El derecho internacional público | EL DEBATE

Ahora más que nunca se resalta la importancia del derecho internacional público como instrumento fundamental para lograr la paz y seguridad en el mundo. Sucesos recientes, como los anuncios, primero el de Estados Unidos de retirarse del Tratado de las Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), seguido por el de Rusia en el que reaccionó de la misma manera, hacen más palpable la urgencia de un reordenamiento global, es ahí donde entra el derecho internacional público.Podemos afirmar sin duda, que el derecho internacional público pertenece a la rama de la ciencia jurídica encargada del estudio y regulación de los actos celebrados entre países y también con organizaciones internacionales en sus competencias propias y relaciones mutuas, sobre la base de ciertos valores comunes.Es pues, el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones externas entre sujetos soberanos, los Estados, y de otras entidades a las cuales, sin ser países, también se les confiere calidad de entes de derecho internacional.El propósito de este derecho es armonizar las relaciones entre los Estados, construyendo un ideal de justicia mutuamente acordado por ellos, en un marco de certeza y seguridad que permita realizarla.El derecho internacional público se caracteriza sobre todo por los sujetos que regula, siendo estos los propios países soberanos.Pongamos un ejemplo: como todos sabemos, México “celebró” en su calidad de ente soberano el Tratado de Libre Comercio de América del norte (o TLCAN) con Estados Unidos y Canadá.El TLCAN no es otra cosa más que un “contrato”, el cual contiene “cláusulas” que imponen derechos y obligaciones recíprocas a las partes que lo celebran, de la misma manera que se hace en un convenio hecho por particulares con entidades públicas, digamos: el que usted celebró con la Junta Municipal de Agua Potable. La gran diferencia estriba en que el TLCAN lo celebraron naciones.Eso implica importantes diferencias en la forma de creación, estructura, fundamento legal, medios de defensa, autoridades encargadas de resolución de controversias y tipos de sanciones a aplicar.En el contrato de suministro de agua potable (de nuestro ejemplo) existe una relación de subordinación, donde los sujetos están sometidos a poderes que los condicionan, al imperio de las leyes creadas conforme al proceso legislativo impuesto por la Constitución Nacional que le asignan reglas claras y de observancia obligatoria general, así como se sujetan a la autoridad de los órganos internos de impartición de justicia.El derecho internacional público es trascendentalmente diferente, ya que su estructura es más bien de “coordinación” y no de “subordinación”, responde a que sus principales sujetos, los Estados, son soberanos, razón por la cual no admiten sometimiento a poder material ajeno que les condicione.El derecho internacional se conforma por acuerdos entre Estados (tratados internacionales que también reciben diferentes nombres), sus fuentes son, entre otras: la Costumbre Internacional y Principios Generales del Derecho, de acuerdo con lo previsto por el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia.De acuerdo con este ordenamiento, el Estado, al celebrar tratados internacionales con otros países, se compromete a poner en vigor la norma internacional acordada en su propio territorio y aplicarla por encima de las nacionales, conforme a las particularidades de cada orden jurídico interno. De ahí que en México la Corte ha definido que la aplicación y observancia de los Tratados Internacionales es preferente al de las leyes generales domésticas, a excepción de la Constitución Federal.La importancia del derecho internacional público como regulación esencial de la política mundial es fundamental, pues entre sus finalidades y objetivos cardinales están el lograr la paz entre las naciones, el reconocimiento y respeto de los derechos humanos, así como la ayuda mutua, entre muchas otras.Como siempre, un placer saludarlo, esperando que estas pocas letras hayan sido de su agrado y, sobre todo, de utilidad.¡Hasta la próxima!



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