En medio de fuertes diferencias entre sus dueños, CLC da un respiro con mejoras en su clasificación



La larga disputa a nivel de gobierno corporativo de Clínica Las Condes parece no afectar las perspectivas que tiene el mercado para la compañía.
Así quedó reflejado luego de que la clasificadora de riesgo Feller Rate, mejorara ayer su visión sobre la empresa. En febrero de este año esta agencia emitió un informe con perspectivas negativas sobre CLC, sin embargo, las modificó diametralmente sobre la base de la mejora financiera que ha mostrado la firma, sin mayores menciones al conflicto societario que divide a su directorio.
Feller Rate ratificó en “A-” la solvencia y líneas de bonos de CLC, manteniendo la categoría de sus acciones en “Primera Clase Nivel 3”. Estas notas implican que los instrumentos de deuda de la compañía cuentan con una buena capacidad de pago del capital e intereses en los términos y plazos pactados, pero son susceptibles de deteriorarse levemente ante posibles cambios en el emisor, en la industria a que pertenece o en la economía. Si bien CLC se ha mantenido en la misma categoría, hoy la diferencia es que la agencia proyecta que su nota puede subir, no ir a la baja como lo pensaba a inicios de año.
El informe de la agencia le da un respaldo a la gestión de Andrés Navarro, empresario y presidente de CLC, y a su gerente general, Jaime Mañalich, ex ministro de Salud del primer Gobierno de Sebastián Piñera. Ambos son resistidos por el grupo de accionistas que encabeza Cecilia Karlezi, que empujan por un cambio en el modelo de negocios de la clínica que choca con los intereses de sus médicos socios, representados por Navarro y Mañalich, quienes se han planteado el objetivo de reducir costos y mejorar eficiencias.
Con ese contexto, Feller Rate aseguró que el perfil de negocios de CLC resulta “satisfactorio”.
A junio de 2018, los ingresos de CLC alcanzaron $105.304 millones, un alza del 8,6% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto producto del crecimiento de 4,8% en hospitalización, 15,5% en urgencias y 19% en otros. Por otro lado, la agencia valoró las mejoras a nivel operacional, pues su Ebitda se incrementó hasta los $15.348 millones, versus los $3.823 millones de junio del año pasado, obtenidos a junio de 2017.
“Durante el primer semestre de 2018, la entidad continuó realizando su plan estratégico, enfocado en mayores eficiencias operacionales y financieras. Esto se tradujo, como ya se mencionó, en una recuperación del ebitda y en un perfil de vencimientos más a largo plazo, lo cual generó un mejoramiento en los indicadores de cobertura. Así, a junio de 2018, la deuda financiera neta sobre ebitda alcanzó 10,4 veces, por debajo de lo obtenido durante el primer semestre de 2017 (13,4 veces), sin embargo, por sobre los rangos históricos de la entidad”, dijo en su informe Feller Rate.
“Las perspectivas ‘Positivas’ se deben al mejoramiento financiero por sobre lo esperado, producto de la estrategia enfocada en mayores eficiencias. Ello permitió mejorar los niveles tanto de generación de ebitda como los indicadores de coberturas y de liquidez”, concluyó la agencia.
La clasificadora de riesgo prevé un escenario al alza para la compañía, ya que considera que continuará aumentando su generación FCNOA (Flujo Caja Neto de la Operación Ajustado) y ebitda: “Se espera que lo anterior, en conjunto con menores necesidades de inversión, optimización de capital de trabajo y el uso de recursos propios para su financiamiento, permita continuar con la recuperación de los índices de cobertura por sobre los niveles acordes con la clasificación de riesgo actual de la entidad. En particular, se espera que el ratio de deuda financiera neta sobre ebitda disminuya, en el corto plazo, a niveles cercanos a 6 veces”.
Como se ha mencionado, el informe de Feller Rate se concentra principalmente en el balance que entregó la clínica a junio de este año, sin hacer menciones a las peleas en su gobierno corporativo. El último capítulo se vivió a inicios del pasado mes, cuando Cecilia Karlezi (dueña del 17,3% de CLC) acudió a la CMF para denunciar presuntas irregularidades en los llamados a juntas de accionistas que estaba haciendo la mesa presidida por Navarro. En lo principal, reclaman que ninguna de las informaciones que esta ha solicitado al directorio, le ha sido entregada.
Malos resultados financieros, diferentes visiones del negocio y un mal entendimiento con los otros accionistas, explican parte de la disputa interna que hay en CLC.



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