translated from Spanish: ¿El futuro de la ropa es unisex?

Lo que sucede en las calles no se queda allí. Avanza. Se traslada. Los sentimientos y la lucha se convierten en temas de conversación cotidianos, replantean paradigmas instituidos y se posicionan en la agenda mediática.Algo similar sucedió con la telenovela líder del prime time argentino, “100 días para enamorarse”, que se valió de historias y problemáticas reales para plasmarlas por primera vez en la pantalla chica. En este sentido, Maite Lanata marcó un precedente: se convirtió en la joven actriz revelación al interpretar a Juan, un personaje trans. Su desempeño en la tira de Telefé causó furor. Decenas de personas comenzaron a hablar sobre identidad y sexualidad.
Incluso, los personajes de Osvaldo Laport y Verónica Llinás -en la piel de los abuelos de Juani- aportaron una nueva mirada a las generaciones “criadas a la antigua”.La perspectiva de género se traslada a los diversos ámbitos de la vida. Desde el arte y sus variantes hasta, también, la moda. Es en ese terreno donde se disputan las etiquetas, los modelos y los estereotipos.Filo.News se contactó con la diseñadora Karen Campos, especialista en alta costura (CETIC) – con una trayectoria de más de 10 años en indumentaria- quien brindó su perspectiva sobre moda e identidad. “La moda genera estereotipos de forma permanente. El ser humano siempre busca pertenecer: a un determinado movimiento, a algo que se identifique con sus costumbres y cualidades”, menciona Karen Campos, 

Ropa sin género | Foto: Instagram @celinununu

“Como diseñadora mi labor fundamentalmente es interpretar la imaginación de la persona que me elige para realizar una prenda que vestirá en un momento especial. Para eso preciso conectarme con su esencia, interpretarla y, conjuntamente con mi creatividad, lograr aquello que se imaginó y hacerlo realidad”, comenta.”Un pequeño paso del hombre, un enorme salto para la humanidad”
La artista Céline Dion lanzó una línea de indumentaria para chicos con algunas particularidades: no posee diferenciación de género y sus colores predominantes son el blanco y negro.La intérprete de “My heart will go on” utilizó sus redes sociales para compartir a sus seguidores: “La marca rompe con estereotipos e inspira a los niños a encontrar su individualidad a través de la ropa”.
“Es importante el mensaje que está transmitiendo Celine porque, justamente, en los primeros meses de vida es donde internalizamos quiénes vamos a ser como adultos. No tener esa limitación -que el rosa es el color de las nenas y el celeste de varón- nos hace crecer sabiendo que los colores nos pertenecen a todos y que podemos usar el que más nos guste”, menciona la especialista en alta costura, Karen Campos. La diseñadora asegura que “esta revolución que se está generando en relación a la diferenciación entre lo masculino y femenino, es importantísima para poder lograr un equilibrio y vivir en plena libertad de elección”.

Celinununu, la nueva marca de ropa de Céline Dion | Foto: Instagram @celinedion

Al distinguir la ropa en dos categorías -de hombre y de mujer- se excluye a quienes no se identifican con ningún género.En este punto, Karen amplía: “El diseñador siempre se reinventa. Tenemos la capacidad de ser camaleones de la creatividad para quienes no se sienten identificados con lo femenino y masculino y que también pueden sentirse excluidos de la moda. Así como también, quienes tienen talles especiales. Es un desafío poder satisfacer esta necesidad”.La frase que empleó el astronauta Neil Armstrong tras llegar por primera vez a la Luna (“Un pequeño paso del hombre, un enorme salto para la humanidad”) bien se aplica a las transformaciones actuales y a un futuro que no tardará en llegar: en el que la ropa será unisex.Camino a un futuro de igualdad
¿Cómo se creó la ropa de hombre y de mujer? Si su función es la de cubrir el cuerpo por qué difieren las prendas. Karen Campos traza un recorrido histórico para explicar los motivos por los que la indumentaria se distinguió en dos categorías.En la prehistoria, la ropa tenía una función: tapar el cuerpo y protegerse del clima. Años después, las personas innovaron con la túnica. 

Céline Dion lanzó una nueva marca de ropa sin identificación de género

“Después, cuando comienzan a devenir todos los problemas -guerras, cambios económicos y socioculturales- la indumentaria comienza a tomar un rumbo diferente, porque dependiendo de las actividades que realizaba un hombre y una mujer se ve la utilidad de lo que necesitaba cada uno”, indica la especialista.La mujer tenía que estar en la casa, se dedicaba a tareas mucho más tranquilas. El hombre, iba a la guerra, realizaba actividades de fuerza. En este período se establece una diferenciación respecto a la indumentaria femenina y masculina.”La mujer no necesitaba muchas variantes de aquella túnica que venía trayendo de la antigüedad. Así y todo se la incomodaba con miriñaques ya que prácticamente vivía dentro de su casa y no se movía demasiado”, agrega.El punto de inflexión lo marcó Coco Chanel, a quien Karen define como “nuestra revolucionaria en la indumentaria”. “Ella necesitaba estar un poco más cómoda, dejar de estar apretada con un corset por eso comienza a usar la ropa masculina: los trajes, pantalones, ropa más holgada. Quería sentirse libre y que la ropa dejara de quitarle el aire”, cuenta.Si bien anteriormente se basaba en una cuestión de utilidad, hoy las cosas cambiaron y se apunta a un futuro de igualdad entre todos los seres.
“No considero necesaria la distinción entre las prendas de hombre y mujer. Me gusta la ropa multisex. Me encanta vestirme de traje y corbata”, reconoce

“Creo que la libertad de elección -ya sea con los colores y prendas- tiene que ver con una búsqueda de la esencia de cada uno. Un ser humano es diferente a otro y debe encontrar su propio estilo. Ahí entramos los diseñadores, para ayudarlos a hallar algo diferente a lo que hay en el mercado y en una marca estándar. Poder bajar esa imaginación a algo real, que cuando se mire al espejo y diga ‘este/esta soy yo’.”, añade.Hoy se mira a un futuro de cambios. La revolución está en quiénes se animan a rebelarse, a jugársela por lo que quieren para sí mismos, ya no vistiendo como pautan los estatutos sociales y culturales ni distinguiendo los sexos en dos bandos y colores.”Bienvenido sea para aquellos que son chiquitos, quienes van a crecer con una plena libertad para decidir lo que les gusta y lo que no les gusta, lo que les hace bien. No se van a condicionar por colores ni estilos. Simplemente sentir y elegir”, finaliza la diseñadora.En esta nota:

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