La decisión del general director de Carabineros Hermes Soto de no presentar su renuncia, tal como se los solicitó el Presidente Sebastián Piñera no sólo puso en un serio aprieto político a La Moneda, sino también obligó a Palacio a activar un inédito procedimiento constitucional.
La resistencia de Soto determina que el Ejecutivo debe presentar un decreto presidencial fundado y así optar por un trámite más engorroso. De acuerdo al artículo 104 de la Constitución, se establece que el “Presidente de la República, mediante decreto fundado e informando previamente a la Cámara de Diputados y al Senado, podrá llamar a retiro a los Comandantes en Jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea y al General Director de Carabineros, en su caso, antes de completar su respectivo período”.
Así las cosas, Soto sigue en funciones, hasta que la Cámara de Diputados y el Senado visen su salida, y la Contraloría haga la toma de razón respectiva.
El problema es que el Congreso terminó sus sesiones por el 2018, y recién retoma sus funciones el 2 de enero.
La opción que tenía La Moneda era convocar a una sesión especial para revisar el tema, una opción que está dentro de las prerrogativas presidenciales. “Apenas nos notifique el Ejecutivo de ese decreto, los presidentes de las cámaras pueden citar perfectamente mañana, el sábado, el domingo, el lunes”, explicó en 24 Horas el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes.
La Moneda optó por apurar los tiempos y envío el decreto al Legislativo para realizar las sesiones especiales este viernes 20 de diciembre. Finalmente, el Senado fue convocado desde las 12 horas, y la Cámara de Diputados desde las 14 horas. En la ocasión, un representante de Gobierno informará del decreto, y los parlamentarios sólo deben firmar, sin mediar votación.
