Dilma Rousseff: Ayuda humanitaria de USA es una “coartada” de Trump para “entrar” a Venezuela

Dilma Rousseff, exmandataria de Brasil, señaló en sus redes sociales, durante esta jornada, que la ayuda humanitaria que varios países, pero principalmente Estados Unidos, pretenden hacer llegar a Venezuela es la “coartada” del Gobierno de Donald Trump para “entrar” en la nación suramericana.Rousseff, también advirtió que “en los próximos días” habrá un “peligroso agravamiento de la crisis” venezolana.Y profundizó al respecto señalando que se esta viviendo “Un momento de profunda gravedad ante la amenaza del Gobierno Trump de entrar en Venezuela de cualquier forma, usando la coartada de la ayuda humanitaria”, y agregó que “todo eso se combina con el envío de tropas de algunos países para la frontera venezolana, incluso tropas brasileñas”.A continuación Rousseff criticó duramente a Jair Bolsonaro, por su participación en la situación de Venezuela. En esa línea dijo “Brasil se curvó y se sometió a los intereses del Gobierno Trump, al aceptar participar del falso enfrentamiento de la ‘ayuda humanitaria’ con Venezuela, enviando alimentos y sobre todo tropas para la frontera”.Asimismo, aseguró que la decisión de Venezuela “de enviar tropas y cerrar la frontera con Brasil fue un paso más, aunque sea defensivo, en esta escalada bélica”.Y continuó señalando que “Brasil baja la cabeza y se somete al interés del Gobierno estadounidense de usufructuar el petróleo venezolano, y acepta traer a nuestro continente un conflicto armado, contrariando todos nuestros principios de no intervención y respeto a la soberanía de las naciones”.Rouseff también indicó que la posición del Gobierno de Bolsonaro traerá “gravísimas consecuencias” al “aceptar el papel de socio” en “esta estrategia bélica global de Estados Unidos”.Y fue categórica al apuntar que “El Gobierno de Bolsonaro tira a la basura el respeto conquistado por Brasil como nación defensora de la paz, del multilateralismo y del respeto a la soberanía de todos los pueblos”.Y agregó que “provoca una crisis diplomática sin precedentes, y asume el riesgo de envolver” a Brasil “en una aventura militar contra un país con el cual tenemos 2.190 kilómetros de frontera, y que contará, en caso de enfrentamiento armado, con el apoyo militar de China y Rusia”.

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