Para los hinchas que siempre andan merodeando por allí, para los extranjeros que están en la fila esperando entrar al museo y empaparse de la historia del club. Para los chicos que la están viendo por primera vez, para la pareja que se saca una selfie con ella de fondo y para los vecinos del barrio que la sienten como el patio de su casa, La Bombonera es el epicentro que atrae todas las miradas y que genera mil sensaciones. Y más por estos días de noviembre en los que el entusiasmo por la final de la Copa Libertadores ante los primos, brota desde el asfalto ardiente por el sol de primavera que tanto se hizo esperar.Sin embargo, hay un par de ojos que ya no se sorprenden ante el imponente estadio. Son los de Sergio Coronel, un oficial de la Policía que trabaja ahí, cuidando a todos entre Brandsen y Dr. Del valle Iberlucea, a pesar de que su corazón dicte lo contrario: es hincha de River.
Sergio Coronel, es fanático de River y trabaja custodiando las inmediaciones de La Bombonera
La primera pregunta que Filo.News le propuso al agente cayó casi por decantación: ¿Les confesás a los hinchas de qué cuadro sos? “Cuando me preguntan si soy hincha de Boca, les respondo que soy de River y la mayoría deja de hablarme”, contó con una tímida sonrisa. Y enseguida se autodescribió: “Soy muy serio en mi trabajo, capaz en lo civil soy un poco más molesto, pero en el trabajo soy menos expresivo”.Acostumbrado ya desde hace ocho meses a ser un “intruso” cada fin de semana que las calles del barrio de La Boca se llenan de fanáticos que se reúnen para ir al Templo, el efectivo asume como cotidianas las reacciones de los hinchas. Aunque el pasado domingo 11, día del primer partido de la final, no dejó de sorprenderse.
Un cuadro que dibujó Sergio Coronel para los 50 años de su papá
– ¿Cómo se vivió el Superclásico de la Copa Libertadores?- Los hinchas estaban muy eufóricos por el partido, pero bastante tranquilos en cuanto a desorden y alteraciones en la vía pública. Más tranquilos de lo normal, fue raro.Coronel es oriundo de Santiago del Estero y llegó a Buenos Aires hace tres años. Desde el 2016 dejó la Armada y al año siguiente ingresó a la Policía Metropolitana. Como si el contraste sentimental entre su lugar de trabajo con los colores de sus amores no fuera suficiente, el joven de 25 años también vive esta dualidad en carne propia.
La familia Coronel, con los corazones divididos entre Boca y River
“En mí familia somos ocho: mi papá (Ramón), mi mamá (Nancy), mi hermana (Malena) y yo somos de River, mientras que mis hermanos Jessica, Enzo y Gonzalo son de Boca”, reveló. Y continuó detallando: “El último que falta definirse es mi sobrinito de casi tres años, pero todavía está indeciso”.La vida fue deparando diferentes rumbos para él y sus seres queridos, y complicó las posibilidades de ver los clásicos todos juntos. “Ahora vivimos todos muy separados, tres de mis hermanos están en Tucumán, y mis papás están en Santiago del Estero con mí hermana y su hijo. Así que es muy difícil ver los partidos juntos. Cuando se puede lo hacemos, pero nunca hubo una pelea, solo burlitas”, relató.”No hicimos ninguna apuesta para la final”, aseguró Coronel. Sin embargo, confiado, se animó a dar su pronóstico para el encuentro decisivo del próximo sábado: “Gana River 2 a 1”.En esta nota:
