Fotografía/ RT
Estados Unidos.- Una mujer del condado de Okmulgee, en el estado de Oklahoma, Estados Unidos presuntamente acabó con la vida de dos de sus hijos mientras dormían, pero la tercera logró arrebatarle el arma por lo que se salvó de morir a manos de su madre.
Los asesinatos ocurrieron la madrugada del jueves 1 de noviembre, cerca de las seis y media en hora local, cuando Amy Leann Hall, de 39 años, se metió al cuarto de su hijo mayor, Kayson Toliver y le disparó en la cabeza.
Such a heartbreaking story. 18-year-old Kayson Toliver is dead after he and his two younger sisters were shot yesterday in Okmulgee county. His mother, Amy Hall is in custody. Toliver played football at Beggs High School, where his teammates are honoring him tonight. [email protected] pic.twitter.com/Qc19n6enFk
— Cailey Dougherty (@FOX23Cailey) November 2, 2018
Aparentemente, tras matar a su primera víctima, la mujer fue al cuarto de sus dos hijas. Primero le habría disparado a Kloee Toliver, una joven de 16 años, cuya bala impactó entre su nuca y su cuello. En ese instante, su otra hija de 14 años logró quitarle el arma y después se encerró en el baño para protegerse y mantenerse con vida. A su vez, logró convencer a la mamá para que abandonara la casa.
Kloee Toliver passed away last night after the shooting in Beggs last Thursday. She donated her organs and saved eight lives. Find out why one woman is calling her an angel tonight at 5 and 6. @KTULNews pic.twitter.com/9Nys9Y3ckj
— Lauren Partain (@lpartainnews) November 7, 2018
La chica atacada falleció el martes 6 de noviembre por muerte cerebral, de acuerdo a medios locales la mujer habría confesado ser la autora del crimen. Los investigadores dijeron que la mujer dijo en su declaración que planeaba asesinar a sus tres niños, pero la menor “interrumpió el plan”.
Durante la escena del crimen hubo un testigo clave: Eddieson Baldridge, un chico que se encontraba en la casa de su mejor amigo, el joven asesinado. En efecto, fue él quien llamó al 911 al presenciar el ataque de Leann Hall, publicó Oklahoma’s News 4. “Era una noche normal. Ella preparó la cena, nos dio las buenas noches y nos fuimos a la cama”, relató el joven testigo.
Y continuó: “Me desperté con una luz encendida y mamá en su lado de la cama. Ella me dijo ‘lo siento’ y fue entonces cuando lo hizo”. Al instante, Baldrigde escapó, pero al notar que la presunta asesina también había salido del hogar, volvió a la casa y se refugió en la habitación de su amigo. “Me encanta cada momento que pasamos juntos”, expresó el testigo para recordar a su compañero.
Por su parte, el padre de las víctimas llegó al lugar cuando recibió la triste noticia: “No sé si hay alguna palabra que pueda expresarlo. Es una situación horrible en todos los sentidos”, manifestó.
Fuente: RT
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