La economía de AMLO | EL DEBATE



¿Hacia dónde va la economía? Se afirma que en materia económica habrá un verdadero cambio de régimen. Pero no está clara la ruta a seguir. Ahora existe gran incertidumbre entre empresarios e inversionistas por el curso que se le dará a la cuarta transformación. Los capitales necesitan definiciones, y estas aún no llegan.Los mercados no toleran las indecisiones. En México ya hay desaceleración económica, inestabilidad cambiaria, aumento de precios y presión al alza en las tasas de interés. Con sigilo empiezan a salir capitales y se detiene la inversión extranjera. Poco a poco se está configurando un escenario propicio para detonar la nueva crisis económica.En las últimas décadas el manejo de la política económica nacional ha sido muy clara y precisa. Independientemente de sus resultados, el esquema no sufrió modificaciones sustanciales. El motor del crecimiento ha sido el sector externo. Exportaciones, inversión extranjera, remesas, petróleo y turismo generaron recursos suficientes para garantizar estabilidad macroeconómica.Sin embargo, esta estrategia propició lento crecimiento y concentración de la riqueza. También aumentó la pobreza y la desigualdad regional. Aquellos sectores productivos nacionales que no están vinculados al sector externo ahora enfrentan un franco deterioro. Seguir esta ruta es tener un México dividido: una parte moderna y competitiva, y otra que solo acumula rezagos económicos y sociales.Todo indica que el gobierno de AMLO cambiará el enfoque económico. De uno sustentado en el sector externo, se pasará a otro que tiene como prioridad el fortalecimiento del mercado interno. Ver hacia dentro, en vez de hacia afuera. Dar respuestas a las mayorías, y eliminar el régimen de privilegios para unos cuantos. Atender la economía real, en lugar de priorizar la economía financiera.El problema está en el cómo. No queda claro cómo se transitará hacia una nueva economía nacional. El presidente electo ha expresado pocas definiciones. Por ejemplo, dijo que respetaría la autonomía del Banco de México. Ello significa que no utilizará medidas de tipo monetario, como aumentar el circulante, manipular tasas de interés o sobrevaluar el tipo de cambio.De ser así, solo quedan las medidas de política fiscal. Pero en este ámbito las cosas no parecen favorables. Por el lado de los ingresos, no solo se comprometió a no aumentar de tasas de impuestos, sino que las va a reducir a la mitad en la zona fronteriza. También evitará el incremento en los precios de gasolinas y electricidad. Tampoco se contratará deuda. Sin embargo, las cuentas no cuadran.El nuevo motor de la economía será el gasto público. Pero la pregunta es: ¿de dónde se obtendrán los recursos para un mayor gasto? El combate a la corrupción no es suficiente como respuesta. La economía no crece con arengas políticas. ¿Cómo se hará crecer la economía de México? Esta es la duda que recorre el país.



Source link

Related Posts

Add Comment