Hasta hace aproximadamente cinco años, muchísimas cosas que hoy nos llaman la atención o repudiamos, pasaban inadvertidas. Chistes, canciones, acciones, vínculos, respuestas y obras de arte.
Pero el feminismo cambió de manera radical cómo nos vinculamos con el resto y con nuestros propios gustos y consumos. Este martes 30 de octubre es el cumpleaños de Maradona, el jugador de fútbol más importante de nuestro país y, quizás, del mundo. Y a raíz de eso, en las redes el debate sobre si “bancar” o no “bancar” al astro de la pelota volvió a surgir fuerte.
¿Se puede separar a la obra del artista? Un video en el cual Maradona maltrata y violenta a la novia, es uno de los argumentos válidos en el eje de la discusión pero del lado de enfrente cientos de jugadas y una copa mundial buscan refutarlo.
Para entender, FILO habló con la periodista, escritora y feminista Tamara Tenenbaum y con la periodista deportiva Antonella Valderrey.
Cuando se activa el feministómetro
No hay un sólo feminismo ni una sola manera de serlo y ejercerlo, pero cada feminista tiene sus límites. Si buceamos un poco por las redes sociales, encontramos que hay quienes opinan que, si te gusta tal o cual banda o reivindicás a tal o cual personaje, “no deberías llamarte feminista”.
Para Tamara, “medirse el feminismo”, es un error. “No estoy a favor del feministómetro. No me interesa decirle a nadie que es menos feminista por Maradona, no me parece que sea una buena forma de construir y de conversar”, indica la escritora.
Si bien no medir el feminismo ajeno es clave para formar parte de un movimiento gigante y heterogéneo, tener ídolos incuestionables en esta época es controversial. “Tampoco estoy a favor de endiosar a un ídolo sin señalar, por ejemplo, que vimos todos cómo le pegó a su novia en un video. Me parece mucho no señalarlo”, dice y agrega: “Cuando decimos ´no importa porque es un grande´, lo que hacemos es contribuir con lo que la filósofa Kate Manne llama “himpathy” (empatía de él), que es perdonarle todo a los hombres poderosos. Hace mucho tiempo que Maradona no es un “negro pobre” como lo presentan, hay que tener cuidado con contribuir a que a los varones poderosos sean inmunes a todo. Si a tu vecino cuando golpea a su mujer lo denunciás, habría que hacer lo mismo con nuestros ídolos”.
A favor de todo lo bueno
La periodista deportiva Antonella Valderrey, tiene una opinión formada al respecto y sostiene: “Es un tema sumamente controversial. No considero que admirar a Diego sea necesariamente machista. Hoy leí una frase que expresa claramente lo que pienso sobre el tema: a Diego no se lo admira por lo que él hizo con su vida sino por lo que generó en la vida de los demás”.
“La mano de Dios” | Foto: Twitter
Si bien para la periodista el ídolo va mucho más allá de quien es sino de lo que hizo, tampoco se puede mirar para otro lado. “Por supuesto que muchos actos suyos nos resultan repudiables y las consecuencias las afronta él mismo tanto en su vida como en la justicia. Pero su legado va mucho más allá. Diego le cambió la vida a una ciudad entera, le dió alegría a un pueblo que venía del dolor de una guerra injusta, le dio a la Argentina la gloria absoluta, tiene un activo compromiso social. Y admirar eso no es justificar su parte más oscura”, agrega.
Revisar a nuestros ídolos, la tarea
“Me parece que está bueno conversar sobre estas cuestiones, y entender quiénes son las personas que idolatramos. Que sean hombres poderosos y que por eso intocables, contribuye a esa idea de que los varones ricos pueden hacer lo que quieran porque total lo vamos a bancar igual. Tenemos que discutir públicamente quiénes son nuestros modelos sociales y quiénes no, pero no con el femintometro en la mano”, refuerza Tenenbaum.
Aunque rico, Maradona nunca dejó de ser “del pueblo”. Viene de un hogar humilde y llevó a la Argentina a ser líderes del mundo en el deporte que más mueve. Por otro lado, siempre se caracterizó por ser violento, muchas situaciones de fotógrafos o periodistas lastimados por el astro en sus épocas de furia con la prensa refuerzan la teoría pero, a su vez, siempre resulta carismático, elocuente y popular.
“Diego es un combo explosivo. Es difícil correrlo del lugar de figura popular para evaluarlo como a una persona normal. No pasa sólo con el feminismo, sino también con la política, con la grieta futbolera, porque hay hinchas de todos los clubes que lo aman aunque él esté identificado con Boca. Los que quieren a Maradona lo quieren por lo que es, con sus virtudes, sus errores y sus contradicciones”, finaliza Valderrey.
¿Y los varones?
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Una publicación compartida de Diego Maradona Oficial (@maradona) el 6 Jul, 2018 a las 4:39 PDT
Así como el debate surge dentro del movimiento feminista, Maradona interpela sobre todo a muchísimos hombres, así que hablé con el periodista deportivo Ernesto Provitilo y le pregunté qué opina al respecto.
“¿La verdad? No sé. ¿Dalma Maradona bancará a su papá? Supongo que sí. Lo bancará en todo? Supongo que no. ¿Se puede ser gris en esto? No sé. Diego choca con un Scania de frente contra una inmensa cantidad de reivindicaciones del colectivo feminista. Es misógino. No ha reconocido hijos. Ha maltratado con violencia a más de una de sus compañeras de vida. No obstante, ¿no conocemos a muchas activas luchadoras por la igualdad de género que sienten admiración por su figura? ¿Cómo es posible? No sé”, se pregunta y se responde Provitilo.
Foto: Instagram oficial
De la muerte, la infidelidad y de las contradicciones, nadie se salva. Para el periodista, los fenómenos populares se paran por sobre las discrepancias. “Desde allí se construye política, además. El feminismo en su despertar avasallante, hermoso, espectacular, tiene necesarias contradicciones. Hay corrientes que no negocian bajo ningún punto de vista la impunidad de un macho. Hay otras corrientes que deciden adecuar íconos populares, perpretados en el privilegio del patriarcado, a una cosmogonía feminista para transformarlos desde allí. El acto de deconstrucción”, reflexiona.
“Mal que nos pese, Maradona es un fenómeno popular. Ergo, es un cúmulo de contradicciones también. Insisto, no sé si podes ser feminista si bancas a Maradona. Lo que sí sé, como aliado o compañero, es que en la diversidad consciente de subjetividades un fenómeno político se transforma en potente. No creo que haya un Diego deconstruido jamás, pero no dudo que existan referentes populares que se puedan incorporar en los fenómenos de lucha”, finaliza.
