¿Qué pasa en la psiquis de una nena de doce años violada y obligada a parir?


Llegó con su mamá y sus doce años con un embarazo producto de una violación al hospital. Inmediatamente deberían haberle practicado una Interrupción Legal del Embrazo como lo dice la ley, pero la religión y los sectores conservadores otra vez lo complicaron todo.Sin pensar en el riesgo que implicaba para ella dilatar ese embarazo, sin siquiera cuestionarse el deseo de la menor y mucho menos la ley vigente, militantes antiderechos consiguieron a fuerza de presión y lobby, que se vulneren otra vez sus derechos y se le realice una cesárea. Las primeras horas de la beba fuera de la panza de la niña son un misterio pero no así el desenlace ya que en menos de una semana, pesando menos de 750 gramos, murió. Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito piden la renuncia del ministro de salud de la provincia Gustavo Alejandro Bouhid y de todos y todas las profesionales de la salud que no cumplieron con la ley y usaron a la pequeña como una incubadora. 

Y en eso quiero centrarme con esta nota. En ella, que debería estar jugando con sus muñecos en vez de estar internada, conectada a una máquina y con un tajo en su panza para el resto de su vida. ¿Qué pasa en la cabeza de una nena de 12 años que vive todos estos tormentos? Para entenderlo Filo.News habló con Miriam Maidana, psicoanalista, docente de la Facultad de Psicología e investigadora en temas de adolescencia y género.”Lo que pasa en la cabeza en una persona, más allá del acto violento en sí, es lo que viene después de ese acto de sometimiento. La violación en el caso de niñes, generalmente es cometida por alguien del entorno, es muy difícil de procesar. No es lo mismo una adulta que se mueve con cierta independencia. Estas niñas generalmente son amenazadas, tienden a tener conductas de cortar vínculos con el mundo exterior y comienzan a tener miedo, a vivir con miedo”, explica de manera amplia la especialista. 

La pequeña, que ya atravesó varias situaciones de violencia primero por parte de su vecino, luego por parte de los médicos y médicas y finalmente por parte del mismo Estado que debía protegerla, deberá volver a su casa y esa será otra instancia. “Este caso se hizo público. Lo que pasa después de una violación dentro del entorno social es tremendo. Seguramente va a caminar por su pueblo y le van a gritar “ahi va la violada”, aunque suene cruel esto funciona así. Siempre hay una mirada que disculpa al violador y una mirada que inculpa a la victima y a su entorno, que la madre la dejo salir, que usaba short”, indica Maidana.Niña no madre
“Tanto la Organización Mundial de la Salud como UNICEF, por ejemplo, avalan el aborto en el caso de niñes menores de 14 años. Es que el cuerpo no esta preparado, no es algo subjetivo, es médico”, sostiene.Aunque parezca una ironía, para Jujuy se supone que también una niña menor de 15 años no está lista para ser madre y así bien lo indica el protocolo al cual se unió a principios del 2018 junto a UNICEF. 

Pero no sólo el cuerpo no está preparado, tampoco la psiquis. “Si bien la madre en este caso es muy consciente de lo que sucede con su hija y eso allana el camino para que la chiquita crezca con menos culpa y responsabilidad por todo lo que pasó, infiero que no era una niña que tenia un acceso a la Educación Sexual Integral. Si en Capital es una batalla que se aplique la ESI, no me quiero imaginar en un pueblo de Jujuy”, agrega. En la Argentina cada diez minutos una adolescente se convierte en mamá y casi la mitad de ellas, un 45%, no planificó su embarazo. En Jujuy la problemática es aun más preocupante ya que las estadísticas marcan que la media nacional de embarazo es 14.5% pero en dicha provincia es de 20.5%, siendo San Pedro (de donde es la chiquita) y San Salvador los que tienen los índices más elevados.”La niña entró a los tres meses al hospital con un dolor abdominal. Generalmente se les pregunta si ya tuvieron la menstruación por la posibilidad de embarazo pero nada de esto ocurrió. Si se detectaba en esa fecha nada de esto seguramente hubiera pasado o, al menos, no con la gravedad e impunidad como sucedió”, analiza y refuerza: “Jujuy, Salta, Chaco, tienen unos indicadores de embarazo adolescente y en niñas enorme. Son lo más altos del país, no preguntarle por su menstruación, omitir que el embarazo podía ser una posibilidad, es muy irresponsable”. La tortura como método

Militantes de “las dos vidas” en la puerta del hospital Materno Infantil de Jujuy.

Obligar a ser madre a quien no quiere serlo, es de por sí un acto de violencia. Pero en este caso el condimento de haberse hecho público, de sus doce años y la atrocidad de una violación lo hacen bisagra. Luego de la cesárea los y las antiderechos buscaron nombrar a la neonata “Esperanza”, dando a entender que “salvar a las dos vidas” era posible. Pero además de eso, recrudecieron su manera de dirigirse a quienes están a favor del aborto llenando de mensajes violentos las redes sociales e indicando que si era posible que tanto la madre como, en este caso, la beba, fueran “salvadas”. Pero no fue así y la excitación por “tener razón” se desvaneció en menos de una semana. La beba pesaba muy poquito y tenía mínimas posibilidades de sobrevivir. “Fue una tortura de todo tipo de color, cultural, ideológica, judicial. Este caso fue un disparate, ignoraron a la niña que estaba embaraza. Dicha vulneración de derechos implican más y más inseguridades en la víctima, ese no entender qué pasa con su cuerpo, con su situación agrava mucho las cosas y son las personas que proclaman ´salvemos las dos vidas´ las terminan generando estos desastres.”, repite la doctora.Respecto a la psiquis de una mujer tan pequeña, la psicóloga sostiene: “En esa edad se atraviesan momentos de cambios hormonales muy fuertes. Te cambia el cuerpo. Tu entorno, tus amigas, están en otra sintonía, te están obligando a vivir algo que no tienen nada que ver con tu edad. La violación en si un acto criminal, como que alguien te apuñale. Eso trae consecuencias”. Gilead, un poroto

Que esta caso le recuerde a mucha gente a la novela y luego serie de The Handmaid’s tale no es casualidad. Su creadora, Margaret Atwood, se inspiró en la Dictadura Militar Argentina para escribir la historia fantasiosa (y no tanto) sobre Gilead.Dicha república tiene muchos problemas de natalidad y las mujeres que pueden procrear son esclavas usadas como incubadoras. Mientras están embarazas, las criadas viven su momento más digno ya que dejan de sufrir maltratos pero apenas dan a luz, las familias adineradas, que son quienes tienen el poder, se adueñan de los hijos e hijas para el resto de sus vidas.Cualquier parecido con la realidad no es pura cohincidencia. Mientras la criaturita de 700 gramos se encontraba en la incubadora, el gobernador de la provincia Gerardo Morales indicó que ya había una importante familia de Jujuy que esperaba su recuperación para poder adoptarla y esas declaraciones generaron repudio.  

El gobernador Gerardo Morales dijo que “hay una familia importante de Jujuy” que quiere adoptar al bebé.
En realidad, la persona que desea adoptar debe inscribirse como aspirante a guarda con fines adoptivos en el Registro Único de Adopción.Se saltean el mecanismo legal ???!— arpía �� (@pia_dmn)
20 de enero de 2019

“Me hizo acordar al proceso militar. Ni siquiera tuvieron respeto por la cantidad de familias que quieren adoptar. Y ni hablar de que usaron de envase a la chiquita. El poder siendo lo peor del poder”, concluyó la psicoanalista. 



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