translated from Spanish: El remezón de fin de año en Cencosud: lo que hay tras la salida de ejecutivos claves en medio de presión por apertura a la bolsa

Horst Paulmann siempre da que hablar. Ya sea por su intervención en las juntas de accionistas, donde ha hecho honor a su humor señalando que en 25 años va a seguir liderando la compañía, o cuando en encuentros con la prensa ha decidido pasar él mismo el trapero en los pasillos de alguno de sus supermercados.
Es un empresario atípico. Controlador de una matriz de más de 20 marcas, Cencosud, que suma la operación de supermercados, tiendas por departamento, bancos y mejoramiento del hogar. El conglomerado es uno de los más grandes de América Latina y, así como se han coronado grandes éxitos, hoy la firma atraviesa una transición. El fin de un ciclo, califican algunos.
El empresario alemán se ha quedado un poco más solo en la conducción del buque, que le ha valido el puesto 422 de riqueza en Forbes en 2018, con un patrimonio estimado de US$ 2.600 millones.
El inicio del fin de este ciclo lo marcó la salida del gerente corporativo de Cencosud, Jaime Soler. A Soler se le conoce como un “bodeguero”, un profesional con alta calificación en el mundo del retail. Fue criado en el negocio y desde que saltó a la gerencia del grupo hace 3 años, se convirtió en la mano derecha de Paulmann. No solo eso, el ejecutivo, que dejó la firma oficialmente el 30 de octubre, era el contrapeso del empresario alemán en muchas decisiones.
Junto al gerente Corporativo de Finanzas del grupo, Rodrigo Larraín, estructuraron procesos claves para el mercado, como el plan de ventas de activos de la firma por US$ 1.000 millones, con el fin de reducir su alto nivel de deuda. “Eran una excelente dupla, muy apasionados. Jaime le llevó muchas veces la contra a don Horst, peleaban, se abuenaban. Pero siempre la visión era que el negocio era más grande que cualquier enojo. Por otro lado, Rodrigo les daba forma a todos los números. Y había mucha expectativa en el mercado. La salida de los dos marca un antes y después”, relató una fuente conocedora de ambos ejecutivos.
El triunvirato Soler, Larraín, Hetz llegó a su fin y a ello se suma –por diversas razones– la salida de una serie de profesionales del holding de los que se tenía una buena impresión. Entre ellos, el CFO de Real State del grupo, Sebastián Valenzuela, que se fue para armar un proyecto personal; Carlos Madina, gerente regional interino de la División Shopping Centers de Cencosud; y René Vuskovic, gerente regional de Center Management del conglomerado. En el caso de los dos últimos, se reconoce que se alejaron por un desgaste de la relación con Paulmann.
El viernes 14 de diciembre se anunció que Larraín también se alejaba del holding y que, junto con él, también renunció el gerente corporativo de Recursos Humanos, Rodrigo Hetz.
En el mercado explican que ellos eran una especie de “triunvirato”. Todos bien calificados profesionalmente, pero un tanto agotados de no poder tomar las decisiones con toda la velocidad que el conglomerado requería. Los bemoles son no solo el apalancamiento de la deuda –proyecto clave donde Soler y Larraín empeñaron su reputación–, sino también dudas en materias como la forma en que Cencosud enfrentará su transformación digital.
“La visión de Soler y su equipo es que las decisiones se debían tomar rápido. Cazar talentos de afuera, expertos en el tema, invertir en la transformación digital. Por otro lado, junto con Rodrigo, presionaron para que se cumpliera el plan de venta de activos, que fue mucho más lento de lo esperado”, añadió una fuente cercana al holding.
Este último plan implicó, como parte de las transacciones, la enajenación del negocio de crédito en Perú por US$ 100 millones y la venta de terrenos, aunque la gran apuesta era la venta de activos que generan una carga para la empresa, como los negocios en el norte de Brasil y el banco en Argentina.
En el caso de Brasil, Paulmann no quiso poner la firma para la enajenación de ciertas operaciones de las que Soler y Larraín le aseguraron que debía deshacerse. En Argentina, la situación económica echó por tierra cualquier opción de vender por ahora. Con todo, fuentes consultadas comentaron que el plazo autoimpuesto por la firma, de finiquitar el plan de acá a fines de marzo de 2019, es difícil de cumplir.
La salida de los tres gerentes de primera línea ha golpeado los ánimos al interior del holding. Esto, pues el nuevo CEO, Andreas Gebhardt, no ha tomado las riendas de su cargo por completo, mientras que los más críticos dicen que no tiene el carácter para enfrentarse a Paulmann, y los optimistas le dan el beneficio de la duda argumentando que necesita tiempo para empoderarse en el cargo.
Con menos de tres meses al mando de la firma, su naturaleza viene de un sector mucho más lento que el retail, el sector eléctrico (ex Endesa). “Hay que darle tiempo”, insistió un fuente, mientras que otro ejecutivo agregó que “eso no puede ser en una compañía que tiene empeñada su palabra al mercado de que se acabó la mala racha”.
El triunvirato Soler, Larraín, Hetz llegó a su fin y a ello se suma –por diversas razones– la salida de una serie de profesionales del holding de los que se tenía una buena impresión. Entre ellos, el CFO de Real State del grupo, Sebastián Valenzuela, que se fue para armar un proyecto personal; Carlos Madina, gerente regional interino de la División Shopping Centers de Cencosud; y René Vuskovic, gerente regional de Center Management del conglomerado. En el caso de los dos últimos, se reconoce que se alejaron por un desgaste de la relación con Paulmann.
A sus 83 años, “HP” –como lo llaman en la compañía– no solo fue padre por cuarta vez hace unos meses, sino que ha intensificado su gestión en el día a día de la firma. No hay decisión en la empresa que no pase por su venia y eso no a todos les gusta. Quién asumirá sus labores cuando ya no esté al mando del holding, es la pregunta que surge en medio del alejamiento de sus ejecutivos emblemáticos. Esto, pues en un momento Soler sonó como el hombre probable para tomar las riendas de la compañía.
En marzo se dará otro momento decisivo. Paulmann y las administradoras de pensiones deben renovar directores en la firma para reemplazar los puestos dejados por David Gallagher y Richard Büchi. “Ojalá llegue alguien con carácter”, comentaron en el mercado.
No perder el grado de inversión 
Una de las mayores preocupaciones del equipo ejecutivo que lideraba Cencosud era no perder el investment grade. La calificación financiera es necesaria para una serie de procesos de financiamiento. En palabras corrientes, el “grado de inversión” mide una serie de variables relacionadas con la salud financiera de la empresa.
Parte del plan para no perder esa nota era la venta de activos, pero hoy ese plan es difícil de cumplir. La compañía optó por un camino alternativo: apalancar la deuda y mantener el investment grade a la apertura en bolsa (IPO) de su brazo inmobiliario.
La meta es concretar este proceso no más allá de abril. Con ello, cualquier estrés de deuda de Cencosud se soluciona y, así, se asegura mantener el investment grade. Tras la salida de Larraín, el cargo será asumido por Matías Videla, el gerente regional de Shopping Centers y quien era el responsable del proceso de apertura a bolsa de dicha división.
Esta última tarea será entonces asumida por Germán Serrato, hasta ahora gerente general de Shopping Centers Argentina del grupo, que se trasladará a Santiago a asumir estas labores. “Paulmann no tiene un espacio para cambiar de idea sobre el IPO o retrasarlo”, señalaron en el mercado.
La visión del mercado
En el mercado genera desconcierto la salida de cinco ejecutivos en puestos fundamentales en menos de un año en la compañía. Esto, considerando que la empresa se encuentra ejecutando dos proyectos clave de cara a su sanidad financiera, como es el IPO del brazo inmobiliario y la enajenación de activos de hasta US$1.000 millones.
Si bien para la apertura a bolsa del área inmobiliaria de Cencosud ya tiene contratados a JP Morgan y Merrill Lynch, a la espera de la contratación de dos bancos más, la salida de Rodrigo Larraín no deja indiferente al mercado, pues hasta antes de su renuncia fue él quien estuvo liderando ambos procesos, reuniéndose con bancos de inversión y viéndose hasta entusiasmado.
Un alto ejecutivo financiero que se desempeña en la banca de inversión hace directa relación entre la mala performance de la acción de Cencosud con los cambios de administración que ha informado la compañía en el último tiempo.
Qué tan grande es el impacto, es relativo. Este 2018 el papel ha caído más de un 33%, afectado por la baja en ingresos y el Ebitda de la compañía. Considerando un tipo de cambio constante, sus ingresos decrecieron un 25,5% interanual y con un tipo de cambio promedio mensual y, sin considerar el efecto hiperinflacionario, la caída es de un 8,1%.
La baja también se corresponde en su Ebitda, el cual disminuyó 5,2% interanual, el cual cae hasta un 22,8% con un tipo de cambio promedio mensual y sin incluir el efecto hiperinflacionario. Por negocio, la menor rentabilidad de la firma se explica por Tiendas por Departamento, Centros Comerciales Argentina y en menor medida la menor rentabilidad de supermercados en Chile, Perú y Colombia.
Con ese panorama, algunos creen que estos movimientos de ejecutivos clave golpea a la compañía. Tras la salida de Larraín y Hetz , la acción cayó en sus primeras dos jornada hábiles un 3%, un impacto menor a la salida de Jaime Soler, comunicada el 29 de junio pasado y que se reflejó en la bolsa con sucesivas bajas hasta el 9 de agosto de un 5,6%.
Otros estiman que no debería afectar, pero sí podría ser señal de que en el fondo Paulmann no quiere el IPO, proceso que se comunicó hace ya cinco años.
El castigo se explica por dos razones: por un lado, efectivamente se reconoce un efecto por la salida de ejecutivos emblemáticos y, por otro, el mal año que ha vivido el retail, lo que se ve aún más afectado por la presencia de Cencosud en mercados con mal desempeño, como Brasil y Argentina.

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