Xiomara Naomi Méndez Morales, de 15 años, fue hallada muerta en el asiento trasero de un Fiat Duna rojo, tras una persecución policial en Ituzaingó. La habían secuestrado ayer a la salida de su colegio, en Flores, y su familia pagó el rescate que le habían pedido para liberarla. Se sabe que uno de sus captores era conocido de la familia, por ello la víctima no habría puesto resistencia y subió a ese auto en el que horas más tarde apareció asesinada. Los investigadores intentan determinar ahora el móvil del secuestro y en qué circunstancia ocurrió el crimen.
Por el hecho hay dos hombres presos. Tienen 35 y 40 años. Fueron detenidos tras una persecución policial en la zona Oeste, esta madrugada.Xiomara vivía junto a su familia en el barrio de Parque Avellaneda. Sus padres son de nacionalidad peruana. La mamá trabaja en una tienda de ropa y su padre en una remisería. Uno de los captores también realiza esa actividad.CÓMO FUERON LOS HECHOS
Xiomara Naomi Méndez Morales salió del su colegio ayer las 17.30.
Estudiaba en el Liceo 5, ubicado en José Bonifacio y Carabobo, en Flores.
Subió a un Fiat Duna color rojo conducido por un hombre al que conocía. Investigan si fue obligada a subir al auto por la fuerza o lo hizo confiada.
Los captores la amordazaron, le taparon los pies y las manos y la obligaron a esconderse en el asiento trasero.
Alrededor de las 18.30 la madre de la joven recibió un mensaje de whatsapp en el que le informaron del secuestro y le pidieron el pago de un rescate en dinero y también droga.
La familia pagó. Dejaron $30.000 en un container en la esquina de Boedo y Chiclana.
Los delincuentes cobraron el rescate y huyeron sun liberar a la menor.
Escaparon en el mismo auto en el que secuestraron a Xiomara hacia la zona Oeste.
Sobre el Acceso Oeste, evadieron un control policial y comenzó una persecución.
En colectora y De la Guitarra el auto chocó a otro vehículo y los captores fueron detenidos.
En el asiento trasero hallaron a Xiomara, con una bolsa en la cabeza y un cinturón en el cuello.
Fue trasladada al Hospital Brandsen donde “ingresó sin signos vitales”, según informaron los médicos.
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