Decisiones radicales | EL DEBATE

Parece que el Gobierno no se quiere romper la cabeza en lo que a combatir la corrupción se refiere. Ya vimos cómo a nivel nacional, bajo el argumento de combatir los malos manejos, han cambiado de manera radical los tipos de financiamiento de los programas, o de plano estos han desaparecido. Ejemplo de ello es la desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), mismo que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió desaparecer, argumentando manejos poco transparentes y eficientes de los recursos.Lo mismo pasó con el programa de Estancias Infantiles. El dinero se dará de manera directa a los padres de manera bimestral (1600 pesos por niño menor de 4 años) para que sean los padres los que paguen a guardería, evitando que el recurso se entregue de manera directa a las estancias.En este caso, el argumento del Gobierno también fue que había malos manejos. En todos estos casos, el Gobierno tomó medidas radicales. Es cierto que algo se tenía que hacer, y diametralmente distinto para romper inercias muy arraigadas que se niegan a morir.Ahora bajo el argumento de la corrupción, el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, cancela los Ceprofies, que son incentivos para atraer la inversión privada y generar empleo. El Gobierno acusa malos manejos del programa y prefiere eliminar en vez de buscar corregir. De nuevo, se toma una decisión fuerte en un sentido que ya ha generado críticas. Ojalá que el Gobierno, como se hizo en casos anteriores, busque un paliativo para aminorar los efectos que se desatarán con su decisión. El “remedio” no debe ser peor a la enfermedad.



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