¿Qué es la dermolipectomía, cirugía que se llevó la vida de Romina Candia?


Verse bien no es un detalle menor. Mirarse al espejo, buscar las imperfecciones, imaginar kilos menos y una cintura estándar. Estas conductas podrían formar parte de la rutina de decenas de individuos inmersos en una sociedad que celebra la delgadez como única forma de belleza posible.”Sin lugar a dudas las mujeres están condicionadas en cuestiones de peso y alimentación mucho más que los hombres”, explica a Filo.News la nutricionista Jesica Leiva.”Vivimos en un mundo machista en el que la mujer es objetivada. Los medios de comunicación, la falta de talles, las publicidades, etc, todo conduce a mujeres ‘muñecas’ sin pelos, sin celulitis, sin kilos de más. La exigencia hacia el cuerpo de la mujer es altísima pues es objeto de consumo”, considera.En este sentido, el exceso de grasa o de piel que pueden generarse en una persona produce desórdenes anímicos y otro tipo de complejidades en un paciente, lo que funciona como motivación para decidir someterse a una cirugía.
Así lo menciona a Filo.News el cirujano plástico Fabián Pérez Rivera (matrícula 86.793), linfoflebólogo y miembro titular de diversas entidades como la Unidad Cirugía plástica de Buenos Aires, FILACP (Federación Ibero-Latinoamericana de Cirugía Plástica), sociedad de cirugía plástica americana (ASPS) y la (International Confederation of Plastic Surgery Societies).”Las motivaciones que impulsan a un ser humano a pasar por el quirófano “pueden ser tanto estéticas como funcionales. Una dermocalasia abdominal (exceso y caída de piel) importante altera la función de la persona: le impide correr, hacer ejercicio. Es como una especie de delantal pesado que cubre los genitales”, sostiene Pérez Rivera al tiempo que añade un facor social que interviene en dicha decisión.”Vivimos en una sociedad en la que ponerse un short o un traje de baño no es una locura sino un placer que debe estar indicado para todo tipo de personas, y no poder hacerlo los margina: socialmente, en sus relaciones de pareja y en forma completa. Si uno puede resolver esos problemas con esta cirugía bienvenido sea”, agrega el especialista.¿Qué es la dermolipectomía?
Se trata de una cirugía cuyo principal objetivo es la resección de piel y grasa. Existen variantes de esta intervención ya que puede ser de brazos, muslos, zona de rodillas o cualquier sitio en el que se pretenda eliminar piel o grasa con fines estéticos, valga la redundancia.¿En qué difiere de otras intervenciones como la liposucción? “La principal diferencia con la liposucción, lipoaspiración o lipoescultura es que estas cirugías eliminan tejido graso a través de pequeñas incisiones con una cánula que va conectada a al vacío y aspira exclusivamente grasa, no trata la piel. Mientras que la dermolipectomía se hacen grandes resecciones de piel y grasa”, responde Pérez Rivera. 

“Justicia por Romina” | Foto: Facebook Miguel Candia

Por otro lado, el cirujano añade un valor agregado: a través de una dermolipectomía se puede resolver el plano muscular. Suele ocurrir que durante el embarazo se distienden mucho los músculos, acompañando el crecimiento del bebé.A veces los músculos se acomodan y regresan a su línea media pero otras no, generando una diastasis (separación de los músculos). Esto molesta tanto en lo funcional como en lo estético y la dermolipectomía contribuye a regresar los músculos a su posición y que el abdomen vuelva a quedar chato.La historia de Romina Candia
Luego de tres embarazos y de haber realizado una estricta dieta que le permitió bajar unos kilos, Romina Candia (32) decidió someterse a una dermolipectomía abdominal. Buscaba eliminar el exceso de piel en la panza, regresar al cuerpo que tenía cuando era chica y sentirse mejor en su relación de pareja.”Si bien ellos estaban juntos, Romina quería volver a esa adolescencia: cuando era joven y  tenía un cuerpito cuidado”, cuenta a Filo.News su hermana Alejandra Candia.Investigó y halló un lugar por Internet para realizarse la cirugía: la Clínica Matienzo, ubicada en el barrio porteño de Belgrano. Envió mensajes y tuvo dos citas previas a la operación en las que le indicaron cómo sería el procedimiento.
En esas entrevistas Romina conoce al doctor Armando Donati, que le sugiere no sólo hacerse la dermolipectomía sino que también se hiciera la liposucción o lipoescultura: sacarle parte del líquido del abdomen, o sea, del líquido de las caderas, y llevarlo a la parte de los glúteos. Por supuesto, eso tenía otro valor.De modo que además de ahorrar los $50.000 que costaba la cirugía, existía un precio agregado. Romina Candia se comunica con su pareja, Mauro, quien le dice que era muy caro, que lo dejara para después, si ella decidía hacer lo de la dermolipectomía hasta ahí él podía acompañarla económicamente.Romina reservó el turno y el 14 de noviembre se presentó en la clínica para hacerse las dos intervenciones. Su hermana Alejandra se quedó al cuidado de sus sobrinos, mientras que Romina asistió a la clínica acompañada de su padre.Antes de ingresar a la clínica, Romina le dice a su padre: “si querés volvé tranquilo, va a durar sólo unas horas, después me tomo un remís y voy para casa”. 

Romina Candia | Foto: Facebook

Eso era lo que le había dicho el médico: la cirugía tenía un tiempo estimado entre 3 o 4 horas. Luego, ella podía volverse a su casa porque en la clínica no tienen internación y en este tipo de cirugías el posoperatorio se realiza en el domicilio de cada paciente. Posteriormente, los cuidados semanales sí se realizan en la clínica.El padre de Romina no se dejó convencer y siguió su lado. Llegaron a la clínica Matienzo a las 8 horas. A las 10 horas, se cambió, se puso la ropa de la cirugía y la ingresaron. La operación duró entre seis y siete horas. Primera complicación: el padre de Romina advierte que no pasaron cuatro horas -como le habían indicado- sino muchas más. “Cuando salió mi hermana no estaba reaccionando. El médico contó por testigos que le estaban dando cachetazos para que despertara”, recuerda Alejandra.Romina shock hemorrágico en la operación. Al finalizar la intervención, le costaba respirar, vomitaba constantemente, episodio que se prolongó hasta el otro día a las 7 horas. 
Pasó la noche en la clínica descompensada. Según asegura su hermana, no tuvo monitoreos, sólo la veía un enfermero en la habitación que venía cada tanto. Donati la visitó alrededor de las 21 horas.La miró -porque se suponía que ella a las 16 hs a más tardar tenía que estar en la casa-. Le dijo que no estaba tranquilo y que por eso la iban a dejar ahí hasta las 7 horas. Si su estado mejoraba, volvería a su casa. Sin embargo, en ningún momento mencionó que la reingresarían a cirugía.A las 7 horas la vuelven a intervenir. Romina sale descompensada, con un respirador manual. “En ningún momento con uno de alta complejidad”, lamenta Alejandra. Ante el cuadro de Romina, los médicos resolvieron trasladarla al Hospital Güemes. Sin embargo, Donati le explicaba a la familia Candia que los síntomas “eran totalmente normales”.Otra hermana de Romina, Jessica Candia, estuvo presente en ese momento. Los médicos le dijeron: “¿Vos viste cómo te entregaron a tu hermana?, no sé si sobrevivirá todo este camino hasta llegar al Güemes. 
“Mi hermana llegó al Güemes casi muerta”, asegura Alejandra.

Romina Candia permaneció internada más de un mes en el Hospital Güemes y, finalmente falleció el 16 de diciembre.”Sinceramente uno no cae todavía. En este mes reviví todo: los últimos días de Romina en los que pasamos el cumpleaños de mi sobrina con mi hermana internada y mis sobrinos preguntándome ‘¿Mamá cuando viene?’ ‘¿Se va a morir mamá?'”, lamenta Alejandra.”Hoy la cruel realidad es que ya no podemos hacer nada y lo que más me duele es saber que mi hermana no quería morirse. Luchó hasta el último respiro para poder salir adelante”, agrega. 

Romina Candia | Foto: Facebook

Así la recuerda su hermana: “Romina no era egoísta. Jamás la vi pensando sólo en ella, siempre miraba a sus hijos, se enfocaba en darles todo lo que ella no tuvo. Nosotros tuvimos una infancia difícil, con muchas necesidades. Sin embargo, ella fue siempre una luchadora”.Una causa que exige Justicia
Bajo el cargo de “Homicidio culposo” el cirujano Armando Donati fue imputado por mala práxis. La clínica Matienzo no estaba capacitada para realizar intervenciones de esa magnitud. Tanto el doctor Donati como Favazza (el anestesiólogo) y Moyano (director de la clínica) ya han sido citados. Presentaron una nulidad en la causa que fue rechazada por la Cámara Criminalista.La causa sigue adelante. En los próximos días habrá hay nueva citación a indagatoria para los acusados. “Por ahora todo marcha en manos del abogado y de la Justicia”, menciona Alejandra.
“Pedimos justicia, que no haya ninguna Romina más, que estos hombres estén tras las rejas”, reclama la joven. 

“Dañó a toda una familia, le arrancó el corazón. Hoy no puedo mirar a mi hermana. Cuesta mucho vivir sin ella”, dice entre lágrimas.Ante el riesgo, prevención
El cirujano Pérez Rivera indica cuál es el procedimiento y los recaudos que se deben tomar previamente a la operación. “Antes de ser intervenidos los pacientes son estudiados exhaustivamente, porque al ser una cirugía de tipo electiva, se ingresa a quirófano a personas sanas”, advierte.”Se consulta sus antecedentes en base a cirugías previas, si tiene alergia o no a medicaciones, si fuma, etc. Eso da un parámetro de riesgo junto a un prequirúrgico estándar, un examen completo de sangre más uno cardiológico. Todo eso nos califica al paciente en una escala de 4 puntos de riesgo. En el 1 o 2 se opera al paciente sin inconvenientes, 3 o 4 aumenta el riesgo, ahí se discute la viabilidad con el anestesiólogo”, señala.Romina no fue examinada, tampoco recibió una atención médica de calidad. “Lo que hicieron con mi hermana Romina fue una carnicería. Jugaron a ser Dios con su vida y queremos que paguen”, sostiene Alejandra.¿La dermolipectomía conlleva algún riesgo? “Toda intervención quirúrgica implica un riesgo”, responde el cirujano Pérez Rivera. “Como es una cirugía de tipo electiva, al paciente se lo estudia previo a la operación. Por lo tanto, si los antecedentes del paciente o su prequirúrgico no son acordes, no se opera, se lo estabiliza primero y después se decide qué hacer”, añade.Desde su experiencia, la nutricionista Jesica Leiva comenta que quienes pensaron realizarse una dermolipectomía “fueron pacientes que bajaron mucho de peso y les molestaba (dolor, paspaduras, estéticamente) el colgajo abdominal pero al no ser una cirugía menor terminaron no haciéndosela. Hay riesgo de infecciones, por ejemplo”. 

Romina Candia | Foto: Facebook

Leiva sostiene que “jamás” le recomendó o recomendaría a alguien que se haga una cirugía estética. “Me parece una falta de ética total. No es mi área. No me corresponde. Es más, creo que no le corresponde a nadie opinar sobre el cuerpo de otra persona”, considera haciendo hincapié en su trabajo desde la reconciliación con el cuerpo del paciente y en reeducarnos para alimentarnos de forma saludable. “Una cirugía es una cirugía. No importa cuán naif la vendan. Hay riesgos siempre. Anestesia, infecciones, etc etc. Se sabe cómo empieza pero no cómo termina. En esta sociedad machista en la que estamos luchando por romper tantos estereotipos, es un gran desafío también entender que no todas tenemos que pesar 50 kg ni tener 90 60 90”, afirma la nutricionista. Y añade: “Debe ser un cambio global, porque no alcanza con aceptarse unx mismx cuando vas a comprarte ropa y no conseguís talle, cuando otrx usa la palabra ‘gordx’ para insultarte, etc etc. De construirnos también en este área es un gran desafío”.Alejandra piensa en próximos pacientes, reflexiona que pueden ocupar el lugar de su hermana. “Las personas que se contacten con la clínica Matienzo tengan miedo, porque es de terror. Entrar y ver cómo hacen las cosas… este tipo de cirugía no se puede realizar en estos centros. Aunque se llame clínica no lo es, es un centro estético que no tiene internación”, sostiene.
“En sus manos estaba la vida de mi hermana y tomaron malas decisiones”, lamenta Alejandra.

Alejandra desea: “que la gente se informe, busque a médicos calificados, que estén autorizados, que no se dejen llevar por palabritas. Este hombre (Armando Donati) tiene un gran chamuyo, es un hipócrita, un mentiroso. Le recomiendo a toda la sociedad que no se deje tocar su cuerpo si no es en manos de profesionales, por gente que realmente ame la vida y busque ayudar a las personas. No como estos sanguinarios que lo único que hacen es dañar la vida de las personas”.”Ese es el deseo de la familia: que la Justicia los responsabilice y que este lugar deje de funcionar”, finaliza.En esta nota:



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