El pasado 31 de octubre, River, avalado por el VAR, dio vuelta el partido que Gremio había arrancado ganando y se metió en la final de la Copa Libertadores. Los de Porto Alegre protestaron ante la Conmebol por la conducta de Marcelo Gallardo a pesar de su suspensión, buscando hacerse un lugar en los dos últimos partidos del torneo continental, aunque sin éxito.Todo estos antecedentes explican, en parte, las reacciones de los hinchas brasileños ante la suspensión del Boca-River en La Bombonera, que debía disputarse este sábado a las 17 y se pasó a este domingo, aunque aún resta su confirmación.
“Es Dios haciendo justicia”, “Motivo mayor: Dios está viendo” y hasta referencias a “La mano de Dios” se replicaron entre los simpatizantes del conjunto de Porto Alegre.
“Los argentinos que me perdonen, pero me está haciendo muy bien toda esta lluvia el día de la final entre Boca y River”, se sinceró una hincha.
Otros, haciendo alusión a la ley del karma, apuntaron: “¿La final de la Libertadores más vendida de todos los tiempos puede ser aplazada en virtud de las fuertes lluvias? Es sólo un regalo de los cielos para lo que está por venir para la AFA y la CONMEBOL. Se preparan, todo lo que va, vuelve”.
“Imagen del grito de los gremistas que inundaron la Bombonera”, “Los brasileños no perdonan aplazamiento de la final de la Libertadores entre Boca y River; mirá la repercusión” y “Los cielos mostrando que la final justa sería con Gremio” fueron otros comentarios sobre esta reprogramación.
