translated from Spanish: Padres de niños con cáncer, cerca de contar con licencias laborales

Cuando un niño con cáncer recibe tratamiento en México, los hospitales públicos y privados exigen a sus padres que permanezcan a su lado las 24 horas del día para procurar su atención, y no permiten la presencia de ningún otro familiar más que los padres. Esto supone una encrucijada que muchos padres no logran superar: se ausentan de su empleo para cuidar a su hijo enfermo, los despiden por su ausencia y con ello pierden la seguridad social que garantiza la atención médica del niño.
Con el objetivo de ayudarlos a, por lo menos, no perder su empleo, la organización civil Cáncer Warriors propuso en 2017 una iniciativa que está a punto de concretarse: licencias laborales para padres de niños con cáncer. El proyecto fue aprobado por unanimidad y sin discusión en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados el pasado 23 de diciembre, con 46 votos a favor.
Al proyecto sólo le falta un paso para convertirse en ley: su aprobación en el Pleno de San Lázaro en enero próximo.
“Aquí salvamos tres cosas: que el trabajador salve su empleo, que siga teniendo un ingreso y que él y su hijo sigan teniendo seguridad social. Estamos ganando esta y vamos a ganar otras”, dijo a Animal Político Kenji López, fundador de Cáncer Warriors.
El abogado y activista explicó los principales beneficios de esta iniciativa, lo que aún tiene pendiente y el proceso que seguirá hasta convertirse en un derecho exigible por los trabajadores.
Todas las licencias que sean necesarias
La iniciativa reforma las leyes del Seguro Social, del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) y del Trabajo, para que los empleados formales cuyos hijos padezcan cualquier tipo de cáncer puedan ausentarse de uno a 28 días sin que puedan ser despedidos por ello.
“Se expedirán tantas licencias como sean necesarias durante un periodo máximo de tres años sin exceder 364 días, mismos que no necesariamente deberán ser continuos”, especifica el texto del dictamen aprobado en comisiones.
Cuando la iniciativa fue aprobada por el Senado, en abril de este año, los potenciales beneficiarios eran nueve mil 500 familias. Sólo a la fecha ese número ha aumentado a 9 mil 750, y de acuerdo con la secretaría de Salud federal, cada año hay unos 5 mil nuevos diagnósticos de cáncer en menores de edad, siendo la principal causa de muerte por enfermedad en niños entre cinco y 14 años.
De aprobarse la iniciativa en el Pleno de la Cámara de Diputados el año próximo, estos trabajadores podrán solicitar licencia laboral durante el tiempo que el hospital les exija permanecer junto al menor, conservando su empleo y también hasta 60% de su salario.
“Aunque tengan seguridad social tienen gastos, hay desabasto de medicamentos; los padres tienen que salir a comprar medicinas de 5 mil, 6 mil pesos”, argumentó Kenji López.
Las restricciones
El proyecto aprobado tiene algunas limitantes impuestas principalmente por los institutos de seguridad social, que buscan evitar que un trabajador sea inscrito con el objetivo específico de obtener la licencia. Por ello, el trabajador que solicite el permiso deberá contar con 30 semanas cotizadas anteriores a la fecha del diagnóstico del niño; en caso de no cumplir este requisito, deberá tener al menos 52 semanas de cotización inmediatas previas al inicio de la licencia.
La segunda limitante es la edad del menor: sólo estarán cubiertos hasta que cumplan 16 años. Esto significa que los padres de adolescentes con cáncer que tengan 17 no podrán solicitar la licencia, aunque a esa edad sigue siendo requisito que los padres permanezcan al lado del menor las 24 horas.
“Lo que nos importaba era que se aprobara para tenerlos cubiertos, lo que falta podemos impulsarlo en un adendum”, confía López, impulsor de la iniciativa que llegó a reunir 130 mil firmas en la plataforma Change.org antes de su aprobación en el Senado y que actualmente cuenta con más de 360 mil.
El proceso
La aprobación y entrada en vigor de la iniciativa ocurrirá, confía López, en el primer trimestre de 2019. “Si en enero se cita a periodo extraordinario para ver lo de la Guardia nacional, los diputados tienen interés en que ahí salga la nuestra”, relata. Si el Pleno de la Cámara la aprueba, se envía al Ejecutivo para su promulgación y publicación.
“Constitucionalmente, el Ejecutivo tiene facultad para emitir observaciones, pero ya va tan planchada que esperamos que no las haya”, dice en referencia al buen recibimiento que ha tenido en ambas Cámaras. Y vamos a sugerir que se promulgue el 15 de febrero, que es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil. Entraría en vigor al día siguiente y las instituciones tendrán un margen máximo de un mes para organizarse administrativamente y comenzar a expedir las licencias.
Si bien la aprobación en comisiones de este dictamen es una buena noticia para activistas, pacientes y sus padres, aún faltan elementos básicos por cumplir para que estas familias puedan afrontar dignamente la enfermedad de los niños. De acuerdo con Kenji López, lo más urgente es la infraestructura hospitalaria para que los familiares se alimenten y mantengan condiciones mínimas de higiene.
“El papá que está 12 horas y hace turnos con la mamá, tiene que quedarse mirando cuando le sirven la comida a su hijo. Y no es porque el hospital no quiera, sino que no hay recursos, deberían tener por lo menos un comedor, que los baños tengan más capacidad para asearse, hay gente que viene de muy lejos, que no puede bañarse, que no tiene un cepillo de dientes”, puntualiza el abogado.
El Instituto Nacional de Pediatría -segundo en porcentaje de pacientes pediátricos de cáncer atendidos, según la Secretaría de Salud, después del Hospital Infantil Federico Gómez- recibirá el año entrante 50.8 millones de pesos para la ampliación de la Unidad Pediátrica de Hemato-Oncología, provenientes del Fideicomiso 2012-2019 destinado a ese hospital.
“Qué bueno que piensen en el paciente y tengan la infraestructura médica para atacar la enfermedad, pero que también piensen en las familias que se están fletando ahí día y noche, y que necesitan tener las condiciones mínimas de dignidad”, expresó.
Por ello, el impulsor de la iniciativa considera que su aprobación daría cobertura a “la punta del iceberg” de todo lo que implica enfrentar el cáncer en México.

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