La Publicidad se quedó sin audiencias


La comunicación publicitaria se ha basado en la existencia de un supuesto: no somos felices como somos ni con nuestra vida, aquello que nos distingue es que estamos aspirando, siempre deseando ser otros.  Es un estado de insatisfacción existencial que el consumo de marcas haría posible superar.  Por ello, es que la publicidad acostumbra mostrarnos un mundo más bello que el real, seres más delgados, guapos, libres, jóvenes, aventureros, exitosos y seductores que aquellos que somos. El reflejo supuesto de nuestros deseos.
Les tenemos una noticia, esta forma de hacer publicidad ya no es efectiva, el paradigma de la aspiracionalidad ha generado una crisis de credibilidad y representación que no solo afecta la percepción de la publicidad y la efectividad de la inversión publicitaria, sino también la reputación de las Marcas y la Empresas.  Las audiencias ya no creen en la publicidad y no se sienten reflejadas en ella, ergo, no creen en lo que las Marcas les dicen.
De acuerdo a investigación desarrollada por la Escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales solo el 26% de la población de 18 años y más presenta una opinión positiva de la publicidad actual en Chile y solo el 16% manifiesta confiar en lo que dice la publicidad.  Esta opinión es aún más crítica en mujeres de GSE C3/D, publico preferente de la marcas de consumo masivo.  Las principales críticas a la actividad publicitaria se encuentran en las percepciones de que es poco verídica, solo el 22% de la población piensa que “dice la verdad” y que “cumple lo que promete”, aburrida, poco creativa (48%) e invasiva (25%).  Abrumadoramente se opina que la publicidad muestra una realidad más atractiva que la existente (82%) y las personas no se sienten reflejadas o representadas por la publicidad que acostumbran ver (63%).
Todo esto impacta negativamente en la manera en las personas se relacionan con la publicidad.  Las personas escapan de la publicidad, el 76% de ellas rehúye la publicidad en televisión, cambian de canal, se paran a hacer otras cosas, revisan el teléfono, entre otras actividades. El 46% cambian de radio cuando comienzan los comerciales y el 67% reporta “cerrar los antes posible” la publicidad que aparece en internet. Baja credibilidad, baja representación, aburrida y en consecuencia baja atencionalidad, solo por este concepto las pérdidas de la industria publicitaria son brutales, se pierde alrededor del 55% de la inversión realizada, poco más de 670 millones de dólares al año. De alguna extraña manera esta industria ha naturalizado sus pérdidas.
Que las marcas no se sorprendan cuando sus consumidores los abandonan por Marcas alternativas de bajo precio.  Ellas son precisamente una alternativa gracias a la incapacidad de las Marcas de comunicarse de manera relevante con sus audiencias, si las marcas se debilitan los consumidores regresan a los productos prescindiendo de sus Marcas.
La demanda social hacia nuestra industria es de honestidad, consistencia, responsabilidad social y creatividad. Las audiencias aspiran a que la publicidad los entretenga, que tenga un comportamiento ético cumpliendo lo que me promete, que los empodere entregándoles información de calidad para orientar sus decisiones de consumo y que les permita sentir que mediante el consumo aportan a la construcción de una sociedad mejor.
Se aspira que la publicidad muestre la realidad tal cual es (75%), con personas “reales” en situaciones “reales”, que hablan y que viven como los consumidores “reales” (94%); queremos ver nuestros barrios y los lugares que conocemos. Se demanda comunicación desde el insight, una comunicación que refleje a las personas en sus propias vidas.  Cuando las audiencias sienten que la publicidad les habla a ellos, se sienten representados, impactando positivamente la credibilidad y mejorando significativamente la opinión que las audiencias tienen de las Marcas.  Cuando las personas se sienten representadas por la publicidad mejoran su percepción sobre las Empresas en un 78%.
El modo actual de hacer publicidad hace que las audiencias huyan y que las Marcas se desvaloricen, necesitamos con urgencia re orientar el quehacer publicitario, alineándolo con los intereses de las audiencias y con los objetivos de las Marcas. Particularmente en un mes, como es Diciembre, en que gran parte de las ventas del año se ponen en juego.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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