“Han venido extranjeros con VIH, y por ello se incrementó la cifra de pacientes”. Ese fue el argumento del ministro de Salud Emilio Santelices para explicar la cifra récord de nuevos casos de personas con el virus registrado el año pasado.
De acuerdo al Instituto de Salud Pública (ISP), entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2018 se confirmó un total de 6.430 casos nuevos, un guarismo preliminar que corresponde a la cantidad anual más alta de la historia.
Sin embargo, según el secretario de Estado, se trata de “una cifra similar a lo que ha ocurrido en los años anteriores, no han aumentado de manera significativa los pacientes con VIH”, porque los números dan cuenta de “un cambio de perfil, en donde efectivamente tenemos población que ha ingresado a Chile siendo portador y la población chilena se mantiene en los niveles de prevalencia que hemos tenido en los últimos años”.
De acuerdo a los datos del ISP, del total de nuevos confirmados con el virus, dos tercios son chilenos y el resto correspondería a extranjeros, revelando un aumento del 10,6% respecto de los 5.816 infectados en el 2017.
Santelices insistió en que “cuando uno se desagrega esta cifra, pude encontrar que la mayor parte de estos pacientes, son pacientes extranjeros”, por lo que el Minsal centrará la estrategia de prevención en esa población para detectarlos y tratarlos “generando en ellos educación y adherencia a nuestro sistema de salud pública, que cuenta con los tratamientos gratuitos y de última generación que en otros lados no hay”.
la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, justificó a El Mercurio que la cifra total de los casos aumentaría, “porque estamos yendo a buscar a los pacientes para hacerles el test rápido”.
La explicación de Santelices no cuaja del todo en la opinión pública. De hecho, el analista Tomás Duval compartió en su cuenta de Twitter la noticia con el comentario “el calor parece que también afecta a los médicos”.
Con todo, el tema del VIH vuelve a marcar la agenda del ministro, luego que en abril pasado protagonizara un bullado episodio, cuando afirmó que en Chile, en relación a la mortalidad por VIH, estábamos por sobre el doble del promedio mundial, frase que luego debió corregir.
Asimismo, el manejo del tema VIH ha provocado ruidos al interior de la cartera, incluyendo la renuncia en diciembre pasado de la jefa del Departamento ad hoc, María San Martín, a cargo de implementar el Plan Nacional de Prevención.
Es más, dicho programa, además, ha sufrido retrasos reconocidos por la autoridad, dado que hasta fines del año pasado solo 254 centros de salud familiar (de los casi 500 que hay en todo Chile) contaban con los test rápidos de VIH disponibles.
Estrategias insuficientes
En las organizaciones ligadas al tema, hay una mirada crítica al accionar del Ministerio de Salud en esta materia.
Para Karina Rocco Anabalón, encargada de VIH/SIDA-ITS de Aprofa, si bien el aumento de casos puede obedecer a la mayor aplicación de test rápidos, que han permitido que población que no conocía su estado serológico lo esté conociendo, también hay que necesariamente agregar que “Chile no cuenta con políticas públicas que satisfagan las necesidades en prevención de VIH y educación sexual, generando en la población una desinformación, normalizando prácticas de riesgo tanto para adquirir como transmitir el virus”.
A su juicio, “desde el Ministerio de Salud se deben generar campañas que informen y desestigmaticen el vivir con VIH. Hasta ahora todas las campañas ministeriales se enfocan en las mal llamadas poblaciones de riesgo, cuando todos y todas, sin edad, sexo, género o nivel sociocultural, podemos adquirir el virus”. Una medida que debe ser complementarias a otras como fomentar la educación integral de la sexualidad en todas las instituciones educativas del país, señala la especialista de la Asociación Chilena de Protección de la Familia.
Según Anabalón, “debe haber un real cambio en las políticas de Estado en educación sexual integral, y en salud enfocada en derechos humanos, o si no solo aumentará los índices de VIH para 2019 sino en todos los años a futuro”.
En la misma línea, según el director ejecutivo de la organización Vivo Positivo, Manuel Jorquera, “faltan campañas reales del Gobierno para prevenir el VIH”, indicando que sería “mucho más efectivo” lograr que los pacientes accedan a la medicación, ya que, algunos no asisten a retirar los antirretrovirales.
