La crisis que atraviesa todo el país llegó al cine: ya sea en la distribución de las películas, en la producción o rodaje, el mundo audiovisual se ve día tras día afectado con las medidas de ajuste.Sin embargo, este panorama golpea con más intensidad en el cine independiente. Por ese motivo, desde el Colectivo de Cineastas directores, productores y realizadores se reunieron en el Centro de la Ciudad para marchar en defensa del sector.Para entender más detalles sobre la movilización, FILO dialogó con Alejandro Rath, quien brindó detalles sobre las razones y claves para entender su lucha.1. ¿Cual es el estado del cine independiente?
“Hoy marchamos al consejo asesor, que es una instancia del INCAA, como parte de una lucha que venimos dando hace varios meses contra el ajuste (…) esto impacta en los festivales, distribución, ENERC, en todo el mundo audiovisual”, señaló Rath su relato, de cara a la marcha de esta tarde.¿Cuál es el contexto? “Este ajuste se está aplicando a través de un plan de fomento que lanzaron en 2017, que aumentaba las restricciones para el cine independiente, ya que le aumentaron el presupuesto sólo a grandes producciones, ligadas a los grandes medios”.Por lo tanto, explicó que desde el INCAA tomaron varias medidas y resoluciones que complicaron las financiaciones de las películas: “Concentran la producción en pocas manos: en resumen, menos películas más caras”.
Históricamente, el cine independiente era financiado por un sistema de otorgamiento de créditos. Sin embargo, Rath explicó que fueron eliminados: “Han creado un sistema de subsidio que implica un recorte en presupuesto, y que se entrega de manera arbitraria”, agregó.A raíz de este conflicto, la temática comenzó a instalarse en la agenda de toda la sociedad. Justamente, en el libro “Nuevo cine argentino: temas, autores y estilos de una renovación” los autores Paula Félix-Didier, Leandro Listorti y Ezequiel Luka aseguraron: “Las serias dificultades de circulación del material independente constituyen hoy el problema más serio que deben enfrentar los realizadores, ante la carencia de un circuito que albergue este tipo de producciones”.2. Los motivos
Entre otros, Rath aseguró que las principales razones por las que realizan el reclamo son:1. “Que dejen de subejecutar el presupuesto”.2. “Que vuelvan a implementar la partida de créditos”.3. “Tener los instrumentos necesarios para que el cine independiente se siga filmando”. 4. “Que se siga filmando comités de evaluación para el acceso de nueva películas al fomento”.5. “Discutir un nuevo plan de fomento que elimine las restricciones para el cine independiente, que tenga en cuenta un cine volcado a uno de miradas y no de mercado en manos de las grandes empresas”.3. ¿Se ve reflejado en el producto?
Todo este conflicto impacta no sólo en los trabajos de los empleados del cine independiente, sino que también en el producto final: la película.”En los últimos 10 años se realizaron miles de películas de producción, de miradas, muy interesante y muy rico (…) ahora concentran en pocas manos, quieren un cine más comercial y no uno de autor que tiene que ver con un desarrollo cultural”, afirmó.
“En la distribución el mercado está cada vez más concentrado en las películas norteamericanas y en los “tanques” nacionales”, sostuvo Rath.
Menos semanas de producción, menos financiación: “Esto obviamente tiene una consecuencia en la producción, en las películas y en la calidad. No es lo mismo que filmar en 4 o 5 semanas, como era habitual, que en 3 y como menos plata y locaciones, toda una serie de cuestiones que hacen a la realización y que el ajuste se refleje en los rodajes”.Rath finalizó: “En la distribución el mercado está cada vez más concentrado en las películas norteamericanas y en los “tanques” nacionales. Para las películas pequeñas y medianas es cada vez más complicado acceder a las salas y competir sin apoyo alguno de difusión”.
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