Tras dos acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional y en un año donde la palabra default comenzó a escucharse en los pasillos nuestro país tuvo un incremento de más de 23 puntos porcentuales en la relación deuda/PBI, pasando del 55,9% a principio de año a un 77,4% al cerrar el 2018.
Le sigue, en la lista de países que más se endeudaron en relación a su producto bruto interno, Brasil con 5,7% y Pakistán con 4,1%. A este dato del Instituto de Finanzas Internacionales tenemos que sumarle las advertencias de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que en el “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe” pone a la Argentina en el primer puesto de países latinoamericanos más endeudados en relación a su PBI. Por lo tanto, no sólo fue el país que más aumento su endeudamiento en términos relativos durante 2018 sino que en términos absolutos esto lo dejó siendo el deudor más grande de América Latina, consecuente con haber firmado el mayor préstamo en la historia del FMI.
El panorama no parece mejorar durante 2019, ya que se esperan nuevos desembolsos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y las devaluaciones oficiales del peso hacen que esa deuda crezca cada vez más en relación a nuestro PBI. Especialistas aseguran que contamos con los fondos para hacernos cargo de nuestras deudas durante este año y parte del que viene. Sin embatgo, se abre en el horizonte del 2020 la necesidad de reestructurar una deuda que hoy en día el país no esta en condiciones de afrontar. En este sentido, es que el riesgo país de la Argentina es el segundo más alto de la región (después de Venezuela) y demuestra la desconfianza que le genera a los mercados nuestra economía y con ello la dificultad que tendremos para conseguir la tan necesitada lluvia de inversiones verdes. En esta nota:
