Desde el comité político extraordinario que encabezó el Presidente Sebastián Piñera, el lunes a primera hora -en un break de sus vacaciones-, se sabe en el seno de La Moneda y en el gobierno que ya está zanjado el futuro del subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo. Su salida es un hecho, como también que por estos días está gozando de “tiempo regalado” por factores ajenos a él, pero que le alargaron temporalmente su permanencia en el gabinete. Las emergencias por los incendios forestales y eventos climáticos hacen inviable remover ahora a la cuestionada autoridad del Minsal, como también sacarlo en medio de las tensiones que la figura del subsecretario ha generado en Chile Vamos.
Tanto en RN como en la UDI reconocieron que Castillo no está contemplado para el segundo año de la administración piñerista, pero eso no quita que ambas colectividades remen en sentidos contrarios estas semanas respecto a este tema, ya que mientras los primeros han dado señales de dejar caer al subsecretario, en el gremialismo han operado a su favor para sostenerlo en el cargo, lo que de paso ha significado soterradas presiones internas para despejarle el camino, tratando de sacar al ministro de Salud, Emilio Santelices. Con este escenario, la salida del subsecretario se complejizó para La Moneda, y la Democracia Cristiana -que lleva meses exigiendo su salida del gobierno, dado el papel que jugó en la trama del magnicidio de Eduardo Frei Montalva- ya no es el único factor a considerar. La inesperada movida de las fichas que hizo RN como coletazo del fallo en primera instancia que dictó el juez Alejandro Madrid sobre el caso Frei, enredó todo en el oficialismo.
No hay que olvidar que la diputada Paulina Núñez, dijo que “Luis Castillo debería pensar si seguía en su cargo”, y acto seguido el timonel de RN, Mario Desbordes, trató de amortiguar el impacto de esas palabras asegurando que se trataba de una opinión personal que iba en sentido contrario de lo que estimaba su tienda. Pero en el seno de la colectividad no pocos advirtieron que no hay que perder de vista que Núñez es vicepresidenta del partido, que “no es cualquier persona” y que, además, tiene redes privilegiadas con el gobierno. De hecho, es considerada una de las “orejeras principales” de la ministra vocera, Cecilia Pérez, y es la señora del ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, lazos que hacen que sus dichos -a oídos de RN- sean algo más profundo que una simple “arrancada de tarros”.
La UDI marcó su posición la semana pasada. Su presidenta, Jaqueline van Rysselberghe, no solo defendió a Castillo, sino que tocó la fibra sensible de Núñez: “Es poco prudente que una diputada, esposa de un ministro, enjuicie a otro miembro del gabinete”. Es que para el gremialismo, Castillo no es cualquier subsecretario, y si bien no está inscrito oficialmente en sus filas, lo consideran como uno de los suyos, un cercano que no quieren dejar caer.
Dicho eso, en la UDI cercanos a la directiva confesaron que saben que esta es una defensa inconducente, que las cartas están echadas con Castillo y que, por lo tanto, su apuesta es a marcar “el punto político” para que La Moneda dilate la decisión y no quede públicamente cediendo ante la presión de un partido de oposición. “No somos ciegos”, afirmaron en el gremialismo, en alusión a que saben que hacer el guiño político a la DC con Castillo este año es el mejor negocio político que puede hacer el gobierno, ya que los seis votos de su bancada serán demasiado útiles en la tramitación de las reformas tributaria, laboral y de pensiones.
El gobierno ahora no solo debe preocuparse de encontrar una nueva fórmula para sacar a Castillo y no parecer pauteados por la DC, sino que además debe hacerlo de una forma que ello no le genere críticas internas en Chile Vamos. Una decisión en el momento equivocado puede abrir flancos y echar por tierra el esfuerzo de control total de la agenda.
Es cierto que este martes los secretarios generales de la UDI, RN y el PRI se sentaron en la oficina del subsecretario Castillo para entregarles su respaldo, pero desde el oficialismo recalcaron que eso fue solo “una puesta en escena” para no agrandar las diferencias internas que genera el tema.
Para el director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno “el acuerdo con la DC bien vale una misa, por eso es que la suerte de Castillo está echada. Sus verdugos serán los propios partidos de Chile Vamos, que tendrán como excusa el fin superior de visibilizar la agenda legislativa del gobierno”. En este sentido, agregó que la cita del oficialismo con el subsecretario fue solo “una cachetada de payaso”.
No es gratuito el intento de Castillo y Santelices por dar señales de tregua. Al reencontrarse luego de las vacaciones, ambas autoridades del Minsal se reunieron para tratar de apaciguar la guerrilla interna que han protagonizado el último tiempo y que ya es vox populi en todo el ministerio y en todo el gobierno.
La Moneda durante estos días ha dejado poco para la imaginación sobre el futuro de Castillo, ya que nadie lo blinda y defiende públicamente como antes. El lunes 10, el Presidente Piñera dijo de forma escueta que “respecto al subsecretario Castillo, en este instante estamos 100% preocupados y dedicados en cuerpo y alma a enfrentar las emergencias de los incendios en el sur, del terremoto en la Región de Coquimbo, de las inundaciones en las regiones del norte”. Una salida idéntica a la que recurrió ayer el ministro del Interior, Andrés Chadwick: “Estamos concentrados cien por ciento en materia de emergencia. Otras situaciones la veremos en su oportunidad, cuando el Presidente regrese de vacaciones”.
Ante esta performance de La Moneda, el diputado RN, Andrés Celis, aseguró en radio Cooperativa que “en muchas ocasiones el silencio lo dice todo, no cabe duda de que hay una incomodidad que refleja el Presidente Piñera por el tema de la permanencia o continuidad del subsecretario Castillo”. Sin embargo, no se quedó ahí y el parlamentario sentenció que “llegó el minuto en que el subsecretario debiese ir hacia la oficina del Presidente y colocar su renuncia a disposición del mandatario”.
Hechos, no palabras
En la DC tienen muy presente las palabras de Piñera -a través de sus redes sociales-, el día que se conoció el fallo del juez Madrid: “Condenamos con indignación este asesinato y expresamos sentidas condolencias a su familia y al PDC”. Por eso, el jefe de la bancada DC, Matías Walker, afirmó ayer a El Mostrador que solo la salida de Castillo es lo que el partido entenderá como un acto de concordancia del gobierno con los dichos del Mandatario, y advirtió que “parece ser que Jacqueline van Rysselberghe es el principal obstáculo para el gobierno”.
Walker recalcó que el fallo del juez Madrid trae consigo un reproche ético del actuar de Castillo mientras fue director del Hospital Clínico UC, etapa en la que “omitió” informar a la familia Frei sobre la autopsia que se había realizado al fallecido ex-Mandatario. “El gobierno apostaba a que Castillo no fuera nombrado”, agregó el diputado.
No por nada, la primera bajada que hizo La Moneda tras conocerse el fallo fue poner el acento en que Castillo “no tiene ninguna responsabilidad penal”, y fue esa la razón por la que cuando el ministro Chadwick recibió después al presidente de la DC, Fuad Chahín, este partido le dejó claro a La Moneda que el estándar para medir la situación de su subsecretario de Redes Asistenciales no podía ser solo penal, e insistieron en que la autoridad del Minsal no está habilitado éticamente para ocupar un cargo en cualquier gobierno.
Desde la Falange no olvidan que no es menor el gesto que el partido hizo al gobierno, a contrapelo de todo el resto de la oposición, cuando entregó en bandeja a La Moneda la posibilidad de sacar como víctima a Luis Mayol de la Intendencia de La Araucanía, golpeado por los efectos del crimen de Camilo Catrillanca. Con eso, se descomprimió la presión que había contra Chadwick, que pasaba un momento político débil por el mismo caso y sobre quien la oposición fraguaba un intento de acusación constitucional.
