Grandes chicas: A propósito del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia


Usualmente, cuando se acerca el 11 de febrero, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, se escriben muchos artículos recordando a las más grandes científicas de la historia, tales como Marie Curie, Rosalind Franklin o Ada Lovelace, por nombrar algunas. Eso está perfecto porque, sin duda, fueron pioneras en sus disciplinas y nos permiten destacar el importante rol que ha tenido el género femenino en las ciencias, un hecho que la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció en 2015 al establecer esta fecha en reconocimiento al papel clave que las mujeres desempeñan en la comunidad científica y en la tecnología.
Pero, como también se trata de niñas, no debemos olvidar a estas pequeñas grandes campeonas: Xóchitl Guadalupe Cruz López, Ekaterina Trusheva, Gitanjali Rao, Sofia Dorta y Ann Makosinski, quienes tienen en común el haber hecho grandes aportes y contribuciones científicas antes de cumplir 16 años. Xóchitl es mexicana, originaria de la Zona de los Altos de Chiapas y a sus 8 años recibió el año 2018 el ‘Reconocimiento ICN a la mujer’ que otorga el Instituto de Ciencia Nuclear de la Universidad Nacional Autónoma de México, por haber desarrollado un calentador solar de agua que construyó para su domicilio.
Ekaterina es una niña rusa que tenía sólo 13 años cuando en 2014 creó una nave intergaláctica que decidió desarrollar el día que se enteró que, en algún momento, la Tierra será ‘tragada’ por el Sol. La nave, de la que quiere ser capitana, cuenta con capacidad para 500 pasajeros y utilizará como fuente de energía el hidrógeno que hay en el ambiente interestelar. La idea entusiasmó al director del Instituto Internacional de Educación Espacial de Alemania, Ralf Heckel, quien reclutó a la pequeña como participante de su equipo en la competición de construcción de astro-móviles para la exploración humana de la Nasa.
Gitanjali en 2017 fue nombrada como la mejor científica joven de Estados Unidos. La niña de ascendencia india tenía 11 años cuando creó y desarrolló Tethys, un dispositivo para detectar la contaminación en el agua. La pequeña programadora chilena Sofía Dorta, el año pasado con 11 años fue la única menor presente en Index, San Francisco, Estados Unidos, la conferencia que reúne anualmente a la comunidad de desarrolladores, donde presentó su robot con inteligencia artificial. Ann Makosinski, la joven canadiense de ascendencia filipina y polaca, tenía 15 años en 2013 cuando, decidió crear ‘Hollow flashlight’, una linterna para una de sus amigas de Filipinas que no tenía luz en su hogar.
El resultado fue una particular bombilla que funciona gracias al calor del cuerpo. Invitada el año pasado al Congreso Futuro donde fue la expositora más joven, hoy a sus 21 años ha sido destacada por la revista Forbes como una de las inventoras más jóvenes del mundo. Estas son algunas de las grandes chicas. Pertenecen a una nueva generación que debe agradecer a sus predecesoras el haberles abierto las puertas porque para ellas, sin duda, será más fácil, pues como señaló el ingeniero de Google, Kelsey Hightower, refiriéndose a Sofía Dorta ‘Una muchacha de once años me recordó que el futuro es tan brillante como queremos que sea’.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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