El juego más aburrido de la historia recauda miles de dólares en donaciones


Desert Bus es un anti-juego legendario. Creado por el dúo de magos Penn y Teller para la colección Smoke and Mirrors (que nunca fue lanzada), nos propone conducir en tiempo real un autobús desde la ciudad de Tucson en Arizona, hasta Las Vegas, a través de casi 600 kilómetros de ruta mayormente inalterable y recta.El autobús tiene una velocidad máxima de 72 kilómetros por hora, lo que convierte el juego en una aburrida odisea de ocho horas cuya recompensa es anotar un punto. Una vez en Las Vegas, el autobús da la vuelta y todo comienza de nuevo. Para colmo, es imposible dejar el botón de acelerar apretado e irse a dormir, ya que el micro se desvía ligeramente de la ruta y de vez en cuando hay que mover el volante o chocar, perdiendo horas de progreso.Esa experiencia, a la que la mayoría le escaparía, es una gran excusa para juntar al equipo de Desert Bus for Hope, que desde 2007 organiza una larguísima maratón del juego para recaudar fondos para la organización “Child’s Play”, que lleva videojuegos, libros y juguetes a niños que se encuentra internados en todas partes del mundo.

Desde el primer evento, el equipo ya ha recaudado casi cuatro millones de dólares.

El sábado pasado empezó la edición 2018 de Desert Bus for Hope. Por supuesto no todo es jugar esta tortura digital, porque el juego en sí tiene bastante poco para ofrecer. El verdadero atractivo son los jugadores, los invitados y todo lo que hacen para mantener el ritmo durante la transmisión, que no se detiene mientras las donaciones sigan llegando. Hay premios, sorteos, subastas y mucho más durante Desert Bus for Hope. La edición de 2017 duró 158 horas y la de este año acaba de comenzar, así que todavía queda mucha ruta por recorrer.



Source link

Related Posts

Add Comment