su equipo”, afirman desde su ex ministerio. .
La jefa de gabinete es parte del núcleo duro de la ministra Cubillos, quien la ha defendido públicamente ante las críticas que acusan nepotismo tras su designación, una confianza que estaría cimentada en el trabajo que han realizado en conjunto y a la cercanía de la ministra con el poderoso ministro del Interior. “Eso no le quita mérito a Camila, su caso es distinto al de su hermano”, destacaron desde la UDI.
Falta de educación en el Mineduc
Entre los cuadros más técnicos del Mineduc hay preocupación por el retraso en políticas “importantes para esta administración, por ejemplo el sistema unificado de créditos”, conocido como el CAE 2.0. Señalan que si bien el ex ministro Gerardo Varela “se arrancaba con los tarros”, no impedía el avance del programa de educación del gobierno.
Para Cristián Leporati este vacío de contenido suele ocurrir en despliegues comunicacionales efectistas, explica que “lamentablemente, muchas veces en el afán de figurar los gobiernos son capaces de proponer proyectos que de verdad no son relevantes ni significativos y darle una relevancia fundamental, cuando hay temas más importantes en educación o como el conflicto ambiental en Quintero y Puchuncaví”.
Esta falta de política educacional sería una de las principales críticas internas a la ministra Cubillos. A pesar que todo el oficialismo está cuadrado detrás de Aula Segura, cercanos a la actual administración recalcan que se está “destinando fuerzas innecesarias” al proyecto, lo que ha significado retrasar la agenda de primera infancia o desaprovechar otras oportunidades, como la polémica detrás del proyecto “Jardines Meta” del anterior gobierno, el que ha sido calificado como “deficiente” por la ministra.
A pesar que todos en la derecha parlamentaria destacan la relevancia del proyecto Aula Segura, temen que el legado de la ministra Cubillos “muera” ahí y por eso, coinciden en que es importante retomar los ejes de la calidad educativa, la centralidad en la primera infancia y “terminar con el CAE, eso está ahí, es cosa de tomarlo”.
Desde la comisión de educación de la Cámara destacan que la ministra “ha estado muy, muy ausente”. Actualmente en la instancia se tramita la Ley de Kínder Obligatorio y el proyecto de violencia en las escuelas patrocinado por la diputada Camila Vallejo. Los parlamentarios recuerdan que cuando se ha tratado el tema de violencia en la Cámara, “en algunas sesiones no hubo nadie del ministerio”. A la única autoridad que se le ha visto más presente en la Cámara es a la Subsecretaria de Educación Parvularia, María José Campos, porque el subsecretario Raúl Figueroa “desapareció después de Varela”, según un parlamentario.
Por otra parte, la ministra Cubillos sólo asistió a la sesión en la que se citó a la ex ministra, Adriana Delpiano, para hablar sobre los “Jardines Meta”. Delpiano se fue antes de terminar la sesión, debido a que tenía que exponer en la comisión investigadora por TVN, minutos después la actual mandamás de educación se retiró en medio de un intenso debate con la diputada Vallejo. “La ministra se fue y dejó a la subsecretaria sola en la comisión”, señala un asistente a la instancia.
El diputado socialista y miembro de la Comisión de Educación, Juan Santana, asegura que “lo que busca la ministra Cubillos es visibilidad mediática, es lo único que sacamos como conclusión, ¿querrá ser candidata? Nadie lo sabe”. Recalca que “el gobierno intenta dilatar este debate el periodo más extenso posible y que no ha buscado sacar adelante siquiera los otros proyectos que el Ejecutivo ha ingresado”, entre ellos, el de la gratuidad de los IP y CFT.

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