Nietzsche y lo político: el aristocratismo de Teognis


“Nietzsche y el aristocratismo de Teognis”, publicado por LOM Ediciones en noviembre de 2018, tiene la particularidad de ser la primera traducción al castellano y única edición crítica bilingüe del De Theognide Megarensi de Nietzsche,  gracias a la acuciosa labor de su editores, Renato Cristi y Óscar Velásquez. Un imperdible para los interesados en la filosofía política y el pensamiento nietzscheano.
El joven Nietzsche, cuando fue estudiante en Schulpforta, eligió como tema de estudio filológico a Teognis de Mégara, poeta aristócrata del siglo VI a.c. que vivió en la pobreza y el exilio producto de la revolución social en que perdió todos sus bienes.  Es considerado por Nietzsche “el portavoz de la aristocracia griega”. El interés por el poeta megarense permaneció en el tiempo y parte de su tesis al respecto la encontramos en su conocido texto la Genealogía de la moral, donde se cita explícitamente a Teognis.

Innumerables lecturas existen sobre Nietzsche, su peculiaridad –si lo comparamos con otros autores- es la contradicción y su filosofía hermenéutica representadas en posturas antinómicas que conforman lo paradójico de su pensamiento. Estas características permiten la plasticidad de su obra; se adapta al otro/a que lo interpreta. Por ello no es extraño que haya sido uno de los inspiradores de Hitler o autor de cabecera de Lenin, quien lo cita en varios de sus escritos, por poner solo un ejemplo.
Este breve libro entonces activa una nueva mirada enmarcada en la esfera de lo político, que posibilita la comprensión de un Nietzsche que aspira a una cultura aristocrática tal como era concebida por los griegos precristianos, la que pudo conocer a través de su estudio filológico político de Teognis y que  “desmitifica al Nietzsche como espíritu libre que proclama su inmoralismo, defiende la autocreación y aconseja la abstención política”. “Si en Homero Nietzsche puede reconocer y apreciar los lineamientos de una cultura aristocrática, en Teognis vislumbra la debacle se esa cultura, y posiblemente también las condiciones necesarias para lograr su restauración. De Ahí la importancia de Teognis en la constitución de su aristocratismo.”
La interpretación postmoderna, de un Nietzsche individualista que busca la perfección estética y personal, queda de algún modo eclipsada con su manifestación e interés político en la  construcción de un autoritarismo a través de sus escritos sobre Teognis.
“El antiautoristarismo de Nietzsche aparece coincidente con la antipatía con la política, y ello induce a muchos comentaristas a negar la orientación política de su obra. La mayoría de los comentarista angloamericanos, fundados en el trabajo señero de Walter Kaufmann, conciben a Nietzsche como un pensador antipolítico cuya orientación es esencialmente cultural”.
Es así como la propia percepción que Nietzsche tenía de sí, es contraria a lecturas posteriores que se han hecho.  Para retratar esto, Renato Cristi rescata una correspondencia con “George Brandes, una importante figura de Copenhague, el 27 de noviembre de 1887. En esa carta Brandes le señala que en su obra encuentra mucho que concuerda con su propio desprecio por los ideales ascéticos y su profundo desagrado con su “radicalismo aristocrático”. El 2 de diciembre, Nietzsche responde desde Niza: “La expresión radicalismo aristocrático, que Ud. emplea, es muy acertada. Es, si me permite, la más perspicaz descripción que jamás haya leído acerca de mi persona”.
En palabras del propio traductor, Óscar Velásquez, “Podemos decir así que, aparte de ser una edición bilingüe, o más bien multilingüe, es quizá la única edición crítica de esta obra de Nietzsche hecha hasta ahora. Por tanto, la traducción que la acompaña responde a un texto que se espera depurado y fiel.”

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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