Un fin de año convulsionado para la administración del presidente de los Estados Unidos de América Donald Trump. A la dura renuncia del jefe del Pentágono Jim Mattis y la firma del retiro de las tropas en Siria, desde el sábado pasado se encuentra cerrado el Congreso norteamericano.Lo cierto es que la Cámara de Representantes (de mayoría republicana) aprobó el pasado jueves el proyecto de ley que incluía los fondos destinados a la realización del muro en la frontera con México.Tras los resultado en las elecciones de medio término, se producirá una modificación sobre la composición de las cámaras del Congreso. Es por ello que desde el próximo 3 de enero, la Cámara de Representantes tendrá mayoría demócrata, hecho que profundizará las dificultades para lograr aprobar su propuesta de presupuesto.
¿Qué es el shutdown del Congreso?
Refiere al cierre del mismo como resultado de no alcanzar un consenso en la totalidad de las partes que integran el presupuesto para el año 2019.Se entiende como una medida extrema de negociación a la que se ha recurrido en más de veinte oportunidades desde el año 1976. En concreto, para aprobar la partida los republicanos necesitan en el senado nueve votos demócratas.
Hasta el viernes contaban con 51 de los 100 votos, necesitan llegar a 60. La alternativa es dar marcha atrás con la propuesta.¿Cierra la totalidad del Congreso?
No. En esta oportunidad habrá un cierre parcial dado que tres cuartas partes del presupuesto han sido autorizadas.El proceso afectará a los departamentos de Estado, Vivienda, Comercio, Seguridad Nacional y Desarrollo Urbano, Justicia, Transporte, Interior, Agricultura y Tesoro. En total, unos 800.000 empleados públicos se verán afectados, ya sea sin trabajar o trabajando pero sin recibir paga hasta que se logre un acuerdo.¿Quiénes deberán seguir trabajando?
Los funcionarios que deberán seguir trabajando sin cobrar están relacionados con la seguridad, como los agentes del FBI o aduanas, personal de las prisiones, guardia costera o el personal que hace los controles en los aeropuertos.El Pentágono y los departamentos de Veteranos y de Salud funcionarán con normalidad porque disponen de presupuestos cerrados. También deberán funcionar el servicio postal, los controladores aéreos y otros programas esenciales, como los programas de asistencia sanitaria pública Medicaid y el Medicare.
Es decir, aquellos trabajadores que se consideran esenciales continúan trabajando, pero sin cobrar por ello. La administración a cargo se compromete a pagarles una vez que el Congreso apruebe un nuevo presupuesto y el presidente lo firme.
