Historia y lujo: Los Pinos se convierte en la residencia más visitada



En cuanto llegó a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador comenzó a cumplir sus promesas de campaña, y una de ellas fue no vivir en Los Pinos para abrir la residencia al público.En tan solo cuatro días de operación, más de 100 mil personas han visitado Los Pinos, de acuerdo con Homero Fernández, coordinador de este proyecto, así lo confió en una visita guiada exclusiva para EL DEBATE.

El comedor principal de la residencia es para al menos 26 comensales. Foto: Santiago Aráu

El recorridoImpresionantes candelabros, muros enormes, gran lujo en acabados, pisos, muebles y demás mobiliario es lo que a primera vista deslumbra en lo que fuera el hogar de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.

Ayer, en el recorrido guiado a los medios, se constató la gran afluencia de ciudadanos por el amplio complejo. Foto: Santiago Aráu.

Para acceder a Los Pinos, primero se pasa por un filtro de seguridad a través de la máquina de rayos X resguardado por la Policía Militar, en el cual se revisan los bolsos, las maletas o las mochilas que cargue el visitante.

Una de las vistas más bellas de la residencia. Foto: Santiago Aráus.

Celulares, llaves, monedas, cinturones o cualquier objeto de metal debe depositarse en una bandeja, y, luego de pasar por el detector de metales, los objetos son entregados a su propietario.Una vez dentro, las personas son recibidas por un gran letrero de bienvenida. Al continuar, se camina por la calzada Presidentes, llamada así porque ahí se encuentran las estatuas en tamaño natural de los expresidentes de México, iniciando con Lázaro Cárdenas, hasta Enrique Peña Nieto.

En este espacio, denominado el Búnker, se llevaban a cabo reuniones importantes. Foto: Santiago Aráu.

De estas figuras llama la atención que la correspondiente a Vicente Fox Quesada es la única que cuenta con una estatua extra, una niña con largas trenzas, ropa indígena y huaraches, que abraza la pierna izquierda del presidente; mientras que él levanta la mano derecha formando la V de la victoria.El recorrido lleva a los visitantes a conocer diversas áreas de la mansión, tales como la biblioteca José Vasconcelos, la oficina presidencial, una enorme sala de reuniones con una lujosa y amplia mesa de madera redonda y asientos de piel, un gran comedor, salas y las oficinas.

Así luce el acceso principal a la Residencia Oficial de Los Pinos. Foto: Santiago Aráu.

Al subir las escaleras se puede conocer uno de los lugares más íntimos que usó Peña Nieto y su esposa: la alcoba presidencial, la cual cuenta con un enorme clóset, del tamaño de una casa de interés social, en el que también se encuentra un lujoso y amplio baño.En el recorrido hecho por EL DEBATE se pudo confirmar la gran afluencia que tiene de visitantes.En entrevista con algunos de ellos, el común denominador al preguntarles por qué acudieron a conocer Los Pinos fue: para ver el lujo y la opulencia en la que vivían los políticos.

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