El caso del relacionista público Rodrigo Eguillor recorre los medios y las redes. Después de que la denuncia obtenga mayor relevancia, el acusado de violar, golpear y querer matar a una chica hizo un repudiable “descargo” a través de un vivo en su Instagram, dio más de cinco entrevistas en los canales más importantes y quiso irse del país pero no pudo, fue detenido por la Policía antes de subir al avión. En nuestro país un hombre mata a una mujer cada 31 horas. Cada 31 horas hay un femicida, muchas veces suelto, que no sale en ningún diario ni en ningún canal de televisión. Pero Rodrigo es distinto, ¿por qué? Porque Rodrigo tiene plata. Rodrigo, dicen, es “del jet set”, y zafó de muchas porque es hijo de una fiscal. Rodrigo es un montón de pibes con privilegios de clase que gozaron y se aprovecharon de eso para poder coleccionar historias sexuales con mujeres.
Rodrigo interpela tal vez más porque es un atípico victimario, porque es como él mismo se autodefine “un pibe de bien”, un pibe que después de una denuncia en su contra tiene custodia policial e intenta irse a Europa para esquivar el bardo. Rodrigo, además, es el típico chico que podría conquistar a cualquier mujer, sobre todo si sos menor y te encandilan los encantos varoniles clichés. “Si sos chica, él tiene 21, te da bola, te lleva en su auto a Tequila y vos estás medio en la pavada, flasheas”, me dice una amiga mientras charlamos de este tema.Es que sí. La violencia de género no distingue de clases sociales y si no salen en los medios de comunicación, es porque pueden taparlo con dinero. Para entender un poco más FilO.News habló con Emilia Ruiz de Olano, directora de “Beba” (@somosbeba), activista y víctima de violencia de género. Animarse a denunciar y empoderarse
“Yo estuve tres años con el hijo de un reconocido abogado con muchos contactos. El laburaba en radio Blue y tenía un sello discográfico, producía un montón de bandas del under. De novios, oficialmente, un año. Él hoy en día está procesado y estamos esperando el sorteo del juicio oral. Pero desde la primera audiencia él intentó apelar todo, hasta la pericia médica”, cuenta Emilia. “El día en que lo denuncié fui a la comisaria y como estaba con golpes y moretones, me hicieron una pericia. No hay forma de ganarle a una pericia médica, la defensa siempre acude a la carta de que me pude haber autoflagelado pero en mi caso, mi pericia médica de ese día también está respaldada por un vecino que me ayudó a irme de su casa”, sostiene. El agresor rompió diez veces la perimetral y le manda mensajes y mails de distintas cuentas pidiéndole de hablar. Emilia, por su parte, tiene miedo y no se siente protegida por la Justicia. Él, gracias a sus contactos y el poder de su padre, está suelto. “Creo que estos varones, todos pero particularmente los hijos de poderosos, estuvieron acostumbrados a nunca tener consecuencias reales de sus actos. No dimensionan, no tienen miedo porque todo siempre pudieron arreglarlo con plata”, agrega Ruiz de Olano. La marea feminista mata jet set
El accionar de la Justicia con respecto al caso de Rodrigo, el acompañamiento de miles de mujeres que se pronunciaron a raíz de las denuncias y las pruebas en la web y el repudio que recibió a través de las redes sociales, tranquiliza a muchas de las víctimas que viven o vivieron situaciones de violencia. “Me da esperanzas en el sentido de que espero que esto despierte a chicas de clases sociales más altas en las que todo se normaliza o se acepta en forma de chiste, sino quedás afuera. Te tenés que reir con ellos, hay toda una dominación y la violencia pasa, porque no hay nadie que te diga ´che, esto que te está haciendo es violencia, no es gracioso´”, detalla la periodista. “Supe moverme en circuitos sociales de ese tipo y la cantidad de frases o formas de chamuyo que se aceptan hasta en el contexto grupal de un pre-boliche, son un horror. Entonces, a mi me gustaría que las pibas de esas clases sociales entiendan lo grave de este caso, pero siento que hay tantas cosas tan naturalizadas, que no pueden ni notarlo”, agrega. Rodrigo quiso fugarse del país y fue detenido por la Policía Aeroportuaria. Tanto Emilia como cientos de víctimas desean que este caso siente precedentes en una Justicia que acciona en la mayoría de los casos a favor de loa varones violentos.
“Llamen a mi vieja”Tras ser denunciado por golpear, violar y querer matar a una joven, el hijo de la fiscal Paula Martínez, Rodrigo Eguillor quiso escaparse a EuropaCuando quiso ingresar al vuelo, la Policía de Seguridad Aeroportuaria lo detuvo e impidió que se vaya del país pic.twitter.com/o4obw47WCO— Filo.news (@filonewsOK)
4 de diciembre de 2018
“Ojalá, a partir del análisis que se está dando de cada cosa que dice este chabón, empiecen a asociar y a reflexionar empiecen a despertarse y a enojarse. En las clases más altas todo se puede tapar con dinero, si empezamos a despertar a esas pibas, creo que puede empezar a caerse todo de verdad. A mi, en lo personal, no me importa si piensan que Beba es feminismo para chetas, bardeandome, porque es justamente eso lo que quiero. Lograr la atención de ellas, las que no leen anfibia ni curten feliza ni under cool, las que se mueven en jet, nordelta, etc.”, detalla y finaliza: “Por supuesto que podrían renunciar o replantearse sus privilegios e interesarse solas por el feminismo, pero qué se yo, tengo la esperanza de que el feminismo nos despierte A TODAS. Ojalá este pibe que podría ser uno de ellxs, genere la indignación necesaria como para despertar la reflexión y la furia”.
