¡Uno de los problemas es quemar!



El uso tradicional de hojas de marihuana y de tabaco tienen algo en común: la combustión. Las hojas secas y trituradas se envuelven en papel formando un cigarro y al encenderlo, permite inhalar su humo. Los efectos producidos por cada una son distintos y también las medidas que implementa la mayoría de los gobiernos para regular su consumo.
Carmen Escrig, doctora en Biología Celular y Genética y Coordinadora Internacional de la Organización de Médicos en Apoyo del Vapeo (MOVE) explica que “resulta muy sorprendente que no se le tenga miedo al cannabis y sí se le tenga miedo a la nicotina”. Mientras la legalización de la cannabis avanza en la mayoría de los países, los fumadores y consumidores de nicotina han quedado desatendidos. “Con el cigarro tienes un holocausto por año, mueren 7 millones de personas, anuales. Es el mayor problema de salud pública. Es el que hay que arreglar ante todo, porque está matando a millones de personas”, explica Escrig.
Sin embargo, consumir cannabis por combustión resulta tan tóxico como el cigarro de tabaco. José Manuel Mier Odriozola, integrante del Instituto de Cirugía Torácica Mínimamente Invasiva (ICTMI) y cirujano de tórax especializado en cáncer de pulmón, explica que es “tan dañino inhalar el humo de hojas secas de marihuana, tabaco o menta”, pues es el humo que se inhala el que contiene alrededor de 70 sustancias cancerígenas.
“No es la misma cantidad de humo la que respira un fumador de marihuana que un fumador de tabaco, pues el primero fumará entre 1 y 3 cigarros al día, mientras que el de tabaco consumirá incluso más de 10. Sin embargo, la cantidad de humo que desprenden uno y otro es la misma. El consumidor de tabaco fuma más que el de marihuana, por eso la cantidad de humo aspirado pone en mayor riesgo su salud”, dice Mier Odriozola.
El especialista explica que 87% de los cánceres de pulmón se presenta en pacientes fumadores. “De 100 enfermos, curamos al 10%. Al resto les podemos alargar o mejorar su calidad de vida, pero al final morirán de cáncer de pulmón”, dice. Aún más: “de 100 fumadores, solamente 7 de ellos podrá dejar el tabaco de manera permanente. Los otros 93 no pueden o no quieren o van a intentar dejar de fumar, pero van a fracasar en varias ocasiones y van a seguir siendo fumadores el resto de su vida”, comenta Mier Odriozola.
Mier Odriozola explica que las políticas públicas actuales sólo tienen planes de prevención y planes de deshabituación tabáquica donde solo 7% dejará el cigarro. “El gobierno está desamparando a ese 93% que se quedan sin opción de tratamiento y deberían de tener disponible alguna opción menos mala al cigarro. Las múltiples alternativas que tenemos hoy no son inocuas a la salud, pero sí son infinitamente mejores que fumar cigarro regular”, advierte.
“La tendencia es calentar tabaco y no quemarlo. Se han desarrollado tecnologías que en vez de quemar tabaco a 950º C —provocando humo con 70 substancias cancerígenas— calienta el tabaco a 300º C”, agrega el cirujano.
De acuerdo con Mier Odriozola, el tabaco calentado ofrece tres ventajas: Al no quemarse, se desprenderán 90% menos sustancias químicas, lo que disminuirá “considerablemente” los riesgos a la salud del fumador; dos, los fumadores de segunda mano también recibirán 90% menos sustancias y por lo tanto un daño insignificante. Por último, el contacto de tercera mano —cuando llegas a una casa o a una oficina donde fuman— se disminuye el riesgo de absorber sustancias tóxicas que persisten en el ambiente.
El especialista, quien actualmente colabora con Philip Morris México para seguir avanzando en las evaluaciones clínicas sobre el impacto de los productos alternativos al cigarro combustible, explica que los problemas relacionados con la salud transformarán la manera en que la sociedad consume marihuana, tabaco y nicotina. También aclara que, debido a que no son inucuas y generan adicción, lo mejor para cualquier persona es no fumar ni consumir nicotina o marihuana.
 

A 10 años de que en el país se implementara la Ley General para el Control de Tabaco (LGCT), Animal Político y Philip Morris México se suman al debate con nuevos elementos sobre el control de tabaco con datos serios, verificables y científicamente comprobados.
Fumar es un tema de salud pública. Las campañas de salud en materia de tabaco tienen tres vertientes: prevenir que haya nuevos usuarios, buscar que los fumadores actuales dejen de fumar y proteger a los no fumadores.
En este espacio se ponen sobre la mesa diversos enfoques y propuestas innovadoras que complementan los esfuerzos en materia de salud hasta ahora existentes y ponen a los adultos que han decidido seguir con el consumo de nicotina en el centro de la discusión.
Si te preocupa tu salud, no fumes ni uses nicotina.
La investigación y la redacción de este contenido han sido realizadas por Animal Político.



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