translated from Spanish: Cómo fue la cesárea de la nena violada y torturada por una provincia provida

Lo que sucedió en Jujuy hace un mes atrás, sentó un precedente. Otra vez una nena violada, en este caso de 11 años, tuvo que realizarse una cesárea en vez de una Interrupción Legal del Embarazo “convencional”. 
Si bien el parecido con el caso de dicha provincia es crucial, no pasó exactamente lo mismo. La menor torturada en Jujuy llegó mucho más cerca de la fecha límite en el que una ILE se puede aplicar (26 semanas) que lo que sucedió con esta nena en Tucumán. La víctima llegó al sistema de salud hace un mes con dos intentos de suicidio, 16 semanas de gestación y el pedido expreso de que interrumpan su embarazo producto de una violación, así como lo indica la ley. Pero en ese momento, Tucumán inició una siniestra maquinaria para que esta chiquita no pueda acceder a su derecho y desde el Gobierno provincial dilataron hasta poner en riesgo la vida de la nena, su gestación. Para entender cómo fue todo, Filo.News habló con la doctora Cecilia Ousset, referente en la Red de Profesionales de la Salud por la Vida y el Aborto Legal y quien practicó, junto a su marido, la cesárea que, finalmente, le salvaría la vida. 

La crueldad de color celeste
“Estoy llorando frente a una vidriera de electrodomésticos porque no doy más. Ha sido horrible, eh dormido dos horas, las redes explotan de escraches nos dicen asesinos, estoy sacando a mis cuatro hijos de colegio católico al que van para mandarlos a uno laico porque a uno de ellos no le permiten la inscripción por cómo pienso yo. En Tucumán ahora somos ´el matrimonio abortero´. Recibimos llamadas telefónicas con amenazas de muerte. Todo es como mucho”, sostiene angustiada la especialista. Tanto ella como su marido llegaron el martes a la noche al hospital Eva Perón para realizar la interrupción. “Cuando estábamos ya en quirófano nos abandonó hasta la instrumentadora, no teníamos anestesista, nada. Todos eran objetores de conciencia. Nos dejaron solos. Quedamos nosotros y una anestesista que vino de otro hospital”, explicó Cecilia.Si bien la idea era realizarle una Interrupción Legal del Embarazo, la situación de la chiquita era crítica. “La nena tenia 120/170 de presión arterial, era una emergencia. Nosotros la conocimos anoche, no trabajamos en el hospital publico, fuimos de manera gratuita a pedido del Vice Ministro de Salud para hacerlo porque estaban muy presionados por organismos de derechos humanos”, relata la médica.Nenas, no madres
En su momento, Gustavo Vigliocco, Secretario de Salud, sostuvo que como la nena pesaba 50 kilos estaba en condiciones de continuar con el embarazo. Pero no sólo eso era un error, sino que además era mentira. “Cuando llegamos y la vimos, estaba jugando con sus muñecas. Ella era muy consciente de lo que iba a sucederle, lo deseaba, de hecho. Ahí notamos que la nena era de una contextura física infantil poco desarrollada decidimos hacerle una microcesarea, porque para sacarle la ropa interior había que anestesiarla. La tuvimos que dormir porque no quería que le saquen la bombacha, no se podía hacer de ninguna manera algo por vía vaginal como habíamos pensado desde el principio, no solo por los abusos que recibió, sino porque con una presión arterial así de alta, era una urgencia”, detalla.Respecto al tiempo que tuvieron “de rehenes” tanto a la pequeña, como a su madre, la doctora sostiene: “Ella toma contacto con el Sistema Provincial de Salud a las 16 semanas y recién hacemos la intervención a la semana 23. Esto fue tortura perpetuada por el Gobierno. A ella no la atendió el equipo interdiciplinario del hospital como corresponde en estos casos, a ella en todo momento la atendieron funcionarios del Sistema Provincial de Salud y eso es algo totalmente irregular”, denuncia Ousset. 
“Nadie del sistema público quería hacer esto porque sabían lo que se venía, los escraches, la violencia, las amenazas de muerte”.

Una cesárea no es una Interrupción Legal del Embarazo sino el intento ridículo y tortuoso de que el feto sobreviva sin importar la salud de, en este caso, la pequeña de 11 años de edad violada, primero por la pareja de su abuela, segundo por el Estado. Salvar su vida, prioridad
Aún así, cuando tanto Cecilia como su marido llegaron al Hospital Eva Perón y vieron la situación completa, realizarle una ILE de manera convencional ya no era posible. Así, la cesárea, terminó siendo la única forma de garantizarle salud a la menor. “Nosotros la conocimos anoche porque nos pudieron que intervengamos y no lo íbamos a hacer sin evaluarla. Creíamos que iba a ser algo vaginal, pero cuando vimos que era una bebe y que no se la podía ni tocar, decidimos que había que ir al quirófano de manera urgente”, comparte la médica.Pero si los y las antiderechos buscan instalar que este tipo de invertención logra “salvar las dos vidas” (cosa que en Jujuy, por ejemplo, tampoco sucedió ya que la neonata falleció a los pocos días), ¿ por qué se enojaron con el matrimonio que la realizó? “Es que ese feto no va a vivir. Seria algo de uno en un millón. Ellos pretendían que llegue más adelante el tiempo de la gestación y así madurarle los pulmones fetales para que pueda sobrevivir”, aclara la especialista.En este caso, fueron algunos de los organismos de Derechos Humanos que pudieron acceder a la madre y aconsejarle que, para que se le garantice a su hija una ILE, debía firmar un consentimiento. En ese momento, cuenta Cecilia, se vieron muy “apretados desde el Gobierno y nos llamaron a nosotros, médica y médico externos para que hagamos lo que podamos. Fue otra tortura”, explica. Aunque tanto a ella como a su esposo grupos conservadores los tratan de asesinos por, aclaramos nuevamente, cumplir con la ley, fueron quienes le salvaron la vida a la niña que hoy goza de buena salud. “La nena esta muy bien, evoluciona bien y está aliviada. La madre eternamente agradecida. La madre estaba presa, tenía hasta Policía afuera de la habitación, no podía tener contacto con otras personas y todo el tiempo le decían ´¿seguro tenés ganas de matar al bebe?´”, detalla Cecilia.La violencia es explícita. La menor fue violada y lo único que quería, desde que llegó hace ya más de un mes al sistema de salud, era que el Estado le garantice una vida sin violencia.  Nada más alejado de lo que pasó. “Ayer cuando la vimos a la nena en la cama, era como ver a nuestra hija de 10 años. A mi se me aflojaron las piernas. Fue tortura lo que le hicieron. Cuando se durmió para que le saquemos la ropa interior, la madre que la agarraba todo el tiempo del brazo y decía ´quiero que ese hijo de puta pague lo que le hizo a mi hija´ y lloraba desconsoladamente. Así que mandamos la placenta y el cordón para que se haga el ADN correspondiente del violador”, explicó la médica. “Ella no se alejaba de su mamá ni un segundo. Decía ´mi mamá, mi mamá, mi mamá´. Esa nena no puede ser madre, es una chiquita. Ha sido horrible y el Estado la abandonó a ella y a nosotros en el quirófano. Ni siquiera la jefa de servicio se puso los guantes para ayudarnos”, profundiza sobre el momento de la intervención. Discriminación por cumplir con la Ley
La coyuntura en Tucumán es compleja y este matrimonio no la está pasando bien. Aunque salvaron a la niña, aunque quisieron aplicar lo que dice nuestra Constitución Nacional, grupos conservadores, la Iglesia y la cúpula política ejercen presión para antes que un médico o médica decidan realizar una ILE, lo piensen dos veces. Cecilia, después de haber pasado una de las noches más largas de su vida, hoy enfrenta un problema de discriminación por hacer lo correcto en la única provincia que se declaró “provida” del país y que no adhirió siquiera a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.  “Hoy tengo que sacar a mis cuatro hijos de su escuela porque estamos en Tucumán y aquí suceden estas cosas. No me permiten anotar a uno de mis hijos en su escuela de toda la vida, desde sus 2 años va a ese colegio, tiene amigos ahí. Ahora mi hijo, que tiene 11 años, tiene diagnostico de expresión moderada porque no se quería cambiar”, explica. La escuela que realiza este acto de discriminación se llama Santa María de San Miguel de Tucumán y si bien ella ya realizó la denuncia, destacar la situación, es necesario. “Te pido por favor que esto lo agregues en la nota porque lo que vivimos con mi familia es muy difícil y este acto de violencia está muy fuera de lugar y lo ejerce el propio Estado. Anoche estuvimos hasta las cuatro de la mañana explicándoles a nuestros hijos todo lo que pasó, porque sabíamos que hoy iba a explotar todo como explotó”, finalizó la especialista. 

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