Dujovne en campaña: ¿Qué dijo el ministro de Hacienda?


Quedan pocos días para lo que puede ser el último discurso presidencial de Mauricio Macri en el Congreso de la Nación, pero la campaña electoral no espera y las declaraciones de Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, en TN son muestras de esto. En Filo.News repasamos las declaraciones en una primera aproximación de cómo encarará Cambiemos un año electoral con pocas herramientas de política económica por su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y un contexto recesivo que no da respiro. “La volatilidad del dólar va a ser baja”
De cara a 2019 la variable del dólar ocupa un lugar central. Luego de sucesivas corridas cambiarias entre abril y septiembre del año pasado la gestión Sandleris en el Banco Central inauguró un nuevo esquema monetario, pasando del gradualismo al shock. Se concretó una política de crecimiento cero de la base monetaria y la delimitación de una zona de no intervención dónde el dólar podría moverse libremente mientras el peso se devalúa progresivamente (en 2018 la devaluación programada fue del 3% y este año será del 2%). 

Pero, como dice el ministro, es importante mantener la volatilidad baja entonces esa no intervención es relativa. Hoy “la banda” se encuentra entre $38,56 y $49,9 pero es claro que el Central no piensa dejar que la divisa norteamericana se despegue mucho del piso, o eso demostró la semana pasada cuando el dólar acumulo 6 jornadas al alza y llego a pasar los $41.Si bien estaba dentro de la “zona” el Central usó la tasa de interés para atraer capitales y quitar presión a la demanda de divisa, además de intervenir, en el día que el dólar llego a venderse a $41,30 en el banco Nación, en el mercado de dólar futuro. “Desde que comenzamos con este esquema de agregados monetarios, el Banco Central fue muy efectivo en bajar la volatilidad. El dólar siempre estuvo muy cerca del límite inferior de banda cambiaria”.
La efectividad, como presentamos en el punto anterior, vino de la mano de una tasa de interés que nunca pudo bajar del 44% y llegó al 74% ¿Por qué esto es un problema? Porque es la tasa de referencia para el resto de la economía, lo que encarece fuertemente los créditos y vuelve impagables las deudas. Una tasa de interés tan alta es, como dijo el propio ministro de Producción y Trabajo, incompatible con la producción.La tensión entre mantener estable la divisa y la economía real es visible, sobretodo con una política de tasa tan alta que se creía que era de corto plazo. Para contener el dólar en la última semana la tasa de interés paso en tres jornadas del 44% al 49%. En este sentido, Dujovne le hablo a los golpeados empresarios nacionales: “Aun sabiendo que las pymes están pasando por momento difícil con tasas altas, yo les digo que estamos haciendo todo lo necesario para estabilizar la economía”.”La inflación y el empleo son preocupaciones que compartimos en el Gobierno. Tenemos muy en claro que para resolverlas de manera estructural necesitamos una economía sana”
El propio presidente Macri dijo “Ya está bajando la inflación y lentamente va a mejorar la economía” pero al otro día el INDEC publicó el incremento de precios al consumidor de enero y el dato superó tanto las estimaciones oficiales como las privadas. La inflación volvió a acelerarse y las proyecciones para febrero siguen ese camino.
El problema es que la estrategia oficial para bajar la inflación sigue siendo la de la contracción monetaria y su efecto recesivo. Secar la plaza y que no haya pesos para que presionen al dólar ni a precios mostró sus limitantes pero la apuesta para sanear la economía sigue llevando a la caída del consumo, de la inversión y de todo componente que dinamice el mercado interno.”La sociedad comprende las dificultades para sanear la economía y que la contracara de eso son años difíciles” 
Más allá del tinte electoral de esta afirmación, la pregunta que se abre tiene que ver quienes quedan en el camino de estos años difíciles. Si miramos sólo la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, 2.536 locales cerraron su persiana tan sólo en el primer mes del año. Desde las pymes hace muchos meses denuncian una situación terminal y ante los grandes aumentos en los costos de mano de las tarifas y un consumo en picada que complica las ventas, menos de 1 de cada 3 empresas logró una rentabilidad positiva en enero, según la encuesta mensual industrial de CAME. 

La caída en la producción tiene como contracara el aumento del desempleo, que obviamente tiene efectos en el consumo. Consumo que ya esta afectado por el incremento de precios y lo que vive el ciudadano de a pie con un sueldo que cada vez rinde menos. Así la recesión abre un circulo vicioso donde las promesas de reactivación no se observan en el horizonte y que parte de la campaña sea “saber que vienen años difíciles” no da demasiada esperanza. En relación a las tarifas dijo: “están convergiendo a niveles para brindar un servicio adecuado”
Faltan todavía aumentos programados en los servicios regulados, que actualizan sus tarifas según los movimientos del dólar y que plantean pisos complicados de incrementos de precios. Ante un mercado interno frenado, el aumento en las tarifas marca un piso inflacionario que tiene efectos tanto en los costos como en la caída del poder adquisitivo, con su consecuente caída del consumo.En línea con un año electoral es de esperar que los aumentos en las tarifas se concentren en la primera parte del año, lo más lejos posible de octubre. Sin embargo, el ministro de Hacienda confirmo ayer que “habrá revisiones semestrales por precios mayoristas y tipo de cambio”.”Si Mauricio Macri no asumía y enfrentaba los problemas estructurales lo que le esperaba a la Argentina era Venezuela”
No se puede comprobar lo que no paso, pero sí podemos comparar los números de la economía argentina actual con los datos de Venezuela.Esta claro que el país vecino cuenta con los peores indicadores de la región, encontrándose en una crisis que no sólo es política sino que es profundamente económica: hace 14 meses que el país sufre un proceso hiperinflacionario sin precedentes.Sin embargo, cabe recordar que la inflación que vivimos durante el año pasado es la más alta de los últimos 27 años, justo cuando salíamos de la hiperinflación previa. En este sentido, somos el segundo país de la región con mayor nivel de incremento de precios. Justo después de Venezuela. Uno de los principales problemas estructurales de la República Bolivariana es que su fuente de ingresos depende del sector externo, y casi totalmente, de la venta de petróleo. Esto hace que las variaciones en el precio del crudo golpeen duramente al país. Si pasamos a la Argentina de Cambiemos llama la atención las críticas a Venezuela cuando en el Presupuesto de 2019 la única apuesta es a las exportaciones, y el plan económico desde 2015 benefició fuertemente al sector externo. “¿Cómo vamos a tirar todo por la borda? La sociedad está madura y va a seguir acompañando el cambio”.
Esta frase evidencia lo que ya sabíamos, la campaña empezó hace rato. En esta nota:



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