translated from Spanish: Revista Caras: muere una estrella

Me pasé la vida haciendo revistas. Ninguna gracia porque mi bisabuelo publicó la primera revista de Chile, “Sucesos”, en 1902, y sus hijos Gustavo y Federico Helfmann hicieron 50 revistas más durante la época de oro de Zigzag: Eva, Ercilla, Rosita, Confidencias, Ecran, Flash, Okay, etc. Esa tinta yo la llevaba en la sangre, nada qué hacer…
Fue así como en 1976 fundamos la revista “Cosas”, con un grupo genial: Raquel Correa, Elizabeth Subercaseaux, Malú Sierra. Sus entrevistas fueron valientes y emblemáticas. Disfrazábamos los contenidos duros con la portada de Carolina de Mónaco y le poníamos mucho, pero mucho, glamour. Diez años después intentamos con M. Elena Wood repetir la historia con una revista gigante, “Caras” y un cuento nuevo: el rescate de la cultura y el destape de lo que había ocurrido durante la dictadura. Pero claro, me dieron con la puerta en las narices y me negaron el permiso de circulación: yo no era una persona apta para publicar revistas, dijeron los militares. Medio Chile se movió, reconozco, y recorrí oficinas temibles y “oscuras” hasta que lo logramos.
“Caras” fue un respiro, un aire nuevo, una revista estéticamente impecable. Al equipo ya nombrado se agregaron Mauricio Carvallo, Oscar Sepúlveda, Marcia Scantlebury, Rosario Álvarez, Pauline Kantor, Paula Escobar. Y le dimos con todo, salimos en mayo de 1988 cruzando dedos, sin saber cómo nos iría en el plebiscito… Luego hicimos una fiesta mayúscula, buscamos glamour local, entrevistamos a los políticos que regresaban al Congreso, destapamos Pisagua, Villa Grimaldi, personajes emblemáticos censurados y le dimos a la cultura, con Antonio Skármeta y Marco Antonio de la Parra a cargo. Un lujo de equipo y un lujo de revista.
“Caras” se ha terminado y eso nos entristece demasiado, pero conservamos su archivo, sus fotos increíbles, su atrevimiento, su calidez, su belleza, su aporte a la historia del país. Cerrar revistas es un atentado a la libertad de expresión, para qué estamos con cosas, pero el modelo de negocios no está funcionando y nadie ha sabido pasar a lo digital, a la radio, al cine documental (que hoy la llevan) a tiempo. Es otra forma de hacer periodismo. Hay que saber eso y aprenderlo. A tiempo.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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